El legado del Che Guevara
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Monumento a Ernesto Che Guevara, ubicado en el Complejo Escultórico que lleva su nombre, en la ciudad de Santa Clara, Cuba, el 8 de octubre de 2022. ACN FOTO/Omara GARCÍA MEDEROS
Era octubre de 1967. Casi nadie sabía con exactitud dónde estaba el Che Guevara, el argentino excepcional devenido uno de los principales líderes políticos y militares de la Revolución Cubana. De la última información conocida sobre él se recordaba que “otras tierras del mundo” habían reclamado “el concurso” de sus “modestos esfuerzos”.
Eso le había escrito el Che a Fidel Castro cuando abandonó la vida pública en Cuba. El 3 de octubre de 1965 el Comandante en Jefe lo dio a conocer al pueblo, al leer la emblemática carta de despedida, en ocasión de la creación del primer Comité Central del Partido Comunista.
Para el Guerrillero Heroico, el tiempo transcurrido de 1965 hasta 1967 resultó de una extraordinaria actividad revolucionaria, tanto desde el punto de vista teórico como desde el práctico. Primero encabezó la guerrilla en el Congo, donde fue médico, instructor y combatiente de una causa lejana en lo geográfico, pero muy cercana en lo ideológico: la lucha antimperialista y por la completa liberación de los pueblos oprimidos.
Desde La Habana Fidel lo exhortó a evaluar con objetividad la situación político-militar del conflicto congoleño. Los mensajes intercambiados entre ellos demuestran la compenetración que llegaron a tener estos dos grandes hombres de acción e ideas. A la postre, en noviembre de 1965, después de siete meses en aquel país, el Che cruzó el lago Tanganica, una de las fronteras naturales del Congo, y regresó a Tanzania. Allí tuvo tiempo para pasar en limpio sus anotaciones y redactar las memorias de su experiencia africana.
En su eterna batalla contra las injusticias, halló un nuevo teatro de operaciones, un sitio desde donde hacer brotar la revolución de toda la América. Tras una estadía en muy bajo perfil en Cuba, salió de nuevo sin títulos ni cargos, pero con toda la virtud, y se internó en Bolivia, en el corazón del continente.
Era octubre de 1967. El día 8 resultó cercado, herido y hecho prisionero. Fue asesinado el 9, cuando un militar boliviano ensució sus manos ante la Historia para cumplir los designios de la CIA, presente en el lugar de los hechos.
Sin embargo, su legado trasciende a estos días. Se materializa en todos aquellos que ponen una pizca de empeño en hacer de Cuba un país cada vez mejor. Su legado transita por sus discípulos directos, guerreros también de esta gesta: los hermanos Acevedo, Pombo, Urbano, Dreke, Pardo Guerra, el Capitán San Luis, Pinares, Tania la Guerrillera y tantos otros. Transita por ellos y llega a los hombres y mujeres que continúan defendiendo la unidad, por una Cuba cada vez más democrática, socialista, próspera, sostenible, soberana y justa.
Buen día, #Cuba
Hoy en el recuerdo el Comandante Ernesto Guevara de la Serna.#AHORA el presidente @DiazCanelB está en Santa Clara, y participa en el acto de homenaje al Che, que vive en cada batalla emprendida por Cuba.
Lo acampañan más de 2 000 santaclareños.#CheVive pic.twitter.com/n1t2x60tFY— Presidencia Cuba (@PresidenciaCuba) October 8, 2022
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