Tenía en algún momento que despertar la ofensiva de Industriales, y lo hizo en el momento justo del cuarto y crucial choque del play off, para guiarlos a victoria de 10-3 sobre Granma e igualar a dos triunfos por bando.

Sí señores, la sequía de anotaciones de los azules, extendidas a 18 innings culminó en el mismo episodio inicial, cuando el derecho Lisbán Correa le despachó jonrón al abridor zurdo Leandro Martínez, lo que sería el preludio de una ofensiva desbordada.

Si hasta ahora los abridores granmenses habían desplegado toda su efectividad, incluido el propio Lreandro en siete actos del revés inicial 4-5, esta vez no pudieron contener los embates de los maderos capitalinos, con una friolera de 15 indiscutibles, incluidos cuatro dobles y el cuadrangular de Correa.

De hecho, los Leones habían carecido totalmente de su ofensiva de largo caliber, más allá del sensacional vuelacdercas en solitario de Alberto Calderón para propiciar el abrazo momentáneo a cuatro anotaciones en el duelo inicial.

Precisamente Calderón y Juan Carlos Torriente, insertado en la alineación azul como séptimo madero, fueron los más productivos al remolcar dos anotaciones per cápita, en tanto una vez más la defense de los Alazanes hizo aguas para, con dos costosas marfiladas contribuir a la causa azul, pues tres de las diez anotaciones facturadas fueron sucias.

Otra cuestión que se le achacaba hasta este minuto a los dirigidos por Guillermo Carmona, que si bien descuellan por su profundidad ofensiva y la poca diferencia entre su line-up titular y los hombres del banco, no había hecho honor a esa virtud y había dependido de s´lidas actuaciones de su staff, sin poder llevarse el gato al agua.

Hurgando en la historia de postemporadas hallamos que en la temporada 1999, igualmente con Carmona al mando, los capitalinos habían sufrido dos costosísimas lechadas, de campeonato incluso, de manos de la estelar dupla de serpentineros de Santiago de Cuba conformada por Ormari Romero y Norge Luis Vera.

Ahora, para satisfacción de sus parciales, rompieron el maleficio en el momento justo, amén de dejar una decena de corredores en las almohadillas.

Desde el Box Brian Chi a sus 22 años demostró por segunda ocasión su madera de lanzador, al contener a la tanda granmense durante siete actos, en los que espació cinco cañonazos y permitió una limpia, a ritmo de cinco ponches y par de boletos. Lo determinante: pudo meter el brazo y contener par de rebeliones granmenses, especialmente en la alta del tercero y quinto episodios.

De sellar la sonrisa se encargarían Yandi Molina, soportó dos anotaciones, y el taponero de cabecera Andy Rodríguez, con un ponche y sin conceder libertades en el cierre de la novena.

Todo lo contrario sucedió con los apagafuegos empleados por Carlos Martí, incapaces de sofocar la rebellion azul juastamente en el Quinto, donde fabricaron el racimo decisivo de cinco anotaciones.

Leandro soportó cuatro, con dos cargaron respectivamente Joel Mojena y Yunier Castillo y una permitió Juan Danilo Pérez. Solo salió ileso en dos innings Erluis Blanco.

Para los Industriales, otro elemento a su favor fue la defensa, impecable durante toda la ruta.

Ahora los citadinos tendrán el Quinto y ultimo pulso definitorio frente a los granmenses el miércoles, con el balance histórico de los enfrentamientos en postemporada inclinado 10-2 a su favor.

Claro, en una serie tan pareja como esta, disputada en la neutral burbuja del José Antonio Huelga espirituano, el peso de la historia si bien no debe despreciarse nunca, no ha sido tan contundente como en las ocasiones precedentes en las que se han medido las caras.

Ya Pinar del Río se convirtió en el primer semifinalista, luego de remontar a Sancti Spíritus en el tercer choque con triunfo de 9-8 y barrerlos en tres desafíos. Otro pasaje gris sin dudas en la historia de los Gallos en instancias de play off, quienes seguirán aguardando por un título después de aquel que materializaran en 1979.

Las palmas para los Vegueros, uno de los históricos en Series Nacionales, que regresa pos sus fueros, desatando una ofensiva endemoniada en la serie ante los espirituanos, para respaldar a un cuerpo de serpentineros que sin duda alguna es el más profundo del campeonato y la postemporada.

Habrá que ver como se refuerzan, pues de hacerlo presumiblemente con ofensiva, se volverían aún más temibles y difíciles de doblegar.

Ese es el panorama, mientras continúan suspendidos los enfrentamientos Santiago-Las Tunas, y Cienfuegos-Matanzas, por la tensa situación epidemiológica de un enemigo que no viste uniforme, pero se antoja letal: el Coronavirus.

Usted continúe siguiendo las incidencias de esta abrupta postemporada desde su telerreceptor amigo mío.