2020: un año empeñados en resistir y vencer

Cuando los nietos y biznietos hablen en el futuro de este 2020,  cuando los libros de historia lo hagan, habrá una única palabra que repetirán todas las voces: Pandemia.  Fue un año tenebroso para Cuba y parte del mundo a causa de ese microscópico virus que le ha echado a perder la vida a los humanos.

Por eso, al hacer el habitual recuento que cada año tiene lugar de los acontecimientos más importantes que han marcado la etapa, es obligatorio situar como el hecho más trascendental la aparición del SARS-COV-2, y en nuestro caso, su entrada a tierra cubana el 11 de marzo, con tres turistas italianos arribaron a la Isla.

Pero antes que eso sucediera, este año bisiesto comenzó a fluir de un modo habitual. Así, el 18 de enero tuvo lugar la elección de gobernadores y vicegobernadores provinciales, en cumplimiento de lo acordado por el Consejo de Estado.

En correspondencia con la  Disposición Transitoria Quinta de la Constitución de la República, los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular en todo el país, constituidos en colegios electorales, eligieron a los gobernadores y vicegobernadores de sus provincias, en base a la propuesta del Presidente de la República, presentada en cada territorio por un diputado de la Asamblea Nacional.

Todavía sin suponer lo que acontecería, al mes siguiente, del 7 al 16 de febrero, en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña se realizó, según era habitual cada año, la Feria Internacional del Libro, en su 29 edición dedicada a Ana Cairo Ballester y a Eugenio Hernández Espinosa, así como a la República Socialista de Vietnam.

Pero ya el país se preparaba para lo que vendría, que no nos tomó por sorpresa. Desde los primeros días de marzo, tomando en consideración la situación epidemiológica de la región y del mundo, el gobierno actualizó el Plan para la prevención y control del nuevo coronavirus, adoptado desde enero y siempre subrayando que en el enfrentamiento al nuevo coronavirus corespondía un papel trascendental al pueblo.

Fue este mismo pueblo el que ratificó y compartió la decisión de acoger el miércoles 18 de marzo al Crucero MS Braemar, de la línea británica Fred Olsen, acontecimiento que finalmente se inscribió entre los más trascendentales del año por la envergadura de su sentido humanista.

Luego de varios días navegando en aguas del Caribe llevando a bordo personas contagiadas y otras sospechosas de contagio, y de infructuosas gestiones diplomáticas del gobierno de Reino Unidos, le habían negado en todas las ocasiones la entrada a los distintos puertos de la región a los que pidió auxilio.

Pero Cuba dijo sí y el crucero atracó en el puerto del Mariel con sus 381 tripulantes y 682 pasajeros, de ellos enfermos o sospechosos casi medio centenar.

Con extremas medidas de seguridad ajustadas a los protocolos internacionales de bioseguridad, se procedió al retorno inmediato, en coordinación con las autoridades británicas, de ese personal, que partió del Aeropuerto Internacional José Martí en cuatro vuelos chárter dispuestos por las autoridades de su país.

La gratitud de los viajeros se hizo pública y en muchos casos conmovedora, ratificando la justeza de la decisión de esta Isla, en respuesta  a una emergencia de salud, en la que podría existir riesgo para la vida de las personas enfermas, según afirmó entonces el canciller cubano Bruno Rodríguez  Parrilla.

Apenas habían trascurrido tres días de aquel gesto de grandeza, cuando, una vez más, Cuba se crecía ante los ojos del mundo enviando el 21 de marzo a Lombardía, Italia, la primera brigada médica cubana del Contingente “Henry Reeve” para ayudar a enfrentar la Covid-19, específicamente en el hospital de Crema.

El gesto respondía a una petición de ayuda que partiera de ese territorio ante la escasez de personal en los hospitales ya desbordados, según informara Giulio Gallera, consejero de Sanidad regional.

