Familias cubanas: mediar para la solución de conflictos
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El hasta ahora único Centro de Resolución Extrajudicial de Conflictos quedó hace poco inaugurado en la facultad de Derecho de la Universidad de Oriente.
Dicho así, quizás no impresione demasiado porque los cubanos no estamos muy relacionados con el tema, pero se trata de una entidad que brindará servicios públicos para dar salida legal a los más diversos problemas sin la necesidad de acudir a los tribunales.
Aunque las funciones del nuevo centro rebasan el tema familia, no parece ser casual las posibilidades que abre esa nueva posibilidad –que seguro no será la única- también a ese tipo de conflictos, sobre todo considerando las puertas que en este sentido deja abierta el proyecto del nuevo Código de las Familias.
Imagen ilustrativa. Foto: Internet
Sucede que entre las novedades de ese trascendental documento –que será sometido a referendo popular- se incluyen alternativas más armónicas, sin tribunales de por medio, para la solución de conflictos en este caso familiares.
Además de incluir entre sus artículos pronunciamientos contra cualquier tipo de discriminación en el ámbito familiar, la posibilidad de matrimonio entre personas de un mismo sexo, y también, entre muchas otras propuestas de avanzada, una mayor oportunidad económica y patrimonial para quienes se han dedicado al trabajo doméstico y de cuidados familiares, también este texto legal da cabida al procedimiento de la mediación.
Tomado de parlamentocubano.gob.cu
Consiste en la resolución de conflictos familiares con la presencia de un tercero con posición neutral y cuyo papel es ayudar a que las personas en disputa logren una comunicación mejor, una negociación del problema de manera colaborativa y una solución mediante acuerdos, totales o parciales.
La doctora Yamila González Ferrer Foto: tomada de radiohc.cu
La doctora en Ciencias Jurídicas, Yamila González Ferrer, vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba, destacaba en entrevista concedida a la ACN
la importancia que tiene para las familias que el arreglo de los problemas parta de los implicados, en un ambiente de diálogo, cordialidad y respeto, lo cual requiere de voluntariedad y equilibrio de poder.
Lamentablemente, algunos problemas familiares sí tendrán que ser resueltos, como hasta ahora, por un juez porque no son mediables aquellos en los que no existe equilibrio de poder, o donde exista violencia, por solo mencionar dos ejemplos.
Pero en una buena parte de los casos la Mediación posibilitará resolver asuntos como el reparto de bienes en un divorcio, y también lo relacionado con la guarda y cuidado de un menor.
Al respecto, la Dra. C. Blanca Nieves Marcheco Rey, profesora Titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oriente, comentaba al diario Trabajadores que «Cuando se va al Tribunal se da una relación ganar-perder, se pone el problema en manos de un juez que va a dictar sentencia e imponer solución como un mandato del Estado. Pero con la mediación, la relación es ganar-ganar, son dos personas buscando vías sobre la base del diálogo, con la ayuda de un tercero que sirve de enlace, quien guiará ese intercambio para llegar a acuerdos que serán recogidos en acta y homologados por un notario o un juez».
Foto: Pinterest
Sin dudas, se trata de posibilidades, ya reconocidas en la Constitución de la República, de continuar dando curso a la racionalidad y el sentido ético que como humanos nos distingue.
Según proponía la vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas de Cuba: «Tenemos que verlo como una oportunidad de crecimiento para las relaciones familiares, desde los afectos».
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