Unicef: el cólera en Haití «es casi una sentencia de muerte» para los niños

 El resurgimiento del cólera en Haití es casi una sentencia de muerte para los niños, que con sistemas inmunitarios debilitados tienen tres veces más probabilidades de morir como consecuencia de la enfermedad, denunció el representante en el país del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Bruno Maes.

"Uno de cada tres enfermos de cólera es menor de cinco años. Para los niños que ya están debilitados por la falta de alimentos nutritivos, contraer el cólera y sufrir sus efectos, como la diarrea y los vómitos, es casi una sentencia de muerte", afirmó Maes en un comunicado.

Actualmente unos 100.000 niños menores de cinco años que sufren desnutrición aguda grave, lo cual los convierte en blanco frágil de la enfermedad diagnosticada en Haití el 2 de octubre y que hasta la fecha dejó 35 fallecidos oficiales.

Además, de los 560 casos sospechosos, que incluyen las cifras de la Penitenciaría Nacional, 188 son menores de 19 años y 84 aún no cumplieron los cinco, de acuerdo con el balance del Ministerio de Salud divulgado este viernes.

"La crisis en Haití es cada vez más una crisis de los niños" comunicó Maes, y señaló que en Cité Soleil, donde se registraron los primeros casos, hasta 8.000 menores corren el riesgo de morir por malnutrición concurrente y cólera.

El brote que se extiende rápidamente en la capital haitiana y ciudades aledañas ocurre en un momento crítico de inseguridad con el bloqueo de las pandillas al suministro de combustibles, lo que pone en riesgo el funcionamiento de los hospitales.

También las empresas potabilizadoras de agua alertaron que detendrían su producción por el desabastecimiento y las escuelas no pudieron reiniciar las clases desde julio.

El 13 de octubre, directivos de la Terminal Varreux, que se encuentra bloqueada desde mediados de septiembre, informaron que hombres armados irrumpieron en las instalaciones y "al parecer" hurtaron productos petrolíferos, pero sin indicar la cuantía.

El Gobierno, por su parte, pidió un despliegue de tropas extranjeras para contener a las bandas que operan con impunidad y controlan más de la mitad del territorio capitalino, aunque la solicitud generó un amplio rechazo de organizaciones políticas y sociales.