Desde entonces, a todo lo largo de este año, estas muestras solidarias se han multiplicado por todo el mundo, alcanzado a 39 países, a donde han brindado su aporte unos 3 000 profesionales cubanos, agrupados en 53 brigadas del Contingente Henry Reeve y aun hoy se mantienen en esa humanitaria labor. 

No por gusto también en este 2020 que termina, muchas voces se han alzado desde las más diversas latitudes y continúan haciéndolo clamando porque le sea conferido a este heroico Contingente el Premio Nobel de la Paz, “una candidatura que honra profundamente a un proyecto de Fidel en este mundo gobernado por los egoísmos y las reglas del mercado.  

“Se reconoce así la consagración de nuestros trabajadores de la Salud a salvar vidas en las más difíciles condiciones y en los sitios más remotos, a donde nunca llegará ni una limosna de sus perseguidores”, afirmó el mandatario cubano.

Segundo semestre: Cuba Viva

Cuando terminaba el séptimo mes del año, el 31 de julio, una noticia dolorosa conmocionó al país: Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, había fallecido esa mañana, a los 77 años. 

La bandera la estrella solitaria que tanto amó permaneció a media asta en los edificios públicos e instituciones militares por el Duelo Oficial decretado desde las 00.00 horas a las 12:00 de la noche del 1ro. de agosto. 
 

Ese día, el Museo de la Ciudad de La Habana abrió sus puertas a cubanos que allí se personaron para dejar sus muestras de cariño y respeto, reiteradas el 17 de diciembre en el Salón de los Pasos Perdidos del Capitolio de La Habana, donde sus cenizas estuvieron  expuestas en merecido tributo.

 El 18 de diciembre, durante la Despedida de Duelo Oficial estuvieron presentes el General de Ejército Raúl Castro y el mandatario cubano, así como otros  dirigentes del Partido, del Estado y del Gobierno, representantes de las organizaciones de masas, invitados de la Oficina del Historiador de la Ciudad, otras personalidades, amigos y pueblo en general. 

A partir de ese viernes 18, sus cenizas reposan en el Jardín Madre Teresa de Calcuta, al fondo  de la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, en la Habana Vieja.

Exactamente el 13 de agosto, aniversario del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro, quedaba inscrito en el Registro Público Cubano de Ensayos Clínicos el primer candidato vacunal de Cuba contra la Covid-19. 

Fue el primero de los que hoy suman cuatro candidatos vacunales 100 % cubanos,  fortalezas para la independencia biotecnológica de la Isla : Soberana 01, Soberana 02, Mambisa y Abdala, en distintas etapas de ensayos clínicos.
 

Se encontraba el país inmerso en el enfrentamiento al nuevo coronavirus, apelando a la ciencia y también a la disciplina de la población -que durante este año incorporó a sus hábitos de vida el uso del nasobuco y de soluciones hidroalcohólicas, el lavado constante de manos, los baños podálicos, a guardar la distancia de la menos un metro, sin besar ni abrazar-, cuando, para tensar aún más las cuerdas la tormenta tropical Eta asomó su lluviosa melena en el ya complicado panorama nacional.

El 8 de noviembre, Eta tocó tierra a lo largo de la costa centro-sur de Cuba.  Aunque se tomaron con tiempo las medidas necesarias para evitar, en primer lugar, pérdidas de vidas humanas – se protegieron alrededor de 74 000 personas, de ellas unas 8 000 en centros de evacuación- así como daños materiales, la tormenta impactó causó cuantiosos daños en la agricultura, viviendas, viales y en otras infraestructuras y sectores
 

La recuperación del país se convirtió de inmediato en una prioridad.  Al intervenir en Mesa Redonda sobre el tema, el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández,  titular del Ministerio de Economía y Planificación, recordó que Eta tomó a Cuba en una situación tensa y "aunque nos recuperaremos, el costo del esfuerzo y de recursos será el doble".

