OPINIÓN: Erislandy y Mijaín, trono dividido
especiales
Ha ocurrido anteriormente, y creo que para hacer justicia, este año el premio al mejor atleta individual del año en Cuba debió ser compartido entre el boxeador Erislandy Álvarez y el luchador Mijaín López.
La hazaña del gigante de ébano realmente no tiene parangón. Sin nada que perder, porque sucediera lo que sucediera en los Juegos Olímpicos de París era ya una leyenda del deporte mundial, el pinareño salió con casi 42 años como si tuviera 20, en plan arrasador contra quienquiera que se le pusiera enfrente.
Se convirtió en la Ciudad Luz en el único deportista en la historia en ganar títulos en cinco Juegos Olímpicos, el más longevo en subir al podio en la lucha y, por supuesto, el único gladiador con cinco oros.
En la Arena Campo de Marte mantuvo su dominio total del colchón y jamás estuvo en peligro, aunque no ganó con la superioridad de torneos anteriores; simplemente el ídolo de Herradura reservaba fuerzas para cerrar como el mejor gladiador de todos los tiempos.
Pero con todos esos enormes méritos, no llegan a ser más de cuatro combates oficiales en todo el año, y por eso creo que merece reconocimiento el único representante de la escuadra cubana de boxeo que se llevó una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024.
La revancha con el francés Sofiane Oumiha fue su punto culminante, porque no solo se trataba del púgil que lo había vencido en el Mundial de Tashkent 2023, sino del ídolo local, el que todos los aficionados galos querían ver al fin levantar el brazo en una final olímpica.
Además, era el único boxeador del planeta que llegaba a París con los títulos de los dos certámenes del orbe del ciclo, pero nada de eso impresionó demasiado a Erislandy, que salió al encerado a comérselo vivo.
Al cienfueguero no se le vio afectado en demasía tampoco por combatir en un duelo a seis asaltos durante Noche de Campeones de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) celebrada en La Habana, cuando menos de un mes antes estaba boxeando a tres en París.
Es cierto que perdió en su primera oportunidad de clasificarse a la cita estival, en el preolímpico de Italia, pero de ahí en adelante su paso ha sido inmaculado, incluida su incursión en la recién estrenada Copa del Mundo de la IBA.
Precisamente el mismo que le venció en Busto Arzizio, el tayiko Bakhodur Usmonov, será su rival en las semifinales del próximo 18 de enero en Beijing, China. Pero como se ve, ya esto será en 2025, y el 2024 lo cerró con ese único descalabro.
Por eso esta vez apostaba por que se compartiera el trono dada la actividad mucho más prolífica del boxeador a lo largo del año, pero aplaudo también al ganador Mijaín, sin dudas el mejor deportista cubano no del 2024, sino de la historia.
Añadir nuevo comentario