La ciencia en función del desarrollo cubano
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“El próximo año vamos a transitar por una avenida más ancha, donde las ciencias serán más visibles en la solución de los problemas que nos impone el desarrollo”, declaró hoy Miguel Díaz-Canel Bermúdez, vicepresidente del Consejo de Ministros, en un aparte con la prensa.
Pero para eso, precisó, además del trabajo de los científicos, necesitamos también una cultura de los que pueden aplicar la ciencia y la innovación, para evitar dejarlas engavetadas.
Durante la primera jornada de trabajo de las comisiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y luego de una sesión conjunta de la Agroalimentaria y la de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología; el también miembro del Buró Político, resumió en respuesta a Prensa Latina, cómo “de una manera novedosa se había mostrado la intención que existe de convertir a la ciencia en parte de las cadenas productivas de alimentos.”
De tal manera, aclaró, que la ciencia se vuelva también una fuerza productiva en ese importante quehacer. Abogó porque pueda cerrarse el ciclo de investigación-desarrollo-producción-comercialización, y que después retroalimente tanto a la cadena productiva, como a la propia labor científica y su aplicación.
Díaz-Canel insistió en que, más que el empeño en experiencias puntuales, lo que debemos proponernos es ver cómo generalizamos los resultados. Para conseguirlo, indicó un conjunto de decisivas condicionantes: “primero, que nos tenemos que conocer bien, porque muchas veces los productores que necesitan innovación y desarrollo no conocen quiénes son los investigadores, o los centros científicos que pueden propiciarles la solución”.
Asimismo, señaló que no siempre quienes dirigen unidades productivas disponen del necesario conocimiento sobre la innovación y el desarrollo. “yo creo, enfatizó, que también tenemos que ir incentivando ese pensamiento en los que dirigen; y que cada vez que surja la necesidad de enfrentar un problema o potenciar algo, que su primer pensamiento sea cómo aplicamos la ciencia, la innovación y el desarrollo para lograrlo.”
Como tercer elemento mencionó la urgencia de actualizar, hacerles estudios de factibilidad y aplicar en mayores dimensiones las muchas investigaciones hoy desarrolladas a pequeña escala, siempre y cuando exista la convicción de que pueden ser exitosas. Ello, precisó, para realmente ver su posibilidad de implementación.
Tres escenarios
El vicepresidente refirió en cuanto al vínculo de las ciencias con la producción agroalimentaria, que actualmente debe trabajarse en tres escenarios: “Uno inmediato, dado por las investigaciones ya probadas y que debemos generalizar. Ya se trabaja en función de eso”.
Como segundo escenario queda planteado, según indicó, lo que se puede hacer de manera mediata a partir de las investigaciones que ya tienen un determinado resultado pero deben llevarse a otras escalas para luego actualizarlas, extenderlas e implementarlas finalmente.
En el futuro se ubica el tercer escenario, donde, al decir del entrevistado, se abrirán nuevas investigaciones para solucionar problemas nuevos.
“Creo que el momento es muy oportuno. La propia dirección del Ministerio de Economía y Planificación está planteando que donde quiera que haya una investigación que aporte a la producción de alimentos, el dinero que está en función de esa producción debe ponerse también en función de esa investigación. Es decir, se trata de una manera de aplicar resultados y, a la vez, de disponer de financiamientos para las ciencias.”
Explicó que en los propios experimentos empresariales que tendrán lugar en los próximos meses como parte de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social, se reconoce que las empresas deben dedicar un gasto a partir de sus ingresos en función de la innovación y el desarrollo.
“En la medida en que avanza la puesta en práctica de dichos Lineamientos – sentenció-, la dirección del país constantemente está dando nuevas tareas, en particular al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medioambiente (CITMA), como organismo rector de la actividad científica para apoyar con investigaciones los nuevos problemas de nuestro desarrollo.”
El entrevistado hizo un paréntesis en sus consideraciones para las ciencias sociales, y señaló que su aplicación se cuenta entre las insatisfacciones del mundo científico cubano. “Porque no podemos desarrollar nada solo desde el ámbito de los otros saberes, sin incorporar estos, debido a que hoy los problemas son tan complejos que hay que tratarlos holísticamente”. En ese orden de cosas, argumentó que la Comisión de Implementación de los Lineamientos creó un Consejo Científico-Técnico, el cual está trabajando 42 temas. Por tanto, apuntó, ya existe la posibilidad de que las ciencias sociales estén también presentes en todo este desarrollo.
A modo de conclusión, Díaz-Canel reflexionó: “Yo creo que hay muchas señas indicando que se va ganando en madurez, en cultura de la necesidad de aplicar la ciencia en función del desarrollo.”
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