CRÓNICA DEL FESTIVAL DE TEATRO: Que no se detenga el Clowncierto
especiales

Fotos: Del autor
Primero la crónica: En la última función de Clowncierto, de Teatro Tuyo, este miércoles en el Festival de Teatro, falló la electricidad a mitad de la representación... y fue hermoso ver al público iluminar la escena con las linternas de los celulares. No hubo interrupción, la obra continuó, se hizo una vez más la magia del diálogo intenso de los artistas con sus espectadores.
Y esta propuesta, que de alguna manera marca una nueva etapa de trabajo de la compañía que dirige Errnesto Parra, potencia en varias escenas la interacción con los asistentes. Pero en esta oportunidad hubo más. Fue un acto de auténtica comunión, que es en definitiva la aspiración mayor de este festival. Y al final, justo al final, se restableció el servicio eléctrico, como si el canto final, que es canto de esperanza, fuera acompañado por buenos augurios.
Ahora, sobre la puesta: Teatro Tuyo, en la línea de su consolidada poética, hace confluir dos ámbitos de la creación en un espectáculo integrador, perfectamente estructurado: de un lado un repertorio musical variado e intencionado, que respalda una reflexión sobre marcas de identidad cultural. Por el otro, la gran tradición del payaso, el arte del clown, que se asume con todas sus implicaciones estéticas, universales, y al mismo tiempo se abre a novedosas perspectivas.
No hay puntos muertos en la exposición. Es notable el trabajo de caracterización, que sostiene la armazón dramática. La dramaturgia se concreta diáfanamente, en cuadros autónomos que se articulan a partir de un columna vertebral: una llamada telefónica que puede definir el destino de esta orquesta de payasos.
En resumen, uno de los mejores espectáculos del Festival. Arte de altura.
Añadir nuevo comentario