El país todavía resarcía los últimos daños causados por la tormenta el 25 de.noviembre y en esa fecha se redoblaron aún más  los esfuerzos, no solo en las labores de recuperación, sino en todos los sectores y espacios de la Isla. Un trascendental motivo movía brazos y corazones: el cuarto aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe Fidel Castro.

Además de multiplicar entregas en el trabajo cotidiano, tuvo lugar una jornada de recordación y homenaje al líder histórico de la Revolución. La Unión de Jóvenes Comunistas le dedicó la segunda jornada del evento Ideas que son banderas, con el Foro Central: Pensamiento del Comandante en Jefe Fidel Castro, transmitido desde las redes sociales, en tanto el Instituto Superior de Relaciones Internacionales desarrolló el encuentro virtual Fidel en la hora actual de Nuestra América, con la participación de destacados intelectuales.

La escalinata de la Universidad de La Habana -academia donde Fidel cursara estudios de Derecho e iniciara su vida política- fue escenario de una velada político-cultural encabezada por el Presidente Miguel Díaz-Canel.

Y el último mes de este 2020 despegó en su segundo día con un importante suceso: El Partido Comunista de Cuba (PCC) convocó a su VIII Congreso, que se realizará entre los días 16 y 19 de abril de 2021.
Al presentar la convocatoria a la magna cita, José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del PCC, indicó que será el Congreso de la continuidad histórica, pues la “Revolución no se circunscribe a quienes la llevaron al triunfo aquel glorioso 1ro. de enero, sino a la voluntad y al compromiso de quienes la han hecho suya en todos estos años, y los que continuarán la obra”.
 

El Congreso centrará su atención, consigna la Convocatoria, en la evaluación y proyección de asuntos medulares para el presente y futuro de la nación, lo cual incluirá la actualización de la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, los resultados alcanzados y la actualización de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, así como los resultados económico-sociales obtenidos del VII Congreso a la fecha; analizará de igual forma el funcionamiento del Partido, su vinculación con las masas, la actividad ideológica y valorará la situación que presenta la política de cuadros en el Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas, las Organizaciones de Masas y el Gobierno. Será un escenario oportuno para la actualización de nuestra estrategia de resistencia y desarrollo.  

También en este diciembre, el día 11 y con la presencia del General de Ejército Raúl Castro, primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez anunció en comparecencia radiotelevisiva el inicio de la Tarea Ordenamiento.

Informó que el proceso de ordenamiento monetario y cambiario comenzaría a partir del 1ro de enero, con una tasa de cambio única de 24 pesos cubanos por un dólar.

 “Se han concluido las elaboraciones y análisis correspondientes así todas las normas jurídicas necesarias, por lo que se considera que están creadas las condiciones que permiten anunciar el inicio de la tarea ordenamiento a partir del 1ro de enero”, dijo el mandatario.

Refirió que este proceso se propone ofrecer a los cubanos mayor igualdad de oportunidades, a partir de promover el interés y la motivación por el trabajo, y lo calificó como una de las tareas más complejas que ha enfrentado el país en el orden económico,  lo cual se acrecienta por los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, la pandemia de COVID-19 y la crisis económica internacional.

El líder cubano aseguró asimismo que nadie quedará desamparado, y las transformaciones en el modelo económico y social se realizarán forjando previamente el consenso a favor de la unidad de la nación.

En su cuenta de twitter,  al siguiente día, calificó al proceso de ordenamiento monetario en el país como el más determinante para avanzar en la actualización del modelo económico: 2021 comienza con el proceso más determinante para avanzar en la actualización del modelo económico #SomosCuba #SomosContinuidad", tuiteó Díaz-Canel.

Luego del anuncio de la Tarea Ordenamiento hecho por el presidente cubano, se han sucedido varias Mesas Redondas sobre su implementación, en las han tomado parte el miembro del Buró Político del PCC y Jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo, así como ministros y otras autoridades y especialistas relacionados con ese importante paso dentro de la Estrategia Económica y Social del país.

