Navarro, entre el llamado del arte y de su tiempo

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Navarro, entre el llamado del arte y de su tiempo
Fecha de publicación: 
7 Julio 2014
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Eduardo Méndez Navarro era un muchacho que echó mano a todo su talento y se fue a la Academia de San Alejandro para hacerse artista allí. No logró entrar a la primera y tomó otro camino, se fue a la escuela de artesanía y de ahí al Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona y se graduó como maestro, impartió clases durante casi ocho años, pero la vida y el propio talento, caprichosos irremediables, lo hicieron artista…

Chocando con la realidad fue la pieza por la que conocí a Navarro y ha sido también, creo, el método más eficaz de superación para este joven que asume el arte ¿como un sacerdocio?

«Yo creo que todos pintamos desde niños, lo que algunos desarrollamos más el camino que otros y bueno, yo siempre pintaba, lo que pasa que para mí la pintura, en serio, es como un llamado que tienes que afrontar, tener la decisión de tomar ese camino, porque es muy difícil, pero eso fue lo que siempre estuvo en mi cabeza, pintar.

«Tuve muchos trabajos, sobre todo de docencia, pero en todo ese período estuve pintando. Cuando salí de la escuela de artesanía, con 16 o 17 años, entré en la ACAA y ahí conocí otro mundo que era la artesanía artística, pero asumida con mucha seriedad. Yo trabajaba la piel, me gustaba experimentar, hacer esculturas de piel; al mismo tiempo fui llevando todo, el trabajo, la docencia, y también la pintura».

Soledad Compartida
Soledad compartida, escultura en piel

¿Qué marcó el punto de giro en que decidiste afrontar definitivamente el llamado?

A los 25 años me propusieron hacer una Maestría en el Varona y pensé que era muy buena opción, pero fue uno de esos momentos en que tienes que decidir y te preguntas: ¿Qué es lo que yo quiero realmente, hablar de los grandes pintores cubanos o tratar de ser uno de ellos? Ahí tomé la decisión sobre mi camino, fue como El Quijote con Rocinante, que soltó las riendas y dijo: A ver, ¿por qué camino te vas?… Me propuse ser protagonista, no narrador de la historia.

¿Cuántas veces no hemos recibido el poderoso golpe de la realidad? (…) Solo nos queda recuperarnos con el «conteo de protección» y reincorporarnos con renovados bríos a esa eterna lidia que es la vida… ¿Cuánto hay de experiencia personal en esas palabras tuyas?

Yo tengo muchas cosas en contra, pero si puedo decir algo a mi favor es que me hice yo, porque no conocía a nadie, a ningún crítico, absolutamente a nadie, no era graduado, pero sí quería hacer, yo era como un volcán, quería hacer cosas y tenía la plástica muy adentro… entonces me propuse participar en todos los salones, en todas las convocatorias que aparecieran para tratar de darme a conocer…

De hecho, has participado en muestras colectivas de muchísimo nivel…

Me encanta ese intercambio que se produce entre los artistas, creo que es de las mejores cosas que se pueden hacer para el desarrollo de un creador, de repente hay una convocatoria para una colectiva y ves nombres como Fabelo o Kcho, cada cual va a trabajar sobre el mismo tema y eso te presiona, te reta, tú tienes  que estar al nivel de esa gente, no puedes quedarte atrás, eso indiscutiblemente te sube el entrenamiento, como si fueras un atleta…

Con veinte años tuve la gran suerte de exponer con Fabelo, con Nelson Domínguez, después coincidí con artistas como Finalé, Pedro Pablo, Ever Fonseca, Juan Moreira, Rancaño, que para mí son paradigmas… porque son muy buenos artistas y muy buenas personas también.

La Importancia de Llamarse Ernesto
La importancia de llamarse Ernesto

¿Tienes un tema?

Yo tengo muchas cosas en la cabeza, muchas inquietudes personales, porque el ser humano moderno es muy complejo, tiene su dosis de política, de erotismo, de sociabilidad, el interés por el éxito lo mueve mucho. El pensamiento del ser contemporáneo es  completamente distinto al  de otras épocas y creo que eso es algo que tiene que plantearse la plástica… ¿Cuál es mi motivo? El ser humano contemporáneo, y en base a eso puede venir cualquier tema.

Al mismo tiempo, me motivan los niños, creo que uno no se suelta del todo de la infancia, de los recuerdos, de las vivencias de la infancia, de muchos sueños, inquietudes, por ejemplo, cuando yo tenía seis o siete años vi un cuadro de Rubens que me impresionó y desde ahí volé, en la infancia están los retos que ahora uno trata de cumplir y de superar…

Ofrenda de HermanoHas representado a varias figuras de la historia, el Che, Maceo, muchas veces a Martí…

Indiscutiblemente hay gente en la historia que yo sí venero, Martí es uno de ellos. Una vez mi mamá me dijo: ¿pero cuántos Martí tú has hecho? Empecé a contar y me quedé por el 35, ahí perdí la cuenta, porque Martí para mí fue un hombre increíble muy universal y cubano al cien por ciento; a pesar de haber vivido más de la mitad de su vida fuera de Cuba, siempre mantuvo muy claro el concepto de cubanía, era el alma de Cuba, indiscutiblemente.

Imposible no notar a simple vista la presencia de la masonería en tu vida, ¿y en tu obra?

Yo digo que a mí la Universidad, el Pedagógico Varona, me cambió la vida, yo entré siendo uno y salió otro, así mismo, la filosofía que tiene la masonería transformó mi forma de pensar y hay mucho de eso en mi obra, la filantropía, el sentido de fraternidad, la vocación de luchar por el bien de la personas, el humanismo, todo eso está en mi obra.

