Haití: Ahogo perpetuo
especiales
Niños haitianos que huyen de la violencia en la capital, Puerto Príncipe
Desde su asunción como la primera nación que logró su independencia del poderío colonial, Haití resultó un peligro para los poderosos que siempre han tratado de doblegar las ansias de libertad de los pueblos.
De ahí que todo contubernio se abatió sobre una república liberada por los negros que habían sido hasta ese momento esclavizados por el dominio francés; así colonizadores portugueses y españoles que querían evitar ese ejemplo, con el telón de fondo de un naciente imperialismo norteamericano que preconizaba su control sobre todo aquello que le pareciera parte de su “patio trasero”.
Así invadió cada vez que le daba en ganas, colocando alabarderos en el poder, sentando las bases para que la nación negra nunca levantara cabeza.
Y es que la temprana independencia de Haití (1804) había marcado un hito en la historia de los pueblos oprimidos. La rebelión de los “jacobinos negros” frente al colonialismo francés dejó una huella imborrable con profundas implicaciones en el tiempo. Haití se convirtió en un modelo de inspiración para revolucionarios del mundo entero que trataron de seguir su ejemplo.
PERO…,
…, el precio a pagar por su osadía histórica demostró ser, sin embargo, demasiado alto de asumir. El aislamiento internacional y el legado colonial arruinaron el país. La “deuda de la independencia” arrastró a un Estado incapaz de subsistir por sí solo (menos de un 15% de la tierra es cultivable en Haití). Esta herencia imborrable engendró monstruos.
Entre esos elementos consentidos por estar al servicio de Estados Unidos destacó Francois Duvalier con sus “ton ton macoutes” -los hombres del saco-, y aunque desapareció el criminal dictador y posteriormente su heredero, Jean Claude- el espíritu del grupo de asesinos quedó impregnado en posteriores gobernanzas, casi todas fallidas, adheridas a las prebendas y dinero imperial, con total abandono de un pueblo que, también víctima de graves desastres naturales, vio como su espíritu de buscar el bienestar era devastado por un caos que hizo proliferar a centenares de pandillas que han llevado la anarquía al país.
El asesinato de su más reciente presidente constitucional y el carácter subordinado de quienes lo sustituyeron han empeorado una situación ya de por sí extremadamente pésima.
¿REMEDIO PEOR QUE LA ENFERMEDAD?
Si los principales complots contra Haití han sido gestados en Estados Unidos -como invasiones y asesinatos de figuras discordantes-, también lo ha sido el más reciente de acudir a elementos militares para tratar de apaciguar por la fuerza lo que realmente no lo puede ser.
La misión dirigida por Kenia que el gobierno de Biden creó y financió ha sido una decepción. Pocos países aportaron dinero, dejando a la fuerza con menos de 400 policías, mucho menos de los 2 500 previstos.
Trump ha hecho comentarios despectivos sobre Haití, y mucha gente cree que obligará a los kenianos a marcharse en cuanto asuma el cargo.
También Jamaica y Belice han enviado militares al lugar y se espera otros más de varias naciones, incluso 200 designados por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien aclaró que sus soldados tendrán una misión humanitaria y no harán uso de la fuerza.
En tanto, los medios occidentales llaman a ser especialmente duros contra lo que denominan pandillas criminales que controlan casi el 90% de Puerto Príncipe, la capital.
El número de niños reclutados por grupos armados en Haití creció un 70% en los últimos 12 meses, informó este 25 de noviembre el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). El organismo añadió que las cifras sin precedentes dan cuenta del deterioro de la protección de la infancia en medio de la escalada de violencia en el país caribeño.
"Los niños de Haití están atrapados en un círculo vicioso: son reclutados por los mismos grupos armados que alimentan su desesperación, y su número va en aumento (...), el caos y el horror se han convertido en parte de la vida cotidiana", alertó la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
De acuerdo con el informe, 1,2 millones de niños viven bajo la amenaza constante de la violencia armada en la capital haitiana, Puerto Príncipe. Además, se calcula que el 25% de los 703 000 desplazados internos corresponde a menores, expuestos a condiciones terribles y amenazas múltiples.
ALGO USUAL
Lamentablemente, muchos de los montos de ayuda financiera y material comprometidos por la comunidad internacional para Haití, como ayuda al desarrollo y para hacer frente a los efectos de los desastres naturales, fueron insuficientes, no se desembolsaron, o se absorbieron para gastos propios por innumerables organizaciones no gubernamentales extranjeras y agencias de ejecución de programas. En muchas ocasiones, no se respetó la voluntad de las autoridades haitianas ni las prioridades que estas establecieron.
Además, varios expertos en Haití subrayaron que Estados Unidos debe hacer más para poner fin al flujo de armas desde sus costas hacia Haití. Independientemente de que la solución sea un embargo total de armas o sanciones más duras contra las personas conocidas por financiar y controlar las pandillas, coincidieron en que la crisis no terminará hasta que las armas de gran potencia estén fuera de las calles.
“Esto es lo que los haitianos han estado diciendo constantemente: ‘Nosotros no producimos armas’”, dijo Nathalie Frédéric Pierre, experta en Haití de la Universidad Howard. “Esto es lo que está asfixiando a nuestra sociedad”, añadió.
En este contexto y como resultado de la extensión de la violencia, Cuba se ha visto obligada a retirar a los integrantes de la misión médica que estuvo ejerciendo sus funciones durante numerosos años.
CURIOSAMENTE…
… quienes dirigen las acciones oficiales de represión apuntan que los esfuerzos militares deben estar dirigidos principalmente contra una alianza de nueve bandas, la llamada "Familia G9 y Aliados", dirigida por Jimmy Héritier, apodado "Barbecue", antiguo oficial de policía.
Otro jefe de una de las bandas, Guy Philippe, quien propone un “consejo de sabios” de las diferentes zonas del país, además de considerar que las intervenciones internacionales han minado al Estado y creado las condiciones para que los grupos armados sean capaces de prosperar.
“Es por la herencia de un status quo no sostenible, establecido por las intervenciones extranjeras, y del que gran parte de la población ha sido dejada fuera y siendo incapaz de ver otra opción”, consideró, para afirmar finalmente:
“Y no es que todo el mundo que toma un arma lo hace porque esa su primera opción, pero es un contexto en donde hay muy pocas oportunidades”.
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