Que la enseñanza artística sirva para abrir los horizontes de la sensibilidad
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Foto: Estudios Revolución
En consonancia con mantener viva la impronta del IX Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) —que fue una invitación hecha por el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez al sector artístico de la Isla—, tuvo lugar en la tarde de este miércoles, desde el Palacio de la Revolución, un intercambio entre el Jefe de Estado y un grupo de creadores destacados y directivos del sector de la Cultura.
Ya resulta habitual este tipo de encuentros que se propone dar seguimiento a los acuerdos e ideas esenciales que han sido fruto del cónclave de la Uneac. Esta vez el tema de la agenda tuvo que ver con la enseñanza artística, razón de ser de una de las diez comisiones de trabajo conformadas durante el IX Congreso, las cuales siguen activas para dar cumplimiento a lo acordado.
«No hemos dejado morir el Congreso», dijo al dignatario la prestigiosa actriz Corina Mestre, quien dirige la comisión a cargo de la enseñanza artística y los jóvenes creadores. Sus palabras sirvieron de pórtico a la reunión que también contó desde la presidencia con la viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh, así como por el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y Jefe de su Departamento Ideológico, Rogelio Polanco Fuentes.
Una propuesta audiovisual fue punto de partida para los análisis en la jornada; y desde la misma fueron traídos a colación asuntos que han sido vistos en tiempos recientes, como la necesaria articulación entre los diversos centros artísticos, los oportunos diagnósticos para conocer las necesidades de los maestros en las escuelas, la pertinencia de atender diferenciadamente a los jóvenes profesores, así como cuidar los archivos y fondos audiovisuales.
La formación artística profesional cubana —quedó expresado en la propuesta audiovisual— no puede supeditarse a banalidades, y debe estar enraizada en lo más profundo de nuestra identidad como nación. Los conceptos anteriores dieron paso a las voces de los presentes; el primero en hacer uso de la palabra fue el Rector de la Universidad de las Artes (ISA), José Ernesto Nováez Guerrero, quien destacó el papel desempeñado por el profesorado y los estudiantes en estos complejos tiempos de la COVID-19.
Se ha retornado con empeños renovados —afirmó Nováez Guerrero— a una enseñanza presencial; pero antes, durante la pandemia, el estudiantado hizo mucho en campañas de donaciones de sangre y en la lucha contra indisciplinas sociales. El joven rector contó que actualmente estudiantes y profesores viven espacios de debates marcados por la franqueza, por el espíritu crítico, y también por el compromiso con la Revolución.
Por su parte Javier Gómez Sánchez, Decano de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (Famca), del ISA, habló sobre lo que ha significado para los estudiantes haber podido participar desde la creación en procesos cardinales para el país como la comunicación en torno al Código de las Familias. De igual manera hizo hincapié en el apoyo dado por instituciones como el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT) a los alumnos de la Famca.
Los meritorios resultados del alumnado en concursos internacionales y el modo en que ese grupo juvenil se sumó desde centros de aislamiento a la lucha contra la COVID-19, fueron aristas destacadas por Rolando Ortega, director del Centro Nacional de Escuelas de Arte (CNEArt), quien además recordó que el recurso humano es lo más importante que tiene la Revolución.
Estos tiempos de pandemia, como se dijo en la reunión, han servido para que los alumnos se inserten de manera útil a los escenarios sociales. Es un logro, expresaron los creadores, que debe mantenerse. Y la joven Ariadna Padrón García —vicepresidenta del Consejo Nacional de Casas de Cultura— introdujo un tema de sumo interés, concerniente a la importancia que reviste el trabajo socio-cultural en las comunidades, y a todo lo que puede hacer un Instructor de Arte.
Sobre lo que puede aportar esa figura a cada espacio del país, el Presidente Díaz-Canel Bermúdez apuntó que un Instructor de Arte es tan valioso en una comunidad como en una escuela, y que este último lugar debería ser el centro de cada asentamiento. Lo que hace falta ver —razonó— es el contenido con el cual se trabajará en cada lugar, ya sea en la comunidad o en un centro docente, con el fin de lograr una articulación de los dos ámbitos; y esa es una responsabilidad que compete a las instituciones culturales.
En opinión del Jefe de Estado, el Instructor de Arte tiene entre sus objetivos primordiales la formación de una cultura general integral, lograr que todos los niños y jóvenes puedan apreciar las artes, abrir en tal sentido los horizontes de las capacidades humanas. Ese era el sueño de Fidel —subrayó—; que todos los seres humanos pudiesen disfrutar de la creación artística. Mucho se ha hecho, pero es algo que se puede seguir perfeccionando, aseguró el mandatario: «Yo les digo que podemos llegar a momentos diferentes en la formación integral de la población».
De otras ideas habló el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista: de seguir trabajando en los acuerdos derivados del IX Congreso de la Uneac; de trabajar en el mantenimiento de las infraestructuras de los espacios de enseñanza artística, pero hacer las cosas siempre mejor; de aprovechar las investigaciones nacidas de las universidades de las artes; de seguir perfeccionando los métodos de aprendizaje, los francos debates; y de hacer más natural la relación de los procesos de enseñanza artística con las dinámicas de la sociedad.
«Si implementamos todo esto —razonó Díaz-Canel en alusión a los acuerdos del IX Congreso y a las acciones que se han venido sumando—, vamos hacia un momento diferente».
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