¿Y si el asteroide 2024 YR4 choca con la Luna?
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Imagen: ESA/ NASA
El asteroide 2024 YR4 ya no es un riesgo para nuestro planeta, pero sigue en el centro de la atención, ahora por una posible colisión con la Luna el 22 de diciembre de 2032.
No obstante, la probabilidad de que 2024 YR4 impacte contra la Luna es baja, de menos de un 4%, según la NASA, apoyándose en los estimados que ha permitido el gran telescopio James Webb, para analizar esta "polémica" roca de unos 60 metros de diámetro.
En caso de ocurrir el choque con la Luna, sería a una velocidad aproximada de 17 kilómetros por segundo, equivalente a unos 61 200 kilómetros por hora, lo cual no significaría peligro alguno para la Tierra.
Incluso, no serían mayúsculos sus efectos sobre la superficie lunar, pero sí significaría una oportunidad muy especial para que los científicos analicen tal fenómeno.
Existe cerca de un 4% de probabilidades de que el asteroide 2024 YR4 impacte la Luna el 22 de diciembre de 2032. Imagen: Territory Space
Como la Luna no tiene atmósfera, todos los objetos que chocan contra su superficie, aun siendo pequeños, pueden impactar contra ella sin obstáculo alguno, generando un gran destello.
La posible colisión del asteroide con la Luna causaría un cráter de entre 500 y mil 500 metros de diámetro, lo que está en el límite para ser observado con un telescopio pequeño.
Así lo considera el Doctor Mauricio Reyes Ruiz, investigador del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien precisa que “Seguramente será uno de los eventos más brillantes que se hayan observado desde que se empezaron a monitorear los impactos con la Luna hace aproximadamente 25 años”.
Por su parte, Alan Fitzsimmons, astrofísico de la Universidad de Queen’s, en Belfast, igual ratifica lo singular de esa oportunidad única: permitiría observar en tiempo real cómo se forma un cráter lunar a partir del impacto de un asteroide conocido y perfectamente caracterizado. Sería la primera vez en la historia de la ciencia que se presencia tal fenómeno con este nivel de precisión.
“Estamos cruzando los dedos para que ocurra el impacto lunar. No tendría ningún efecto sobre la Tierra, pero nos permitiría estudiar el proceso de formación de un cráter con una claridad sin precedentes”, declaró el profesor Fitzsimmons.
La próxima ronda de observaciones del telescopio James Webb está prevista para mayo próximo. Será entonces cuando los científicos podrán precisar aun mejor la órbita del asteroide y quizás tener mayores certezas de si el 22 de diciembre del 2032 la luna recibirá su impactante visita.
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