El respaldo con más de nueve mil millones de pesos del presupuesto estatal al trabajo comunitario, aprobado para 2022 hoy en el parlamento cubano, constituye muestra de la voluntad política de sostener la transformación de los barrios.

En declaraciones a Prensa Latina, el diputado cubano Enrique Alemán, tras la promulgación del plan económico para el próximo periodo en sesión plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), consideró que son las comunidades “el primer eslabón para el cumplimiento de los programas de la Revolución”.

Según el también líder del proyecto Cabildo Quisicuaba, en el capitalino Consejo Popular Los Sitios, “es en las localidades donde se cuece la arquitectura espiritual del individuo, donde la práctica del bien y del amor al prójimo se hace realidad”.

En ese sentido, son diversos los retos del trabajo social, entre ellos evitar la marginalidad y rescatar al individuo, lograr estilos de vida prósperos y sostenibles y llegar a todas las comunidades y familias de forma holística, afirmó.

Entender la diversidad del pueblo cubano, plural, mestizo, respetar a la familia como una estructura, fue el llamado del legislador cubano, momentos antes de que el debate en la sesión plenaria del parlamento apuntara a superar el enfoque asistencialista del sistema de prevención social, para transformarlo en uno con más generación de empleos y servicios.

Para ello resultan fundamentales las alianzas entre los organismos de la Administración Central del Estado con todos los entes de la comunidad, una estrategia de trabajo visible en el proyecto Cabildo Quisicuaba, con más de 40 años de labor integrada y resultados en la atención a la tercera edad, niñas, niños y jóvenes de familias disfuncionales, exreclusos, mujeres con distintos tipos de vulnerabilidad, entre otras personas.

“La alianza fundamental debe ser con el individuo, con las familias, con las calles y barrios”, dijo Alemán, también presidente de la Plataforma para el Diálogo Interreligioso en la nación antillana.

En el año más complejo del impacto de la pandemia de la Covid-19, la máxima dirección del país apostó por desarrollar una transformación en más de 62 comunidades de la capital y otras del país, esfuerzo el que participaron ministerios, organizaciones políticas y estudiantiles, y los propios ciudadanos.

Para el próximo año, el parlamento cubano aprobó reforzar la atención a estas localidades vulnerables, para brindar soluciones habitacionales a las madres con tres o más hijos menores de 17 años, subsidios a personas con necesidades constructivas en sus viviendas, entre otras acciones sociales.

Durante la jornada de hoy, los diputados respaldaron además un presupuesto que dedica 112 mil millones de pesos a sectores esenciales como la educación y la salud, mientras casi 10 mil millones se destinarán a la ciencia, la tecnología y la innovación.

Cuba empleará en 2022 -además- el 50 por ciento de los recursos recaudados localmente a la gestión del desarrollo territorial en los municipios, mientras mantendrá subsidios masivos de productos y servicios de alto impacto a la población.