Dinámica de las opiniones respecto a la bancarización

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Dinámica de las opiniones respecto a la bancarización
Fecha de publicación: 
26 Marzo 2025
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La implementación del denominado proceso de bancarización en el país, ha generado durante estos dos años diversas opiniones en internautas y población cubana en general, reflejo fehaciente de la complejidad de este.

Resultó evidente desde el inicio que la bancarización o mejor dicho la implementación masiva de formas de pago vía pasarelas electrónicas, generaría confusión, incertidumbre e incluso rechazo.

Ciertamente en el momento que se implementa  la Resolución 111 del Banco Central, el 2 de agosto del 2023, que se tiene como el momento del arranque de esta política, ya existía una experiencia acumulada con la existencia del muy popular Transfermovil y su primo hermano Enzona, muchas personas estaban pagando los servicios públicos como luz, agua, teléfonos o impuestos por estas pasarelas; más atrás en el tiempo, ya se empleaban tarjetas bancarias, como expresión originaria de la digitalización en el sector, en resumen ese 2 de agosto no se partía de cero.

Pero lógicamente la gran novedad era la generalización del no uso de efectivo para comprar cualquier cosa, ya fuera productos o servicios, con particular dificultad y resistencia en el comercio minorista, por cierto, no solo en el privado. Esta circunstancia generaba todo tipo de rechazos, suponía un desafío a la costumbre, puede decirse centenaria, de pagar con dinero/billete en mano.

Otro problema, que a la postre demostró su impacto en los estados de opinión, eran las circunstancias en que se desenvuelve la economía cubana, tanto en ese agosto del 2023 como en la actualidad, marcada negativamente por una crisis persistente, en especial los problemas del Sistema Eléctrico Nacional, servicio vital para que funcione adecuadamente los pagos electrónicos.

Es decir, para algunos se trataba de una excelente idea, un muy beneficioso proyecto, pero en el marco de un “pésimo” momento socio económico.

Por otro lado, la propia política comunicacional, enfrentada a la novedad de explicar y convencer de las virtudes de esta política, tuvo que lidiar no solo con informar puntualmente los procedimientos y las formas de utilizar las pasarelas, sino generar una nueva cultura de pago, colosal tarea que suele requerir de mucho tiempo, esfuerzo y recursos.

Con tantas zozobras sobre el de cursar de la economía, tratar de convencer a las personas de que el país tenía sobradamente las condiciones de infraestructura para desplegar el cobro electrónico, se develó como otro enorme obstáculo subjetivo, para popularizar este proceso.

Este preámbulo sirve someramente para entender las opiniones que en la población cubana, provocó la política de masificación del empleo de pasarelas electrónicas de pago o proceso de bancarización.

Sobra decir además que las opiniones varían según la ubicación del opinante, marcando diferencias entre zonas urbanizadas, en particular La Habana, con otras más rurales, donde además de la lejanía a territorios donde operan físicamente sucursales bancarias, se suman las lógicas dificultades para la conexión.

Mediante una herramienta de IA se hizo una aproximación de como evolucionaron las opiniones de los internautas publicadas en Cubadebate entre críticas y favorables; no es el único medio que abordó el asunto, pero sin dudas es representativo del grueso de las publicaciones sobre la temática y como lo percibe la población.

En ese sentido, el siguiente gráfico muestra los datos recabados, divididos por trimestres desde agosto del 2023 a marzo del 2025.

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Como se aprecia resulta relevante que, si bien al inicio los criterios desfavorables eran notablemente mayoritarios, esto evolucionó a un escenario en que la mitad de los opinantes apoyan el proceso de bancarización. Esta tendencia es significativa y demuestra que las bondades, como la seguridad y comodidad del uso de las pasarelas, así como la propia política comunicacional, han impactado positivamente.

Resumen de las opiniones

También empleando la misma herramienta, se pudo resumir las opiniones vertidas, tanto los que han publicado sus consideraciones en Cubadebate a las que se pudo sumar las publicadas en las páginas institucionales del propio Banco, el Ministerio de Finanzas y Precios o el de Comercio Interior, entidades líderes en este proceso.

