La vida en versos: Una mujer escribe este poema
especiales

En el Siglo de la avitaminosis y la cosmonáutica no, en el siguiente, una mujer podría estar escribiendo este poema aún.
"A desvergüenza y dentellada", mientras hierven los frijoles que tantas veces siguen siendo violentamente cosa nuestra, una mujer como nosotras: yo, mi hermana (que viene siendo todas las mujeres) cada una en su mundo, en su país, en su batalla, podría escribir, verso por verso, este poema.
Por ejemplo, hoy se me antoja, en las imágenes escritas por la matancera Carilda Oliver Labra, una valiente mujer palestina, en medio de la proeza de vivir entre el sonido de las bombas, "cargada de ultimátums /de pólvora..."
Pero está claro, vamos todas, al menos un pedacito de cada mujer, en esa agitada manera de recorrer lo humano y lo divino (mucho más lo primero que lo segundo).
Ojalá que las angustias, los avatares cotidianos y el patriarcado no nos roben la alcancía de sueños, mucho menos las fuerzas para luchar por ellos.
Una mujer escribe este poema
Una mujer escribe este poema
donde puede a cualquier hora de un día que no importa
en el siglo de la avitaminosis
y la cosmonáutica
tristeza deseo no sabe qué
esperando la bayoneta o el obús
una mujer escribe este poema
sin atributos
a desvergüenza y dentellada
fogosa inalterable arrepentida pudriéndose
caemos por turno frente a las estrellas
todos tenemos que morir
no hay nada más ilustre que la sangre
una mujer escribe este poema
qué estúpida la línea que divide sol de sombra
el crepúsculo pasa
acumulándose al final de las azoteas
supimos de pronto de una trombosis coronaria
existe soledad
sonó una bomba
vean si se me han roto los lentes de contacto
una mujer escribe este poema
separa quince pesos para el alquiler
mi amigo viejo
se desprende del mediodía por la próstata
bailamos
sigue la preparación combativa
no pasarán
una mujer escribe este poema
como quien ha perdido el tiempo para siempre
creo en el corazón de Denise Darval
hemos ganado porque morimos muchas veces
parece que tengo un derrame de sinovia
no hay tiempo para la poesía
de veras que los frijoles se han demorado en
hervir
te juro que mañana presentaré el divorcio
una mujer escribe este poema
como hay fantasmas a las siete en mi pecho
entablillé una rama a la areca que está triste
mamá tu no sabes la falta que me haces
si suena la alarma aérea
recojan a los niños que duermen en la cuna
voy a guardar este retrato del Che
como calló el canario traje un tenor a casa
una mujer escribe este poema
cargada de ultimátums
de pólvora
de rimmel
verde contemporánea lela
entre el uranio
y
el cobalto
trébol de la esperanza
convalesciente de amor
tramposa hasta el éxtasis
tonta como balada
neurótica metiendo
sueños en una alcancía
ninfa del trauma
novia de los cuchillos
jugando a no perder la luz en el último tute
una mujer escribe este poema.
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Adriano
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