PERSONAJE HISTÓRICO: Miguel de Cervantes Saavedra
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Este 29 de septiembre el mundo celebra el aniversario 476 del natalicio de una de las figuras más importantes de la literatura en idioma español, el autor más trascendental de la historia de las letras de nuestra lengua: Miguel de Cervantes Saavedra, creador del más célebre personaje Don Quijote de la Mancha.
Alrededor de la figura de Cervantes existe aún mucho misterio y leyendas, que, además, con el paso del tiempo —que de repente son siglos— se fortalecen y se le agrega mística. Tal nebulosa hace que muchos datos sobre su vida sean tan solo presumibles gracias a intensas investigaciones, otros han sido objeto de fabulaciones. Por eso, a veces, es difícil identificar cuáles son reales o no, pues se trata de una personalidad que ha obsesionado a muchos.
Todo parece indicar que Cervantes era tartamudo, según lo que él mismo escribió en el Prólogo de Novelas ejemplares. Allí se evidencia que le disgustaba esa característica propia, responsable de su estado de ánimo y de su posible retraimiento social, pues no le gustaban los actos públicos ni las reuniones, mucho menos participar, debido que no hablaba con fluidez.
Además, en realidad se desconoce su aspecto físico porque no quedó registrada su verdadera apariencia. Es cierto que en la actualidad tenemos pinturas, dibujos, esculturas, a menudo similares a cómo imaginamos a su personaje Quijote —alto, delgado, con barba fina y bigotes— pero la verdad es que son basadas en suposiciones, no podemos asegurar que hayan sido esas sus características.
El primer elemento no muy claro es su nacimiento. Se cree que Cervantes nació un día como hoy, pero de 1547, en Alcalá de Henares, Madrid; sin embargo, no se tiene certeza de ello, solo de su bautizo que fue unos días después, el 9 de octubre. Fue el cuarto hijo, de seis o siete en total, y de lo que sí se conoce es que vivió una infancia marcada por constantes problemas financieros, y que esas carencias no disminuyeron, al contrario, fue la causa de muchas penurias durante los 68 años que vivió.
Su familia fue muy humilde, por eso la formación intelectual de Cervantes fue un poco improvisada, pero parece que sus padres se preocupaban por la educación de sus hijos porque hasta las hembras sabían leer, una cualidad exótica para entonces. Se estima que estudió en un colegio de jesuitas, y, de acuerdo con pistas descritas en sus textos, quizás frecuentó las universidades de Alcalá de Henares y Salamanca, desconocemos bajo cuáles condiciones, por cuánto tiempo, y si llegó a graduarse.
De acuerdo con varias biografías, Cervantes fue un lector precoz y desde muy joven quedó impresionado por las representaciones teatrales de la época, lo cual fue incentivo para posteriormente escribir de manera magistral. Trabajó como recaudador de impuestos, realizó encargos para la corte, ocupó un puesto de comisario real de abastos, y otros empleos miserables que le hicieron rozar el vagabundeo.
Como fue en extremo pobre, nunca tuvo mucho vínculo con la alta clase social, no compartió con la nobleza, ni ostentó cargo político relevante. Su contacto directo siempre fue con la gente de a pie, de bajos fondos, lo cual, durante años le otorgó experiencias que posteriormente le sirvieron para enriquecer sus escrituras.
Un apunte interesante tiene que ver con la relación que Cervantes mantenía con la Iglesia Católica, aparentemente no muy buena. Resulta llamativo que en pleno siglo XVI, cuando el poder eclesiástico era dominante, el famoso escritor fuera excomulgado en varias oportunidades. Algunos autores lo describen como infortunado e irreverente para el momento que vivió, motivo por el cual permaneció varias veces en prisión.
Tal vez por esa misma naturaleza de intranquilo, otro capítulo curioso de su existencia es que en el año 1569 huyó de España para Italia para evadir una condena, se alistó como soldado y participó en la batalla de Lepanto, contienda de la que se sentía muy orgulloso, y donde —leí— fue herido y por eso se ganó el apodo de El Manco de Lepanto, no obstante, no llegó a perder su miembro.
