Mundial de judo en Budapest: Entre la alerta, y el objetivo lado humano

Mundial de judo en Budapest: Entre la alerta, y el objetivo lado humano
Fecha de publicación: 
13 Junio 2021
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Idalys cedió por primera vez en 18 combates ante la auriverde Maria Suelen Altheman. Foto: IJF.

Todos han vuelto su mirada hacia el Mundial de judo de Budapest. Algunos con una señal de alarma fluoresecente. Otros con una capacidad reflexiva y de ajuste un poco mayor, amén de que poco más de un mes no se antoja mucho para revertir la realidad húngara de cara a Tokio.

Sí, es cierto, por primera vez en los últimos 34 años Cuba se queda sin preseas en una cita mundialista. También fue la primera ocasión en que la brasileña María Suelen Altheman derrotaba a nuestra Idalys Ortiz (+78 kg) en 18 enfrentamientos particulares.

Pleito extendido a regla de oro, con idalys llevando la iniciativa en todo momento, altheman cargando dos shidos, y precisamente una técnica de sacrificio infructuosa de la artemiseña, terminó jugándole una mala pasada al caer sobre el tatami, lo mismo que le sucediera en la final de río de janeiro 2016 ante la francesa Emilie Andeol.

Un error quizás táctico, que al máximo nivel se paga caro. Hablamos de la sexta del ranking olímpico de dicha categoría amén del arrollador balance favorable a Ortiz, quien en definitiva quedó quinta en feudo de la japonesa Sara Asahina, su victimaria en semifinales con la balanza inclinada a su favor 4-3 en los duelos históricos.

Ortiz, con su quinto escaño, fue la mejor posicionada de nuestra armada de ocho efectivos, secundada por su coequipera Maylin del Toro, séptima en los 63.

De vuelta a Cuba, la última comparecencia sin preseas databa de 1986, cuando en una justa solo femenina disputada en la holandesa ciudad de Maastricht, no contamos con representante alguna. De entonces a la fecha, logramos hacer la cruz en 20 versiones consecutivas de lides del orbe.

Idalys, deja su palmarés individual en dichos escenarios fijados en dos cetros (2013 y 2014), otras tantas platas (2018 y 2019), y tres preseas de bronce (2009, 2010 y 2015), además de los quintos escaños de 2007, 2011, y el de la capital húngara.

La fecha sabatina igualmente deparó la participación de Andy Granda (+100kg), quien sucumbió por cuarta vez en seis pleitos ante el mejor de América, el brasileño Rafael Silva. El veredicto llegó por hansoku make, (descalificación por tres shidos).

Así la Mayor de las antillas, que este domingo en la lid por equipos abrirá frente al poderoso Georgia en la llave D, la de mayor “balacera” pues también aparecen huesos como Francia y Holanda, cerró su performance en el concurso individual, con presencia definitiva de 661 judocas de 118 países, y con Japón (5-4-2), cuna y meca de esta disciplina, al frente del medallero, pese a no cargar toda su artillería de primera línea en el torneo.

Le siguieron Georgia y España (1-1-2), Rusia (1-1-1), Francia (1-1-0), Alemania y Portugal (1-0-1), y Canadá, Bélgica y Croacia (1-0-0), como los únicos en escalar lo más alto del podio.

Cuba se ubicó en el escaño 28, con los puntos aportados por Idalys y Maylín del Toro, únicas entre los siete punteros de sus respectivos pesos.

Análisis

El aficionado cubano está acostumbrado a medir exclusivamente los resultados deportivos de los atletas en correspondencia con preseas obtenidas. Cuesta mucho que se sitúe en contexto, que la mirada trascienda los cuatro minutos de combate… Mucho menos que se ponga en la piel del otro.

Cuba arribó al mundial de Budapest, con poco más de tres semanas de preparación intensiva en formato de burbuja en el Cerro Pelado, coimo parte de un año muy difícil, tanto desde el punto de vista competitivo, como en materia de fluidez y niveles de preparación.

Baste recordar que en el Campeonato Panamericano del deporte en Guadalajara, el certamen previo más reciente encarado por los nuestros, solo incursionaron cuatro de los ocho representantes que pujan por la gracia olímpica.

Se coronaron Magdiel Estrada (73 kg) y Arnaes Odelín (57); y culminaron como subcampeones Orlando Polanco (66) y Kaliema Antomarchi (78).

A donde voy. Varios de nuestros judocas élite presentaron contagio con el virus de la Covid-19, lo que en algún punto detuvo su preparacion, los privó de medirse en escenarios competitivos importantes, incluido el World Tour, y además, a tono con los estrictos protocolos epidemiológicos impuestos por la totalidad de las Federaciones Internacionales, hubo que desde ese instante, aislar a todo el equipo, ya fuere masculino o femenino.

Si a eso le sumamos, que por todo este entramado pandémico y de aislamientos sucesivos, los periodos de preparación se interrumpen, los calendarios competitivos se acortaron y sufrieron ajustes, y a los nuestros, arrastrando con una difícil situación económica derivada de un entorno país, les fue mucho más engorroso acumular fogueo.

Cuestión que no se comportó de igual manera para los judocas de la élite de países desarrollados, fundamentalmente europeos y asiáticos, por concentrar además esos continentes, la mayor cantidad de sedes.

Solo esgrimo algunos argumentos sin afán de justificar un rendimiento que verdaderamente merece análisis y trabajo intensivo, por haber sido pobre, pero en el que incidieron muchas variables, no contempladas por el público e incluso algunos medios de prensa.

