OPINIÓN: El triple volvió a sonar en Nanjing

Una vez más el área de saltos saca la cara por el atletismo cubano en un evento de máximo nivel, en este caso el triple, que tiene décadas de un sólido trabajo sostenido.

Si bien a Pedro Pérez Dueñas se le pudo haber considerado en su momento un caso aislado, desde la década del 90 del pasado siglo ha sido estable la labor de técnicos y especialistas e inagotable el talento existente en esta modalidad.

Las tres Y (Yoelbis Quesada, Yoandry Betanzos y Yoel García), nos regalaron podios a todos los niveles en ese período y el serio compromiso con esa modalidad se ha mantenido hasta nuestros días.

Todavía se recuerda con cierta nostalgia ese podio olímpico en París 2024 repleto de triplistas cubanos, aunque ninguno de ellos represente ya nuestra bandera.

Con menos lustre, pero en el femenino también tuvimos a una Yorgelis Savigne que se codeaba con la elite y ahora Leyanis Pérez y Liadagmis Povea nos vuelven a llenar de orgullo.

Vienen de una temporada complicada, en la cual no cumplieron con las expectativas en el principal evento, especialmente Leyanis, pero en el deporte como en la vida hay que pasar página cuando las cosas no salen bien y volver a intentarlo, porque tirar la toalla es de cobardes.

Ambas volvieron a sonar en el recién concluido Campeonato Mundial bajo techo organizado en la ciudad china de Nanjing, donde hicieron el 1-2 en la prueba femenina.

Brincos notables de 14.93 y 14.57 metros, respectivamente, las llevaron a encabezar el podio planetario. En especial, el de Leyanis es el mejor de la campaña en el orbe, que la coloca otra vez a las puertas de los 15 metros, su meta más persistente.

Pinareñas las dos, arrancan el nuevo ciclo olímpico con el pie derecho y deben dar mucho que hablar de aquí a Los Ángeles 2028.

No pudo hacerse justicia esta vez Lázaro Martínez, quien llegaba con el aval de su trono en Belgrado 2022, pero su campaña no iba muy bien, con apenas un 17.12 como mejor salto.

En el Centro de Entrenamiento Deportivo de la provincia de Jiangsu el guantanamero tuvo un solo brinco válido, un pobre 14.04, lo que lo condenó a finalizar en el lugar número 13 entre 15 participantes, muy por debajo de su real calidad.

Un mal día lo tiene cualquiera, y como demostraron las muchachas, hay que levantar la cabeza y hacer borrón y cuenta nueva, porque competencias tendrá de sobra para reponerse.

Lo que queda claro una vez más es el prestigio de la escuela cubana de triple salto, que con los mismos avatares que el resto sigue aportando preseas de todos los colores en todo tipo de certámenes.