MI BIBLIOTECA: Gelman (+poesías)

Quiero aprovechar que este 14 de enero se cumplió el décimo aniversario del fallecimiento de Juan Gelman para hacer un breve repaso por su vida y compartir algunas de sus obras que me parecen magistrales, cargadas de un profundo sentimiento, como a mi juicio debe ser, y no de otra manera, la poesía.

Gelman es un poeta argentino que nació en mayo de 1930, considerado uno de los más grandes líricos contemporáneos de habla hispana. Aunque también se desempeñó como periodista, traductor, y otros oficios, el de escribir es el que le apasionó desde pequeño. Sin embargo, el valor de su portafolio está estrechamente relacionado con el dolor, con una vida de sufrimiento y angustia después de perder a sus seres queridos, y vivir el tormento de la dictadura cívico-militar de los años 70 en su país natal, situación que lo forzó al exilio y a volcarse hasta su último día en una eterna denuncia a través de su escritura.

La poesía posee un lenguaje diverso, desde meloso hasta ríspido, pero siempre bello, propio de personas sensibles y atentas a cada sensación que les provoque la vida. Esta forma de arte y expresión es la herramienta de Gelman, quien fue capaz de transformar su duelo personal, su inconformidad, en un arma. Escribió al amor en todas sus formas, con distintos matices, desde el tormento del vacío hasta la plenitud en su fase más romántica.

Su vida, trágica, hizo que Gelman no cesara en su empeño contra el olvido y que se inclinara hacia una obra literaria dotada de inquietud, búsqueda y sensibilidad con la dosis exacta de musicalidad. Fue víctima de los sucesos que vivió Argentina a partir del Golpe de Estado de marzo de 1976. Recordemos su vínculo con movimientos comunistas, incluso simpatizaba con la naciente Revolución Cubana. Por tanto, la dictadura no demoró en alcanzarlo, y su hijo y nuera fueron secuestrados, asesinados y desaparecidos.

Desde que sobrevivió aquellos acontecimientos se empecinó en crear más como estrategia de condena y rastreo. Su obra es tierna y al mismo tiempo presa de una vida triste, dotada por el realismo crítico, y de un estilo propio marcado por la ruptura del verso, a veces sin signos de puntuación y con palabras inventadas, que ganó en notoriedad. Además de lo político, Gelman también escribió a lo cotidiano, la gente, y la naturaleza.

Por su vida y obra recibió muchos reconocimientos, el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, le fue concedido en el año 2007.

Fotografía tomada de Internet

El libro Amaramara, dedicado al amor de su vida Mara La Madrid, es un vuelo poético repleto de significados, de él les dejó algunas de sus poesías, y agrego una selección de otros volúmenes.

La conversación
En la jaula del pensamiento no cabe
El amor que no dan.
La mentira cubre el planeta. Hay
Visitas que no llegan
Y parientes prestados. Una hija
Aniquila a su padre,
Un tenor canta La Traviata.
La voz se recuesta en la sangre
Como existir bajo el sol. Pasa
El poder vestido de célebres venenos.
Del otro lado estamos tristes,
Con furias dudosas, tristes, y
Amores llenos y vacíos que
Marchita la indignación ¿Eso
Explica la prosa del mundo?
A veces ceso titalmente y se abren
Los pedacitos del amanecer
En un ricón de la lengua.
 
Debajo
Crujen las cartas que nunca te escribí.
Matan al perro
En mi memoria siempre.
¿Quién le da de comer? Una
anticipación de la mañana
Talla tu rostro en mí. Respirás
A mi lado. En los agujeros
De lo que toca vivir hay
La marea del tiempo, lleva
Dolores a su basura inútil. El sudor
Del pasado golpea
Su páramo roto, la
Vida continúa, los
Pensamientos con plomo debajo.

Baile
De la cintura bajan
Arrabales de adentro
Como impaciencias del amor.
¿Qué es esa moneda
Que tu bailar acuña?
En la colina del deseo
Sobra el sol.
Seguridad es tu hermosura,
Bella que el tiempo apagás
En laberintos de Eros donde
Es triste el que no sabe.
Amarte es preciso, vivir no.

El juego en que andamos
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

Certezas
A ver cómo es.
Estaba quieta la inquietud por una vez.
La desazón en sazón y
¡cómo se parecía el mundo a Gerarda
envuelta en sensaciones de encaje!
Las palabras chocan contra la tarde
/y no la descomponen.
La furia no me deja solo conmigo.
Habrá que recortar la sombra militar.
¡Camaradas especialistas en esperar cansancios:
apaguen el amor dudoso
que baja humilde y despacito!
Hasta el revés del cosmos morirá!

La rueda
El arco o puente que va
de tu mano a la mía cuando
no se tocan, abre
una flor intermedia.
¿Qué toca, qué retoca, qué trastoca
ese vacío de las manos
solas en su fatiga?
Nace una flor, sí,
se agosta en mayo como una
equivocación de la lengua
que se equivoca, sí.
¿Por qué este horror?
En la página de nosotros mismos
tu cuerpo escribe.

Ausencia de amor
Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobre cristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.

Epitafio
Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Quise o no quise. Pero a veces
me quisieron. También a mí
me alegraban: la primavera,
las manos juntas, lo feliz.
¡Digo que el hombre debe serlo!
Aquí yace un pájaro.
Una flor.
Un violín.

Escribo en el olvido
Escribo en el olvido
en cada fuego de la noche
cada rostro de ti.
Hay una piedra entonces
donde te acuesto mía,
ninguno la conoce,
he fundado pueblos en tu dulzura,
he sufrido esas cosas,
eres fuera de mí,
me perteneces extranjera.

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