Y en el aspecto formal, ¿por dónde van tus inquietudes?

El pop me parece que tiene mucho que ver con estos tiempos… creo que el color en la pintura es el reto, veo que hay muchos artistas que están pintando monocromáticamente, utilizando mucho el blanco y el negro, la técnica del carboncillo y logran una expresividad espectacular, pero creo que el color es el reto, asumirlo otra vez y darle un concepto moderno…

¿Cómo pasa tu proceso creativo?

La creación para mí es rara, me planteo muchas cosas, para mí el artista es como un traductor de sentimientos y emociones y la forma en que los traduce es a través de lo que hace, yo soy como un receptor de ideas, de pensamientos, a veces tengo primero el título que la pieza, no tengo claro lo que voy a hacer y de repente un día me levanto y ya tengo la obra en la cabeza.

Yo no estoy cerrado a ninguna influencia, todo lo que me funcione, lo que me enriquezca, lo utilizo, la publicidad, la televisión, todo… sin embargo, considero que mi pintura es muy íntima, parte de lo que tengo dentro, de mis dudas, mis emociones, a mí me gusta trabajar yo solo, con una musiquita… solos la obra y yo.

Comunicar es importante, ¿te interesa el diálogo de la obra con el público?

Yo creo que sí, porque cuando estoy trabajando no me importa, yo estoy haciendo lo que siento, lo que pienso y no me preocupa si le gusta a la gente o no, pero una vez  terminada, cuando veo que la gente se da cuenta de lo que quise decir y noto que recibieron el mensaje, digo: “ah, perfecto, el cuadro cumplió su cometido”. Me satisface ver que el espectador está compartiendo la idea que transmití, siento que no estoy del todo erróneo, equivocado, que estoy representando cosas capaces de establecer un vínculo, un lazo, y eso es mágico…

Sueños Líquidos
Sueños líquidos

¿Siempre titulas?

Para mí el título es vital, porque ahí está el pollo del arroz con pollo, como se dice. En el título está el concepto real de la pieza y a mí me gusta jugar con eso, por eso siempre titulo.

¿Cuándo decides que una pieza ya está lista?

Para mí es difícil decidir que un cuadro está listo, antes de firmarlo me paso siempre una semana por lo menos mirándolo, para ver si realmente le hace falta algo más, es un análisis frío, porque si no nunca acabas y a la vez que lo firmo ya no se toca más,  si me viene una idea parecida hago otro cuadro y es un díptico o un tríptico o algo de eso…

Soy muy exigente con lo que hago, para mí la pintura no es simplemente un trabajo, es mi forma de ver la vida, de pensar, para mí es iniciática como la masonería y cuando pinto me voy, me abstraigo completamente de la realidad, me olvido de la hora, de todo, porque me exijo tanto a la hora de trabajar que me cuesta parar cuando estoy haciendo una pieza, me aplico a mí mismo un proceso de presión en todos los aspectos y momentos de la creación.

Sin Mirar Atràs
Sin mirar atrás

¿Crees en la función y el compromiso social del arte?

Creo que la función fundamental del artista contemporáneo es reflejar el tiempo que le tocó vivir, o sea, todos los artistas de la historia lo han hecho, lo que pasa es que mientras no existía ni la cámara fotográfica, ni la de video, los artistas lo reflejaban desde un punto de vista más documental, pero ahora qué nos toca a nosotros, expresar el sentir de nuestro tiempo, todas esas inquietudes que tiene el hombre moderno cómo interpretarlas y representarlas desde el arte, cómo crear un mensaje positivo, cómo hacer que las problemáticas existenciales de ese hombre moderno se ven reflejadas en la obra artística es una responsabilidad del arte…

Reflexiones¿Qué buscas, a dónde vas, qué te propones?

Imagino que lo que quiere todo artista: llegar a la gente, sobre todo eso. Que mi nombre se relacione con el buen arte que digan hay una exposición de Navarro y la gente sienta el deseo de ir a ver la obra, que les interese ir a ver qué fue lo que hice. El tema del ser humano contemporáneo y sus problemáticas existenciales en el mundo contemporáneo siempre va a estar, pienso que a medida que vaya trabajando lo que va a cambiar es tal vez la forma, la estética, porque me gusta experimentar, combinar técnicas, plantearme retos.

Hemos conversado todo el tiempo sobre la pintura, pero ¿qué hay de tus esculturas de piel?

Tuve una ilusión hace muchos años de hacer una exposición de esculturas nada más, pero es que han ido tomando muchos caminos y es my difícil reunir todas esas piezas…

¿Cuándo asistiremos a una personal de Navarro?

Quiero acabar de hacer una expo, porque además ya todo el mundo me pregunta cuándo y ya quiero hacer una personal. Tengo en mi mente una muestra que hable de todo, de la política, de las aspiraciones, del erotismo… de todo, me lo estoy planteando muy seriamente, todavía no tengo una fecha, pero espero que sea pronto.

Me despido también esperando por la ocasión de compartir toda la obra de Navarro, y especialmente este Fidel entrañable que merece salir de la casa del artista a veces transgresor, pero nunca irreverente y siempre tan cubano como virtuoso.

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Comentarios

En el cuadro de Martí sale con un Mandil de Masón
¡¡Descubriste el agua tibia!! Precisamente el párrafo que está al lado de dicho cuadro habla de la influencia de la Masonería y su filosofía en la obra del pintor.

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