Arma nuclear “limitada”: ¿A quién engaña EE.UU.?
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Donad Trump ha amenazado con utilizar la fuerza nuclear “limitada” si sus tropas, aviones, y barcos de guerra son atacados por alguna “oscura fuerza”, luego de haber recibido la advertencia rusa de que no utilice tal arma, al tiempo que le acusaba de irresponsable.
Pero Trump sabe manejar sus cartas para llevar al mundo al mismo borde del abismo, en un afán de crear tal situación internacional que le haga ver como el gran salvador y evitar una posible derrota en las elecciones de noviembre venidero.
El belicismo estadounidense subió de tono cuando tropas y armamento blindado de Rusia fueron enviados al norte y noreste de Siria para apoyar al ejército del país árabe en una posible confrontación con las huestes norteamericanas de guerra que se dedican principalmente a robarse el petróleo local y apoyar a grupos terroristas.
Asimismo, soldados se encuentran en la zona, donde ya han chocado con fuerzas militares sirias, para presuntamente perseguir a organizaciones kurdas a las que Ankara califica de terroristas- Sólo la intervención rusa evitó la propagación de un conflicto de mayor envergadura.
Pero esta situación creada fundamentalmente por la presencia militar norteamericana no es sólo el único foco de un conflicto que va siendo considerable, porque, en su afán hegemónico, Estados Unidos, su Departamento de Estado, pretende colocar ojivas nucleares “de baja potencia” en misiles balísticos ubicados en submarinos, pretextando lo que aún no ha podido demostrar: enfrentar nuevas amenazas potenciales de Rusia y China.
En este contexto se pueden ubicar a la Flota del Comando Sur que hoy amenaza con una agresión militar a Venezuela, las flotas del Índico y del Pacífico, que cubren las rutas del petróleo, y los navíos que mantienen una amenaza latente contra la Repúblca Popular Democrática de Corea.
Incluso The Associated Press pone en duda el contenido de la declaración del ente agresivo estadounidense, cuando dice que tales armas atómicas suplementarias “reduce el riesgo de guerra nuclear, al reforzar la disuasión y la seguridad”.
Pero Moscú fue muy claro al rechazar los argumentos norteamericanos, advirtiendo que un intento de usar tales armas contra Rusia desencadenaría una represalia nuclear total.
La portavoz de la Cancillería, Maria Zakharova, comentó sobre el documento del Departamento de Estado, enfatizando que Estados Unidos no debería ver sus nuevas ojivas como una herramienta flexible que ayudarían a evitar un conflicto nuclear total con Rusia.
"Cualquier ataque que involucre un misil balístico lanzado por un submarino estadounidense (SLBM), independientemente de las especificaciones de sus armas, se percibiría como una agresión nuclear", dijo Zakharova. "Aquellos a quienes les gusta teorizar sobre la flexibilidad del potencial nuclear estadounidense deben entender que, de acuerdo con la doctrina militar rusa, tales acciones se consideran una garantía de que Rusia aplicará represalias con sus armas nucleares".
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