Bloomberg y sus propios «niños enjaulados» (+ Podcast)
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Traducción al español: Amilkal Labañino
En 1999, Michael Bloomberg me llamó y me pidió que fuera su "cita" a la cena anual de corresponsales de la Casa Blanca. Dije que sí. Cuando llegué allí, estaba con su otra "cita": Charlie Rose. Asqueroso. Esos dos eran como dos gotas de agua. Dos años después, Bloomberg fue alcalde. Tomó el programa "Parar y registrar" de Rudy y lo magnificó. Doce largos años de Bloomberg de acorralar, arrestar y agredir a cinco millones de hombres negros y mestizos inocentes desde 2001 hasta 2013. Sí, es cierto:
Cinco millones de niños y jóvenes negros y mestizos (¡un número simplemente incomprensible!). Y es precisamente por eso que les ruego a todos que dejen fuera a Bloomberg en este año electoral.
En los estados policiales pasados y presentes, para facilitar que la policía identifique a los infrahumanos que quieren aterrorizar, las autoridades requieren que los cazados porten documentos de identidad, o lleven una "letra escarlata", o que tengan un emblema de identificación cosido a su ropa. Nada de esto era necesario en la ciudad de Nueva York. La marca de su estatus como "sospechoso permanente" ya estaba en ellos: su piel. Cubría todo su cuerpo. No se podía quitar. Una mancha permanente para los sospechosos permanentes.
Fue muy fácil agarrarlos, arrestarlos e infundirles un miedo enfermizo que se vieron obligados a llevar con ellos cada vez que salían de sus casas. Esa, por supuesto, era la verdadera intención de Bloomberg y compañía: recordarle diariamente a una raza de personas quién estaba al mando; quién debía inclinar la cabeza y obedecer las órdenes; quién debía cerrar la boca sobre su falta de una vivienda digna, ingresos con los que pudiesen vivir, atención médica o ir a una importante escuela. Caza, acecha, neutraliza, y ata. Luego, libérelos y déjelos ir a casa para que se suman en una mayor desesperación, atrapados en su miseria, encarcelados incluso si no están dentro de una prisión real: la marca de Bloomberg en niños enjaulados. Digo estas verdades como las he presenciado. Mi podcast de RUMBLE, el episodio de Bloomberg, acaba de ser publicado.
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