MIRAR(NOS): El sexo transaccional, una variante no tan moderna

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MIRAR(NOS): El sexo transaccional, una variante no tan moderna
Fecha de publicación: 
20 Mayo 2016
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“El sexo sin amor es tan hueco y ridículo como el amor sin sexo".
Hunter S. Thompson

 

Hace algunas columnas alguien sugería que comentara sobre el sexo transaccional, en mi opinión variante tan antigua como el acto en sí mismo.

 

El término por si solo es un “poema” y ha sido trocado muchas veces con la prostitución, su prima hermana aunque, remarco, no la misma cosa.

 

De ella se conoce mucho porque prácticamente desde que existen registros históricos de algún tipo, aparecen referencias a la también llamada “profesión más antigua del mundo".

 
Existen fenómenos que se relacionan  con el incremento del sexo transaccional como las colonizaciones rápidas, las bonanzas de productos agrícolas y mineros, la proliferación de cultivos ilícitos y la difusión del consumo de sustancias psicoactivas.

 

Una investigación reciente dio a conocer que las personas que practican el sexo transaccional  entre algunas características se identifican por ser de predominio femenino, de piel mestiza, con estudios preuniversitarios y universitarios, solteros y sin descendencia; oriundos y residentes en los lugares semejantes donde fueron entrevistados y con vínculo laboral o estudiantil.

 

La mitad de los entrevistados reconocen haber manifestado algunas dificultades en los aspectos judiciales y sociales, lo que refuerza con elementos como la forma individual de realizar la prostitución y el contacto callejero con el cliente, que los expone a un mayor riesgo de ser requeridos.

 

Ambos sexos se ven involucrados en lo que me gusta también llamada sexo por… y aunque en la actualidad los “servicios” pueden incluir prácticas heterosexuales u homosexuales, a lo largo de la historia las mujeres han llevado la voz cantante debido a la dependencia tradicional de los modelos patriarcales impuestos por las diferentes sociedades de consumo.

 

Prostituirse por su parte viene del verbo latino prostituere que significa cambiar, traficar. La prostitución se puede considerar como la transacción o el intercambio de favores sexuales por parte de una persona que a cambio de dinero se entrega a otra para la práctica del acto carnal. Si en la relación entra el afecto, cesa la definición, aunque quien la ejerce continúe recibiendo siempre algún beneficio, en este caso mayor.

 

Lo que es muy fácil es criticar, como siempre digo. No justifico a nadie ante un proceder. En lo personal, siempre me ha costado mucho trabajo confiar porque es fácil sufrir decepciones cuando uno deposita todas sus certezas y convicciones en otro que perfectamente puede fallar incluso porque es de humanos, inevitablemente.

 

Ud que lee y yo misma en alguna oportunidad también hemos practicado el sexo transaccional. Siii, me atrevo a asegurarlo. En alguna oportunidad de nuestras vidas hemos cambiado (con nuestras parejas) “favores” por cualquier cosa: amor, dinerito para comprarnos algo o simplemente por complacerlos aunque no tengamos el mejor día para tales menesteres.

 

Ahora bien, si ha practicado la prostitución no me lo diga. Pero como no sé a quién o quienes les llega hoy mi reflexión no puedo garantizarlo al 200%.

 

Desde hace mucho conservo intacto un recuerdo de mi abuelo. Su consejo daba cuenta de que cada persona es resultado de lo que hacen de ella, muchas actitudes no dependen de una preferencia o elección, vienen por la libreta sin posibilidades para hacer traspasos.

 

Vuelvo y repito, no justifico a nadie. El que lo es sabe siempre sus razones. No nos ha sido otorgado ningún permiso para juzgar, incluso porque el sexo transaccional no es un asunto de ayer y por lo mismo no hay razón para ruborizarnos.

 

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