Ser mujer y artista en Cuba. Reality Show con Laura de la Uz (+ FOTOS)

Fotos: Héctor Garrido

Conversar con la actriz cubana Laura de la Uz es ya ser parte de su Reality Show porque su espontaneidad y su facilidad de comunicación con los demás nos permiten entrar en su vida, más allá de lo que ella muestra en pantalla.

He tenido más de una oportunidad de conversar con ella, a quien considero una de las mejores actrices cubanas de todos los tiempos, y siempre termino alegre de ese encuentro porque si algo no falla en una charla con Laura es la presencia de energía positiva y buenas ideas.

Por estos días Laura asume un doble rol en el teatro, el de intérprete y directora al mismo tiempo con el montaje de un reality show, el de su propia vida durante un día cualquiera.

El espectáculo saldrá a escena en el teatro Mella el próximo día 18 para clausurar el festival “Ellas crean”. Sobre esto conversamos.

“En el escenario muestro la vida cotidiana mía como puede ser la de cualquier artista, es un pretexto para rendir homenaje a la mujer creadora y que ha sido inspiradora de canciones célebres cubanas. Como el nombre lo dice, es un reality show y habrá algo de sorpresa. El espectáculo se mueve entre tres capas: lo que se filma, lo que sucede en el escenario y lo que se escucha. Todo transcurre entre la ficción y la realidad”, nos cuenta Laura.

El leitmotiv de este show fue precisamente el festival “Ellas crean”.

“Hacía mucho tiempo que yo tenía ganas de hacer un unipersonal, por eso enseguida asentí a la propuesta de Darsy Fernández, una de las productoras del espectáculo, cuando me pidió una obra para clausurar el evento. Llevo años dándole vueltas a la idea. Esta era mi oportunidad para romper el hielo, aunque este no es el unipersonal que yo deseo hacer, sino un espectáculo de clausura, algo más refrescante. De hecho la historia la conformé de un tirón.”

¿Laura de la Uz había dirigido antes?

Yo dirigí una obra de teatro en Chile, hace muchos años, y no había vuelto a hacerlo. Para esta ocasión le pedí ayuda a Raúl Martín, a quien me unen más de 15 años de trabajo con la compañía Teatro La Luna.

Ralamente a mí lo que me gusta es actuar, no estoy desesperada por dirigir, aunque a veces tengo tantas ideas que me dan ganas de llevarlas a cabo yo misma, en el teatro y en cortos o documentales.

Me acompaña un equipo muy bueno: Manolo Garriga en las luces; Héctor David Rosales en la filmación, RAUPA está a cargo del spot televisivo, en fin, todos son muy buenos profesionales.

Sin adelantarnos mucho de la historia, ¿de qué habla tu guión?

Lo escribí de arriba abajo, salió solo, mas este ha ido cambiando durante el proceso de ensayo. “Finalmente” ya encontré el final de la obra, pero incluso así para mí no es algo definitivo, siempre puede surgir algo más.

En la historia yo entrevisto a personas que tienen que ver con la canción en Cuba. He hecho una investigación sobre las historias de las mujeres que hicieron posibles esas canciones. Intervienen Beatriz Márquez, Lynn Milanés y Telmary Díaz. Ellas cantan y actúan un poco, hacen el papel de ellas mismas en la vida real.

Recuerdo de nuestra última entrevista que me hablabas de lo mucho que había logrado la mujer cubana hace décadas y tu impresión sobre un estancamiento en los años recientes. ¿Esta obra responde a esa demanda de reivindicación de la mujer en Cuba?

Creo que no llega tan allá, pero sí es un homenaje a la mujer de cualquier país, especialmente a la mujer cubana. Hay muchas canciones sobre mujeres y uno imagina que deben haber sido mujeres muy especiales, como "Alfonsina y el mar", "Longina" o la loca en “El Muelle de San Blas”.

Cuando investigamos nos damos cuenta de que se trata de mujeres “normales”, pero que también han tenido que luchar por su realidad. Quiero mostrar las vidas que están detrás de esas canciones. No es un homenaje a los autores sino a sus musas.

Hay varias canciones dedicadas a las Lauras, “Lady Laura”, “Laura no está”… ¿Te han dedicado una canción a ti?

