Unicef denunció hoy que los niños podrían representar el 45 por ciento de los casi 10 mil casos de violación y violencia sexual en la República Democrática del Congo (RDC) durante enero y febrero pasados.

Según el portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), James Elder, la estadística refleja que “cada media hora una niña era violada”, lo que indica el empleo de la violencia sexual como «un arma de guerra y una táctica deliberada de terror para destruir familias y comunidades».

Apuntó que, en medio de la creciente tensión entre el Grupo M23, apoyado por Ruanda, y las fuerzas gubernamentales, la crisis sea probablemente peor de lo que sugieren las cifras reportadas, pues el miedo y la inseguridad hacen que muchos casos no se denuncien, lo que deja oculta la magnitud real del problema.

«Necesitamos más esfuerzos de prevención, servicios centrados en las sobrevivientes y formas seguras y accesibles para que las sobrevivientes denuncien el abuso sin miedo. Las sobrevivientes deben ver que el mundo las apoya, no que les da la espalda. Y los perpetradores deben comparecer ante la justicia», dijo.

La crisis en la RDC se agrava debido al creciente déficit de financiación para mantener servicios esenciales de ayuda a los sobrevivientes, incluidos la atención médica, el apoyo psicológico y la asistencia jurídica.

“En tan solo un hospital que visité esta semana, 127 sobrevivientes de violación no tenían acceso a kits de PEP (profilaxis posexposición)… ya ni siquiera reciben la atención médica básica que necesitan ”, agregó.

De acuerdo con la estimados de la agencia, 250 mil menores perderán servicios esenciales relacionados con la violencia de género y la protección en conflictos armados solo en las próximas 12 semanas, si no se cubre la brecha presupuestaria.

Para 2026, las proyecciones de Unicef indican que 100 mil niños en la RDC podrían no recibir vacunas vitales contra el sarampión, casi dos millones de niños no serán examinados para detectar desnutrición y casi medio millón se quedarán sin acceso a agua potable.