Desde luego las críticas más permanentes tienen que ver con la queja del déficit de efectivo, justamente un problema que a la altura de agosto del 2023 sirvió de detonante, de razón coyuntural, para expandir formas de pago sin efectivo.

En ese momento se hizo un meritorio esfuerzo de capacitación, de educación, llegándose a miles de personas no solo por los medios de comunicación tradicionales, sino involucrando a los Joven Club y otras estructuras comunitarias con incidencia particular en segmentos de personas de la tercera edad, vistos desde el arranque como los más reacios o con dificultades cognitivas para incorporarse al uso de estas formas de pago novedoso.

También la propia Resolución 111, que limita la cantidad de efectivo que el cuentahabiente puede extraer, generó y sigue provocando cuestionamientos, así como las dificultades concretas para extraerlo, ya sea por la insuficiente cantidad o deterioro puntual de los cajeros automáticos, o del funcionamiento de las sucursales bancarias.

El debate, la preocupación sobre el tema de los cajeros, develó otro problema a los encargados de promocionar esta política, en la medida que al parecer no se entiende que justamente a más uso de pasarelas de pago electrónico menos necesidad de cajeros.   

Otro asunto que se revela con el estudio sistemático de las opiniones, se refiere a las derivadas del propio avance en la aplicación del proceso. Por ejemplo, ha sido muy ilustrativo el incremento del nivel de exigencia de que estas formas de pago se respeten por los diferentes actores económicos.

Por caso, poco a poco se ha ido asumiendo que una de las virtudes del proceso es que permite transparentar los flujos económicos y el pago de las obligaciones fiscales, particularmente  de las formas de gestión no estatal (FGNE), que son visualizadas en algunos segmentos poblacionales como evasores de impuesto.

Como cualquier otro proceso, que irrumpe en la cotidianidad proponiendo a las personas a cambiar formas de actuar tradicionales, el empleo masivo de pasarelas electrónicas en Cuba también provocó y sigue provocando controversias, rechazos y aceptación.  

La buena noticia es que como ya se dijo, la evolución de los estados de opinión progresa, tal vez no con la celeridad que se necesita, que varía según sectores poblacionales o actores económicos, pero que ya es sin lugar a dudas de dominio generalizado de la población.

El desafío desde luego es enorme aún, como se expresó, porque el proceso debe lidiar con problemas que le sobrepasan como los que afectan al sistema eléctrico nacional, o las actitudes evasoras de impuestos de diversos actores económicos, asunto que en rigor rebasa el tema de la bancarización, porque también se imponen esfuerzos denodados para elevar la cultura fiscal de la población cubana.

Una última consideración, el día que no se emitan opiniones críticas, que no exista cuestionamiento es porque algo anda mal. El asunto es nutrirse siempre de la inagotable sabiduría popular, corregir desaciertos en los que incurren desde luego quienes en cada territorio o municipio deben implementar está política, al fin y al cabo también para ellos es novedoso.

El uso generalizado de formas de pago digitalizado, es igual a progreso, eso opinan muchos, estamos de acuerdo.

Comentarios

Lo que no entiendo y tampoco nadie me aclara y e escrito a varias páginas oficiales como la del banco y joven club como es que una empresa estatal que le gestiona a los trabajadores productos cárnicos y de aseos para estimularlos a que no se les valla que además no es permitido le nieguen tener el código QR por no ser comercializadora donde lo único que hay que hacer es vincular ese código a la nomina para que no tenga acceso nadie de afuera para que los trabajadores no tengan que ausentarse para ir al banco con los problemas que hay con el efectivo y se dice que para tener el código hay que cambiar el objeto social no veo que tiene que ver una cosa con otra se le exige a los privados y las empresas estatales no se permite no estaremos dando motivo a las críticas que las medidas es solo para los privados
Ricardo, buenas tardes. Si usted pudiera mencionar a qué empresa estatal se refiere ayudaría a esclarecer su planteamiento. Conozco entidades estatales que realizan ventas a sus trabajadores utilizando el código QR u otras formas de pago electrónico.

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