La rutina en el gimnasio Paul Souriau cambió por estos días al ritmo de los judocas cubanos que cierran su puesta en forma para los Juegos Olímpicos de París 2024.

Erigida en la localidad de Boulogne-Billancourt, a escasos kilómetros de la capital gala, la instalación acoge al campeón mundial de Taskent 2023, Andy Granda (+100 kg), y al subtitular a ese nivel en Bakú 2018, Iván Silva (90 kg).

Bajo la atenta mirada del estratega Julio Alderete y los restantes miembros del colectivo técnico, ambos se entregan a fondo en jornadas a las que también tributan como ukes sus compañeros Jorge Carlos Pineda, Liester Cardona, Jonathan Loynaz y José Alexis García.

«Llegamos aquí después de un campo de entrenamiento en España, donde cumplimos todos los propósitos que identificamos para esa etapa», explicó a JIT Alderete, antes de afirmar que la fase actual también deja saldos alentadores.

«Hemos encontrado excelentes condiciones, con mucho apoyo de las autoridades de la ciudad, y mantenemos el trabajo con los niveles esperados», sentenció, complacido con las respuestas de Silva y Granda, quienes competirán el 31 de julio y el 2 de agosto, en ese orden.

Ambos se sumaron a la emisión de elogios en torno a las facilidades encontradas como fruto de la labor de Cuba-Cooperación Francia y destacaron el rango que marcó la estancia en suelo español, dada la presencia de reconocidos atletas europeos y asiáticos.

Explicaron que la prioridad ahora es perfilar las herramientas competitivas, jerarquizando el estudio de los rivales, para afianzar el pensamiento táctico, la toma de decisiones, la corrección de errores y la consolidación de sus respectivas potencialidades.

Pese a reconocer las exigencias de la cita que será inaugurada el 26 de julio, se declararon centrados en el propósito de subir al estrado de premiaciones, estimulados por el aprovechamiento de las jornadas a las que se entregan a plenitud.