Relaciones irano-sauditas: Golpe al Imperio y el sionismo

Sin dudas es un premio a la diplomacia que de manera limpia practica China el haber logrado el restablecimiento de relaciones entre Irán y Arabia Saudita, rotas en el 2014, lo cual significa el retroceso del imperialismo norteamericano de su influencia en el Medio Oriente y la pérdida de un potencial socio de Israel para socavar aún más la deteriorada unidad árabe.

Un año de inteligente diplomacia empleó Beijing para hacer valer sus buenos oficios y lograr algo que no era fácil imaginar, debido a las grandes disparidades existentes entre ambas naciones.

Lo cierto es que China prosigue aumentando aún más su influencia en el actual mundo político y se vuelve un instrumento valedero para zanjar los más acuciantes problemas internacionales, como el actual creado por el imperialismo contra Rusia mediante la utilización del régimen ucraniano.

Algunos que se dicen expertos afirman que todo esto es un desafío a la administración norteamericana y es una bofetada al presidente, Joe Biden, y aunque en verdad es un golpe al imperialismo y el sionismo, hay que verlo principalmente en las necesarias acciones de paz que requiere el convulso mundo de hoy día, en la necesidad de eliminar las injustas sanciones de Occidente a Irán y lograr que la monarquía saudita revise sus relaciones con gobiernos hegemónicos que la han utilizado como parte de la punta de lanza imperial que encabeza Israel contra los pueblos de la región.

Con evidente hipocresía, un vocero de la seguridad estadounidense trató de hacer creer que Estados Unidos se sentiría satisfecho si este acuerdo “puede poner fin al conflicto en Yemen, que se encuentra sumida desde el 2014 en una guerra civil protagonizada por los hutíes, respaldados por Irán, y los zaidíes, apoyados por Arabia Saudita”.

Como muchos conocen, Estados Unidos ha sido el principal propugnador de esta guerra genocida en la que ha utilizado a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos para destruir a Yemen, no importa a qué precio.

RECONOCIMENTO A CHINA

Cabe destacar que, en la declaración conjunta emitida por Irán, Arabia Saudita y China, los dos países islámicos expresaron su gratitud a Beijing por acoger las conversaciones. 

Al mismo tiempo, se cree que el mayor fracaso para Washington es el papel de Beijíng como mediador en las conversaciones exitosas en una región donde los estadounidenses llevan mucho tiempo promoviendo su influencia. 

Por su parte, el director del programa para Oriente Medio del estadounidense Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Jon Alterman, señaló que la participación de China refuerza su influencia creciente, lo que contribuye a la narrativa de una presencia mundial estadounidense cada vez menor. "El mensaje no tan sutil que envía China es que, si bien EE.UU. es la potencia militar dominante en el Golfo, China es una presencia diplomática poderosa", afirmó.

De hecho, las naciones de Oriente Medio reconocen el fortalecimiento de sus relaciones con el gigante asiático. Así, el canciller saudita, el príncipe Faisal bin Farhan al-Saud, declaró a principios de esta semana en Londres que China es el mayor socio comercial de Riad. "Para nosotros, China es un socio importante y valioso en muchos ámbitos. Mantenemos excelentes relaciones de trabajo en muchos sectores”.

CULPAN A NETANYAHU

El restablecimiento de los lazos entre dos países islámicos hizo que la oposición israelí acusara de ello al gobierno actual de Benjamín Netanyahu. "El restablecimiento de relaciones entre los sauditas e Irán es un hecho grave y peligroso para Israel y representa una victoria diplomática iraní [...] Se trata de un fracaso asombroso del gobierno de Netanyahu y es el resultado de una combinación de negligencia diplomática, debilidad general y conflicto interno en el país", declaró.

Mientras tanto, un alto funcionario israelí que acompañó a Netanyahu a Italia intentó culpar al gobierno anterior y a la Administración Biden: "Había una sensación de debilidad estadounidense e israelí, por lo que Arabia Saudita recurrió a otros canales", dijo, señalando que los miembros del gobierno anterior deberían preguntarse por qué las conversaciones entre Irán y Arabia Saudita comenzaron durante su mandato en el 2021, tras años de enfrentamiento.

RESULTADO

Se trata de una victoria para el diálogo y la paz, y envía señales claras al turbulento mundo actual. Y es que Ucrania no es el único problema de este mundo. Hay muchas otras cuestiones relacionadas con la subsistencia de la gente que requieren la atención de la comunidad internacional.