Cuentan también que más tarde participó en varias cruzadas más, y cuando emprendió el regreso a su país, la goleta en la que viajaba fue interceptada por piratas turcos. Los bárbaros lo apresaron y vendieron como esclavo en Argel, donde permaneció por cinco años a pesar de algunos intentos de fuga. En 1580, aproximadamente, fue rescatado y volvió a la península ibérica luego de sufrir un duro cautiverio y ser víctima de constantes abusos.
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Cada vivencia fue todo aprendizaje que posteriormente aprovechó, si bien nunca le rindió frutos que le posibilitaran el sustento, esa huella de sufrimiento quedó indeleble en su mente. El azar se mostró caprichoso y le otorgó una exagerada desdicha, deudas familiares, una personalidad retraída, más sus diferencias con la Iglesia, la guerra, la prisión tanto en España como en territorio africano, situaciones que le hicieron apartarse de su entorno durante toda una década y por tanto tuvo que convivir, además, con la nostalgia, el miedo, la enfermedad.
Todo ese mejunje sentimental se percibe en sus composiciones, y aunque en su portafolio tiene otros títulos como La Galatea, Viaje del Parnaso, Ocho comedias y ocho entremeses nuevos nunca representados, y Los trabajos de Persiles y Segismunda, no es hasta que escribió la primera parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha cuando alcanzó cierta notoriedad y saltó para siempre al mundo de la fama como el escritor de la lengua española de mayor reconocimiento.
Su libro cumbre de la literatura universal vio sus primeras letras mientras cumplía encarcelamiento. Quizás ese período de soledad e introspección es lo que necesitó para impulsar sus ideas y plasmarlas en papel. El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha marcó el comienzo del realismo como estética literaria y sentó las bases de la novela moderna como género, además fue la primera polifónica. Es considerado uno de los mejores textos, inmortal, además del más editado y traducido, detrás de la Biblia.
Su éxito literario fue inmediato, sin embargo, el editor encargado de su publicación engañó a Cervantes y le robó sus ganancias de venta. De modo que no obtuvo recompensa económica a pesar de haber sacado a la luz unos de los volúmenes más trascendentales de los que se tiene conocimiento.
La segunda parte fue concebida poco antes de morir, y hasta hoy es apreciada como de mayor nivel de perfección que la primera. En ella se revela un estilo mejor cuidado, maduro, con más dominio de los personajes en cuanto a sus estructuras y personalidades, así como en sus relaciones con el entorno y los recursos que utiliza para llamar la atención y mantener atento al lector.
Cervantes no lo supo, pero su novela influyó en nuestra lengua con tremenda fuerza, por eso con frecuencia al Español se le califica como idioma de Cervantes. Sus contribuciones fueron estudiadas con detenimiento y posteriormente aceptadas, por eso impulsó cambios en el lenguaje tal y como se tenía concebido hasta ese momento.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha no significó solo popularidad porque todos la querían leer, se impuso en la literatura local y mundial. En aquella época, y en los siglos posteriores, se convirtió en referencia y material de estudio obligado. Ni siquiera en el ocaso de su existencia pudo disfrutar del beneficio de saberse acreedor de una historia y un método de escritura sin igual.
Hoy, casi cinco centurias después, Cervantes es, sin dudas, un pilar fundamental de la literatura universal, y el creador más reconocido de las letras españolas. Mereció el puesto a un costo muy alto, tras dificultades, sinsabores, y un conjunto de circunstancias que le hicieron encontrar su musa y vocación a fuerza de golpe.
Murió casi indigente, con penas y sin glorias. Y aunque parezca increíble porque ya pasaron más de 400 años desde su fallecimiento, se presume que no fue hasta hace solo menos de una década cuando se identificó el lugar exacto de su sepultura. Resulta que, con la muerte de Cervantes en la miseria, fue enterrado en una tumba sin identificación, por tanto sus restos mortales se perdieron. Durante mucho tiempo se organizó su búsqueda con apoyo científico para darle digno descanso al gran escritor de todos los tiempos.
En CubaSí rendimos homenaje al recordar la vida y obra de Cervantes, excelso novelista, poeta y dramaturgo, también soldado y tanto más.
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