También este mes que pone término al año, Cuba y el mundo todo conmemoró el Centenario del natalicio de la prima ballerina assoluta cubana, Alicia Alonso, cuyo fallecimiento tuvo lugar en octubre del pasado 2019. El día 21, fecha de su nacimiento, quedó proclamado como Día Iberoamericano de la Danza. Así acordaron los cancilleres de las naciones de Iberoamérica durante la Reunión Extraordinaria de ministras y ministros de Asuntos Exteriores de la Conferencia Iberoamericana .

El Ballet Nacional de Cuba, fundado por Alicia  junto a Fernando y Alberto Alonso, protagonizo,  en coordinación con otras instituciones culturales, numerosas acciones en homenaje a esa destacada figura de la danza universal, a cuyo centenario  fuera igual dedicada una sesión solemne en el  Aula Magna de la Universidad de La Habana.

Se sumaron a estas recordaciones la presentación de la antología Prosas cubanas por Alicia Alonso, de Ediciones Unión, así como la exposición Alicia en su país de maravillas, en la Galería Orígenes, del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, donde el BNC y otras agrupaciones danzarías ofrecieron tres funciones de gala bajo el nombre Fiesta de Alicia Alonso.

En el propio teatro tuvo lugar la cancelación de una emisión postal con imágenes de personajes de ballets modernos que protagonizara la bailarina, en cuyo honor la Orquesta Sinfónica Nacional ofreció  un concierto en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba, y sobre las fachadas de diferentes edificaciones de la ciudad se proyectaron imágenes fílmicas de interpretaciones de Alicia.

Demostrando otra vez que sí se puede

Será difícil olvidar este 2020, en que la pandemia nos compulsó a los cubanos a ser más resilientes, más sensibles y solidarios con el de al lado –en especial con los más vulnerables-, a entregar el corazón cada noche a las 9:00 con el aplauso al personal médico, a sopesar en su justa medida el valor de la amistad, del altruismo, y también el valor de la familia.

La obligatoriedad del distanciamiento físico, del aislamiento social y muchas veces de las cuarentenas, nos hizo aprender o entrenarnos más en el uso de las nuevas tecnologías, lo mismo para las compras en línea –no siempre a la altura de las expectativas-, que para diferentes operaciones bancarias, incluidos los pagos de servicios como el del agua, la electricidad y otros.

Aumentó el uso de las redes sociales, se posicionaron reuniones de trabajo y conciertos en línea, las teleclases y también el teletrabajo. Variantes como el pesquisador virtual se hizo espacio en nuestra realidad así como el escaneo de los carnet de identidad en las colas, las largas colas también inscritas entre los malos recuerdos de este año, en que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de EE.UU. desde hace casi seis décadas, nos ha golpeado con particular saña.

Precisamente en este contexto de enfrentamiento al nuevo coronavirus, la Casa Blanca arreció sus medidas, por lo que se trata de un acto de guerra económica, según sentenció a inicios de este mes el canciller cubano durante la presentación del informe sobre las afectaciones del bloqueo a Cuba.

“En el año 2020 enfrentamos condiciones excepcionales en la economía.  Cualquier adjetivo resultaría insuficiente para calificar la atroz combinación de bloqueo reforzado y pandemia sobre la economía y la sociedad”, aseguraba el mandatario Díaz-Canel el pasado día 17 en la clausura del VI Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su IX Legislatura.

“El desafío del período que evaluamos hoy –sentenció- ha sido superior a cualquier otro momento, por cuanto nos planteamos, en el mismo año de la pandemia y la intensificación del bloqueo, comenzar la aplicación del ordenamiento monetario y cumplir con un muy intenso cronograma legislativo que le otorgue fuerza práctica a nuestra Constitución”.

Pero aunque ha sido un año duro, lo ha sido también de aprendizajes y reafirmaciones. No por gusto, como también afirmara el Presidente, “Somos Cuba Viva, el país que se ha empeñado en resistir y vencer”.