El primer ministro haitiano, Garry Conille, ordenó el despliegue de policías locales y soldados de élite allí donde las luchas por la seguridad son más intensas, con el objetivo de frenar la violencia de las bandas armadas.

El premier haitiano informó que sostuvo una reunión urgente de alto nivel con las fuerzas de seguridad nacionales y miembros del gobierno para evaluar la preocupante situación que prevalece, particularmente en Puerto Príncipe y la región de Artibonite.

«Nuestras tropas y la Unidad Temporal Antipandillas (UTAG) están listas para enfrentar las amenazas que enfrenta nuestro país. Su lucha es nuestra lucha. ¡Juntos liberaremos a Haití de las pandillas!», escribió el primer ministro en su cuenta de X.

«No cederemos distritos estratégicos como Solino y otras zonas recientemente liberadas. La seguridad de nuestros conciudadanos no es negociable», afirmó el primer ministro haitiano en su cuenta en X.

El domingo 20 de octubre, Conille visitó unidades especializadas de la Policía Nacional y a soldados en el Cuartel General de las Fuerzas Armadas para analizar la puesta en marcha de nuevas estrategias frente a la violencia.

«Estamos avanzando cada día, de forma más estratégica y eficaz, para actuar juntos y recuperar el control de las zonas ocupadas por bandas criminales«, indicó Conille.

El domingo, las bandas atacaban simultáneamente zonas y barrios de Puerto Príncipe, entre ellos Solino, Delmas 24 y Tabarre 27.

Según medios locales, las padillas habían provocado muertes y la huida de sus hogares de cientos de personas. La Policía Nacional informó, por su parte, de que había abatido a una docena de criminales al norte de la capital.

A raíz de la constante violencia provocada por los grupos armados, la Unicef calcula que «el número de niños y niñas desplazados internos que hay en Haití ha aumentado en un 60% desde marzo, el equivalente a un niño cada minuto».