Toca trabajar intensamente, premisa constante tanto de nuestros atletas como de sus colectivos técnicos. Baste compartir una sesión de entrenamiento, para constatar el nivel de entrega, casi siempre sin disponer además, de la infarestructura idónea para traducir el sudor en medallas.

 

Randori con la mejor judoca de Cuba

¿Qué Idalys Ortiz es la mejor judoca de Cuba? Incuestionable. ¿Qué sogue siendo seria aspirante al podio en Tokio? Otra verdad rotunda. En Budapest se inscribieron 40 súper completas, y los dos deslices de Idalys se produjeron en regla de oro, cuando cualquier desenlace pudo incluso hacerla emerger airosa.

Acá en el Cerro Pelado, justo el día antes de zarpar a su cruzada mundialista, conversamos con la campeona en todas las de la ley:

“Pienso que aún no nos hemos recuperado del todo. Como bien decías, la situación familiar con la pérdida de mi padre es algo a lo que uno se adapta a vivir con el dolor y la tristeza… muchas veces nos derrumbamos porque esa figura que perdimos ha sido el incentivo de toda la vida para conseguir  y luchar por muchos objetivos perseguidos.

Respecto a la pandemia, lógicamente no nos hemos recuperado por el simple hecho de estar inmersos aún en la era del Coronavirus. Psicológicamente aún no tenemos un futuro cercano sobre el que pensar en su eliminación. La padecí, pero existe una lucha paralela a diario con el aquello de cuidarnos al 100%, de no poder amistades y familiares allegados… Nos ha limitado a llevar ese carácter espontáneo y personalidad de nosotros los cubanos”.

¿Extrapolando esas situaciones al tema de los entrenamientos?

“Con los  entrenamientos si se analiza ha sido un poco más sencillo. La creación de los sistemas de burbuja nos ha permitido hacer lo que hemos podido, sin contar con muchas personas o ukes (parejas para los randoris), algo fundamental en nuestro deporte, pero lo hemos ido sorteando.

Amén de eso, nos hemos preparado lo mejor posible, con la colaboración de los varones e incluso los entrenadores, para acercarnos a los niveles óptimos de preparación”.

¿El provecho a las sesiones conjuntas de trabajo intensivo combinado con los varones?

“Lógicamente es fundamental. Históricamente se dice, aunque no lo comparto, que la mujer es el llamado sexo débil. Científicamente los hombres son más fuertes y explosivos en este tema de los deportes de contacto.

El provecho está en emplearnos con ellos al 100%. Quizás con una compañera de la misma división o la inmediata inferior a nosotros podemos emplearnos a un 80-85% del esfuerzo máximo, pero los varones nos exigen el 100 y hasta más a veces”.

Idalys ganó dos de sus peleas en Budapest con acciones continuadas en el newaza. Perdió con Altheman en esa misma posición. Al respecto de las potencialidades a ras del tatami explicó:

“El newaza es una sección o componente más del judo. La trabajamos con el mismo interés que lo hacemos en el tachi waza. Pienso que el judo es de momentos, y es así como se definen los combates.

Si tenemos la posibilidad de definir en el newaza lo vamos a intentar. Es una posición de combate esencial en el judo, y así lo mentalizamos en cada jornada de trabajo. Es cierto que a lo largo de la historia los judocas cubanos han sido, por su explosividad y otros delementos, mucho más fuertes en el tachi waza.

Pero si te fijas profundamente, tampoco perdemos muchos pleitos en esa posición”.

Ser la primera del ranking. Cuestiones de siembra y demás… ¿Cómo lo maneja Idalys?

“Ser la primera del ranking es algo que habla de tu estabilidad durante todo un ciclo y psicológicamente bien bonito. Para mí lo ideal sería llegar a la olimpiada y ser campeona olímpica gracias a esa condición sin competir. Lógicamente, no sucede así. Tengo que fajarme durísimo porque no se puede subestimar a nadie.

Hay judocas de mayor aval, pero puede ganar la primera, la segunda, o la número 15. Hablamos de atletas bien preparadas y fuertes, por lo que en ocasiones las siembras no definen nada.

Pienso que ser la primera me confiere cierta seguridad, pero solamente es eso. No te asegura el podio, ni la ruta. Hay que tener en cuenta que producto de la misma Covid-19, muchas atletas que pudieran estar mejor ubicadas como es mi caso, se han limitado de participar en algunos torneos y se han corrido las posiciones… algo nada despreciable”.

Cuartos Juegos Olímpicos: ¿Consideras que teniendo en cuenta los escenarios anteriores, estos serían los más complicados para tí desde todo punto de vista?

“De preparación de hecho han sido los más complicados. En otros momentos en esta época estaríamos inmersos en bases de entrenamiento o campamentos en el exterior, con mayor volumen de competencias de calidad acumuladas…

Incluso, de no haber aparecido la pandemia, ya se hubiesen dado las olimpiadas en este minuto. Entonces han sido los más complejos.

Se trata de reunir muchas cualidades, variables, requisitos. Salir a divertirse, desterrar la presión, ausencia de público… eso te obliga a pensar un poco diferente.

El plano competitivo se mantiene,. Cada atleta que se pare enfrente de ti, lo hará para vencerte. Es el mismo judo el que tenemos que realizar para salir airosas. Desde esa arista creo que no habrá mucha variación”.

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