Maykel Blanco en CubaSí, con la mirada en el Festival de la Salsa

Cámara y edición de video: Amilcar Acosta / CubaSí
Fotos: Maikel Herrera / CubaSí
 

Quedan unos cuantos meses para que comience la fiesta, pero el popular músico cubano Maykel Blanco y su equipo ya tienen listos todos los ingredientes para la salsa musical que llegará entre el 20 y el 25 de febrero de 2024.

Lo supimos de primera mano y en casa, pues el director de Salsa Mayor y presidente de honor de este esperado evento nos visitó en la redacción de CubaSí. Durante el diálogo, comentó que ya está lista y disponible, en la página oficial del Festival de la Salsa en Cuba, la programación prevista para el capitalino Club 500.

«Tenemos que resaltar el trabajo de la Empresa de Carnavales, de Artex, la Dirección Provincial de Cultura, el ICM, MB Producciones, y otros que se suman como Egrem; muchos que colaboran para que se pueda realizar este festival», consideró.

Se presentarán cuatro agrupaciones cada día, comenzando por el 21 de febrero: Los Van Van; Mónika Mesa; Mayito Rivera; Manolín, el Médico de la Salsa; Manolito Simonet y su Trabuco; Alain Pérez; Haila; Iván, el hijo de Teresa; David Calzado y su Charanga Habanera; Chispa y Los Cómplices; Maykel Dinza y Soneros de la Juventud; Lazarito Valdés y Bamboleo; El Noro y Primera Clase; Paulito FG y su Élite; Elito Revé y su Charangón; Papucho y su Manana Club; La Original de Manzanillo; la orquesta de Adalberto Álvarez y su Son; Alexander Abreu y Havana D'Primera; Issac Delgado y, por supuesto, Maykel Blanco y su Salsa Mayor. 

«La idea es que se repita lo que hemos venido haciendo año tras año, pero siempre darle alguna frescura, traerlo un poco a lo que está sucediendo hoy. Yo pienso que tiene el mismo espíritu, es el mismo Festival con los mismos deseos; por supuesto, ha ido mejorando, ha ido creciendo, aunque yo tengo que resaltar que tuvimos la suerte, desde la primera edición, de que hubiera mucha afluencia de público», destacó Maykel Blanco.

El líder de «los mayores» recalcó: «El objetivo del Festival siempre ha sido promover la música cubana que se está haciendo en la actualidad y exponerla, tanto para el público cubano como para los visitantes extranjeros, desde una perspectiva bien trabajada, con una producción grande en cuanto a parafernalia, todo lo que tiene que ver con luces, la calidad de sonido, la puesta en escena como tal, para que sea un gran espectáculo. Eso desde los inicios lo hemos cuidado mucho, y en la actualidad seguimos haciéndolo. 

«Hoy estamos trabajando en una escenografía aún más grande, que sea diferente, muy cercana a lo que está pasando en la actualidad a nivel internacional, y que cada uno de los músicos, de los artistas que suba al escenario, sienta que estamos en nuestra casa y que en nuestra casa podemos hacer grandes cosas para exportar al mundo».

Aunque no es la esencia del Festival de la Salsa en Cuba, se prevé también un programa colateral:

«El Festival, para darle una variedad, también tiene un espacio para los talleres de baile; tenemos un día en que se hace un recorrido en el cual lo mismo podemos asistir al ensayo de una agrupación, a una escuela de música, pero realmente esto lo hacemos para darle un valor más al Festival y para que el público interesado en conocer cómo nosotros vivimos nuestra música aquí adentro, cómo la hacemos, cómo convivimos con ella, tenga esa participación, ese contacto directo».

El Festival de la Salsa en Cuba se propone ser, además de una vitrina donde mostrar el quehacer de la música popular bailable en la isla, un sano espacio de interacción:

«Yo pienso que uno de los grandes valores que tiene el Festival es que confluyen muchos géneros con un denominador común, que es la música cubana: el son, la timba, la salsa. Le llamamos Festival de la Salsa porque es el término comercial que se emplea en el mundo y queríamos sumarnos a todo lo que sucede a nivel internacional, pero realmente, todos los músicos no hacemos la salsa tal cual la conocemos: hay quien hace son; hay quien hace songo, como es el caso de Van Van y Salsa Mayor; en Cuba tenemos mucha variedad. En el mundo nos presentan como salseros porque es el código más comercial, pero tenemos diferentes géneros dentro de nuestra gama musical, y todo eso lo podemos encontrar en el escenario del Festival.

«Otra cosa que se respira en el Festival es que confluyen público cubano e internacional, y entonces hay un intercambio de energía que le hace mucho bien al género como tal. Se suman bailarines, algunos son cubanos, otros no, y esa es una forma más de encontrarnos los defensores del género; lo mismo sucede con los DJ, empresarios, promotores. Esto crea un ambiente que necesita la música para que siga respirando, oxigenándose».