(Risas) No, ese es otro de los pretextos del show, además de hablar del proceso de creatividad, de cuántas cosas pueden interrumpir ese momento.

La gente tiene una imagen idílica sobre cómo crean los artistas, creen que esto sucede en momentos especiales, de introspección, en lugares ideales… y no es así. Yo por ejemplo estoy creando en mi quehacer cotidiano, cuando dejo a la niña en la escuela, cuando camino por el malecón, en fin.

¿Crees que hay una diferencia entre la mujer creadora y el hombre creador?

Para nosotras es más difícil, tenemos mucha más carga doméstica. Hoy día hay muchas artistas que son madres solteras, o de la tercera edad, o quizás son jóvenes, pero están a cargo de sus padres ancianos, algunas tienen que llevarse los hijos al teatro mientras trabajan… son muchas las historias, la mujer se multiplica en su cotidianeidad. Y esto pasa en las demás profesiones también, en una doctora, en una maestra, pasa a todos los niveles.

¿Este es un espectáculo feminista?

No me gusta hablar en esos términos. Hace poco vi un programa en la TV, en el que Nancy Morejón entrevistaba a una escritora famosa y esta le respondía que gracias a su estatus y reconocimiento ella podía hablar y ser escuchada.

Los artistas clamamos por ciertas causas porque sentimos la necesidad de hacerlo, pero también porque podemos, porque nos escuchan.

Yo no hago lo que hago por activismo feminista sino porque me nace. Donde quiera que pueda defender a una mujer lo haré. Me asustan esos términos porque detrás de los ismos se esconde el oportunismo.

En este show quiero mostrar la imagen de una escena que me impresionó mucho hace un tiempo. Yo estaba caminando por el malecón y vi muchas mujeres haciendo ejercicios al amanecer. Había de todas las edades, de todas las razas, de todos los tipos. Había mujeres que intentaban mantener su físico, otras luchaban por sus vidas contra alguna enfermedad, otras tenían que apurarse para ir de ahí a sus trabajos o a cuidar a los hijos… y de pronto sentí un orgullo por todas aquellas desconocidas que hacen sacrificios para enfrentar el día a día.

Esa fue una inspiración y ese sentimiento quiero plasmarlo en el reality show. Ojala quede cómo yo lo deseo; se necesita de mucha técnica para lograrlo; afortunadamente cuento con un equipo muy bueno que me ayuda y estoy feliz.

Las mujeres hablamos mucho de feminismo, pero cooperamos muy poco con nosotras mismas, nos maltratamos. Tenemos que empezar por ayudarnos y comprendernos entre nosotras. El día en que logremos mirarnos a los ojos y reconocer que todas las mujeres somos iguales entonces podremos hablar de feminismo, mientras tanto, eso es solo una etiqueta de la cual mucha gente vive.

¿Este podría ser el impulso para decidirte a hacer tu unipersonal?

 Podría ser un inicio. Pero reconozco que se pasa mucho trabajo para llevar a cabo estos proyectos. Aquí contamos con el apoyo del Ministerio de Cultura y de la Consejería Cultural de la Embajada de España, están los técnicos y el apoyo de la propia gente.

Lo otro que me limita es que no me gusta trabajar sola. Me gusta, aunque yo escriba el guión, compartir las ideas en equipo, que los demás también aporten. Para mí esa es la creación. Sola me aburro porque no tengo quién me diga “eso está mal”.

¿Desde cuándo no hacías teatro?

Lo último fue Delirio Habanero y Heaven, hace unos tres años. Tengo muchas ganas de hacer teatro, pero quiero ver los frutos de lo que hago. El arte se hace por amor, pero hay que tener una proyección a largo plazo. Presentarse en festivales extranjeros y tener confrontación con artistas de otras partes es fundamental. Nosotros con Delirio habanero viajamos mucho, vivimos muchas experiencias bonitas.

Tengo muchas ganas de decir y hacer.

En el festival de cine de diciembre se estrenará “Vestido de novia”, de Marylin Solaya y “La pared de las palabras”, en las cuales trabajé. Son dos personajes que quiero mucho, fueron muy fuertes. Les auguro mucho éxito a ambas películas.

Próximamente iré a Estados Unidos a un ciclo de conversaciones y pondré “La película de Ana”.

Por el momento este reality show es un divertimento.