Caligrafía: así escribes, así eres

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Caligrafía: así escribes, así eres
Fecha de publicación: 
14 Agosto 2024
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Foto: tomada de lucasrojas.com

Escribir a mano se va convirtiendo cada vez más en una rareza a partir de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.

Sin embargo, en este Día Internacional de la Caligrafía, que de seguro no tendrá demasiada resonancia, vale recordar las ventajas de esta práctica, y no son pocas.


Foto: iStock

Según una reciente investigación de estudiosos de la Universidad de Noruega, publicada en la revista Fronteras en Psicología, escribir a mano proporciona una mayor conectividad cerebral que hacerlo en un teclado.

La información visual y de movimiento que se obtiene mediante los precisos movimientos de la mano al escribir con un bolígrafo o lápiz contribuye en buena medida a los patrones de conectividad del cerebro que promueven el aprendizaje.

Seis ventajas  de escribir a mano

-Permite nuevos enlaces a nivel cerebral, fundamentales para codificar nueva información y formar recuerdos.

-Conecta directamente con determinadas partes del cerebro que activan zonas relacionadas con la creatividad, la lógica y la coordinación motriz.

-Mejora la memoria y la concentración, tributando así a un aprendizaje efectivo.

-No solo ayuda a retener información sino que aquieta la mente como una especie de meditación activa en medio de este mundo agitado.

-Tomar apuntes a mano no solo ayuda a retener información, sino que también calma la mente. Este enfoque es una forma de meditación activa en un mundo agitado.

-Contribuye a desarrollar la capacidad lógica y de análisis.


Foto: tomada de Facebook

La profesora de psicología educativa de la Universidad de Washington, Doctora Virginia Berninger, desplegó una investigación con alumnos de segundo, cuarto y sexto grados, y concluyó que los muchachos que escribían a mano desarrollaban en sus textos ideas más clara y más argumentadas, las generaban a mayor velocidad y usaban una variedad más grande de vocablos que quienes escribían empleando un teclado.

En cuanto a la concentración que facilita la letra escrita, se consigue a partir de la ausencia de estímulos externos que sí acompañan a la interactividad con pantallas donde notificaciones y la propia luminosidad tributan a la distracción. Así lo corroboró la indagación desplegada en común por la Universidad de Chicago y la de Zhejiang, en China.

La escritura como arte

La caligrafía es entendida también un arte, al punto de que algunos la consideran una de las formas más antiguas y personales de combinar creatividad y técnica.

Tan añeja resulta esta forma de arte, que sus inicios datan de hace más de 2 000 años, en el este de Asia. 


El arte de la caligrafía china es reconocido en todo el mundo. Foto: tomada de spain-china-foundation.org

La escritura a mano se identifica como arte visual porque, sobre todo en sus orígenes, se concentra en la belleza de los trazos y en la ubicación de los mismos y del texto en la página, lo cual implica determinado desarrollo cognitivo espacial y es también sinónimo de creatividad. 

Fue la dinastía Han en China, la cuna de la caligrafía, donde textos religiosos y literarios hacían gala del arte caligráfico.

 Luego, tal práctica se extendió a Japón, Corea y otros países asiáticos, cada uno con sus técnicas y estilos particulares. Fue en la Edad Media cuando la caligrafía se hizo popular en Occidente.

De hecho, el escribir a mano es, asimismo, una forma de expresión muy personal que nunca podrá ser sustituida por los fríos caracteres derivados del tecleo, por eso, sobre todo las cartas más íntimas, cuando en realidad su autor se proponen comunicar una emoción o una idea muy importante para el destinatario, son redactadas a mano.


Foto: Jeffrey James Pacres / Flickr

Eres como escribes

Tan personal resulta la caligrafía que, además de existir toda una ciencia dedicada a su estudio, la grafología, también la Neuroescritura forense constituye otra disciplina cuyas revelaciones pueden ser decisivas en cuestiones de encontrar culpables y aplicar justicia.

El año pasado, el abogado especialista en neuroescritura forense, Guillermo Espinoza, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, impartió el taller "La huella gráfica de los asesinos seriales y el protocolo", y en este encuentro refirió que la escritura solo se relaciona con movimientos de la mano, también con lo que piensa y siente el cerebro. De ahí que también su estudio sea importante para resolver casos de asesinos seriales, dijo.


Una prueba pericial caligráfica es un conjunto de técnicas grafológicas que buscan determinar la autoría de un grafismo. Foto: tomada de peritojudicial.com

El experto puntualizó que la neuroescritura “es el sistema que analiza el comportamiento criminal, la comprensión de la conducta del sujeto adulto, evaluación de la escritura en su dimensión psicomotriz”. 

En cercanía a lo anterior se ubican los peritos grafólogos y los peritos calígrafos. Los primeros (grafólogos) postulan que a través del estudio de la escritura a mano se pueden definir las características de personalidad de un individuo, en tanto los segundos (calígrafos) determinan la identidad del que escribe desde el punto de vista de la autoría, sin sacar conclusiones sobre ninguna característica de personalidad de dicho sujeto. 


Foto: tomada de revistalaocaloca.com

Puestos a mirar, escribir a mano es algo admirable, la acumulación de siglos de práctica y saberes, pero resulta tan habitual –ahora un poco menos- que no nos damos cuenta de esta magia que es el pensamiento vestido de palabra.


Foto: tomada de.euroresidentes.com

Por eso, nunca un mensaje tecleado ante una pantalla podrá hablar con tantos matices y hasta colores como aquel manuscrito, y en cuyos trazos, firmes o temblorosos, meticulosos o al descuido, palpita  el sello único e irrepetible de cada quien, enlazando cerebro y corazón.

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