OPINIÓN: Heroínas nadadoras en San Salvador (+ Videos)
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Fotos y videos: Facebook Jit Deporte Cubano
Es común que en citas deportivas los pronósticos fallen en algún momento, y este o aquel deportista o deporte quede por debajo, y otro asuma su lugar. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023 vimos que el boxeo, tradicional fuerza motriz del medallero, estuvo bien por debajo de lo esperado, pero contra todo pronóstico, la natación ocupó su lugar con una actuación tan inesperada como alentadora.
Las chicas estuvieron sencillamente espectaculares, con cuatro medallas de oro, y destaque particular para Elisbet Gámez, quien estuvo presente en todas. La Sirena del río Miel ganó los 100 y 200 metros del estilo libre y fue fundamental en los relevos 4x100 y 4x200 de esa modalidad, además de finalizar con plata en los 400.
En el Centro Acuático Merliot la guantanamera vivió sin dudas los mejores momentos de su todavía joven carrera, y sacó satisfacciones de los miles de kilómetros nadados en los entrenamientos.
Sensacional fue su cierre en el 4x100, cuando saltó al agua en tercera posición y en apenas una piscina logró desbancar a las mejores representantes de México y Colombia. Fundamental fue aquí también el tramo de Andrea Becali en la segunda posta, y el esfuerzo de las otras dos chicas para que las rivales no se fueran demasiado delante.
La estrategia salió a la perfección, porque colocarlas juntas para el cierre parece una buena idea, pero sicológicamente si entran en competencia con demasiada desventaja les puede faltar esa adrenalina extra que da el saber que las oponentes están más al alcance.
Además, el registro de 3:45.18 quedará en los libros como nuevo récord para Juegos Centroamericanos y del Caribe al menos hasta la siguiente edición.
En el 4x200 la victoria fue mucho más amplia, también con nueva cota para este tipo de lides (8:10.47), en los dos casos nada menos que dos segundos por debajo de los que impuso México en Barranquilla 2018, una distancia que es considerable en este deporte.
Si de distancia se trata, la ventaja en esta última prueba de siete segundos con respecto a las propias mexicanas, medallistas de plata, resultó abismal.
Más allá de eso, me encanta que todos los que incursionan en deportes de tiempos y marcas mejoren las suyas, como ocurrió con casi todos los representantes de nuestra natación, incluidos ambos sexos.
En este tipo de modalidades además de batir a los rivales es importante superarse a uno mismo, y siempre que alguien logre mejorar sus registros será positivo. La progresión que vemos de estos muchachos desde los Juegos del Caribe del pasado año y ahora es motivo de orgullo, en un deporte en el que es bien complicado colocar a un nadador en la elite mundial, como hicimos en la última década del siglo pasado.
Y con esto me viene a la mente que todavía la natación no termina, pues faltan las pruebas de aguas abiertas, con las pruebas de cinco y 10 kilómetros en ambos sexos, más el relevo mixto, y nuestro medallero seguro aumentará.
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