Ileana Morales: La ciencia como pasión y desafío

La doctora Ileana Morales tiene un largo pacto de amor, desafíos, sacrificios y compromisos con las ciencias. Más de 36 años de su vida los ha dejado entre la docencia, la investigación, los cargos directivos y los proyectos científicos.

Directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública (Minsap), esta mujer laboriosa y de éxitos profesionales simboliza la voluntad política y de equidad de género que impulsó la Revolución cubana y su líder histórico, Fidel Castro, desde los años de 1960. 

Con una inclusión sin precedentes, ellas fueron llamadas a participar en el desarrollo de todos los frentes vitales para la nación. En lo particular, la actividad científica marcaría el destino de varias generaciones y los principales sucesos por venir.

Doctora Ileana Morales, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública (Minsap). Foto: Panchito González / Prensa Latina

El incentivo mayor llegó luego de que Fidel anunciara que el futuro de Cuba tendría que ser necesariamente de hombres de ciencia y de pensamiento. Para la doctora Morales, resulta decisivo el hecho de que el país apostara siempre por el concepto de utilidad social que desempeña este campo del saber. 

Unida a tal empeño, hoy acumula una impresionante hoja de servicios que incluye programas investigativos, unas 100 publicaciones de artículos y libros, el liderazgo de varias comisiones científicas y de proyectos de investigación interinstitucionales, entre muchas otras responsabilidades.

Máster en Ciencias de la Educación Médica, Profesora Auxiliar, Especialista de Primer Grado en Anatomía Humana y de Segundo Grado en Salud Pública, los logros de Ileana resultan fértiles también en su accionar durante la dura batalla que la isla libró para frenar el azote del SARS-CoV-2.

De ello da fe el Gran Premio Anual de la Salud que recibió en diciembre de 2022. Este galardón, el mayor reconocimiento que confiere el Minsap, lo recibió junto a otros 50 colegas por el estudio «Vacunación contra la COVID-19 en Cuba: una experiencia exitosa de estrategia innovadora en la salud».

La doctora Morales interviene en una de las sesiones de trabajo que tenían lugar a diario entre el Grupo de Ciencia para el enfrentamiento a la COVID-19 y la alta dirección del país. Foto: Estudios Revolución

El trabajo del equipo fue laureado por la hazaña que representó la inmunización en términos organizativos, científicos y sanitarios; el alto grado de complejidad como intervención sanitaria; el elevado nivel de trans y multidisciplinariedad y la decisiva contribución en el control de la pandemia a nivel nacional.

Al comentar sobre el premio, Morales expresó que, en su condición de mujer, médico, científico, directiva y coordinadora del grupo que lideró esa misión, «significó un gran honor y un débito con mis compañeros, que desde cada provincia, municipio y vacunatorio, hicieron viable su materialización». 

En tal sentido, especificó, además, constituye el colofón de una obra gigantesca, de todo un hito en la salud pública nacional, en la cual participaron más de 100 000 personas cuya entrega permitió que todo el proceso fuera realidad.

Ciertamente, los dos caóticos años pandémicos consiguieron derogar los esquemas tradicionales e inimaginables de encarar una crisis sanitaria. Lo que arrastró la COVID-19 superó, con mucho, cualquier respuesta ordinaria para desafiar los sistemas de salud más allá de lo posible.

Durante un panel, celebrado en la sede de la Organización Panamericana de la Salud en Cuba, para intercambiar sobre la experiencia de la isla en el enfrentamiento a la pandemia. Foto: Tomada de la página oficial de la OPS

Al evocar los desvelos vividos, la doctora recuerda que cuando se creó el Grupo de Ciencia para el enfrentamiento a la COVID-19 —30 días antes de que se diagnosticaran los primeros casos en territorio cubano—, «nunca sospechamos lo que sobrevendría en los próximos meses con este equipo». 

Así comenzaron las larguísimas sesiones de trabajo, los intercambios con la máxima dirección del Estado, el afán de encontrar respuestas para cientos de interrogantes, la búsqueda de soluciones pertinentes, la creación de protocolos de actuación propios, la aprobación de ensayos clínicos…

Según reconoce, la oportunidad de interactuar, de modo permanente, con científicos y expertos de amplia trayectoria y disímiles áreas del saber determinó que, en cualquier circunstancia, se impusiera una mirada integral y transdisciplinaria del asunto analizado.

Encomiable fue la labor del personal de la salud pública en el control de la COVID-19. Foto: José Manuel Correa

De ahí que guarde esas jornadas entre las principales enseñanzas aprendidas, que ahora atesora tanto como «la enorme responsabilidad y el honor que tuve de conducir a este grupo de magníficas personas y científicos, la mayoría, mujeres».

A todos los distingue el talento y la humildad en su desempeño profesional; la condición de ser trabajadores incansables, creativos, optimistas, alegres, valientes y comprometidos con la salud del pueblo.

A no dudarlo, la doctora Ileana Morales es una cubana de estos tiempos de retadores paradigmas. Su arraigada experticia le permite sortear las obligaciones que abultan la agenda diaria con que desanda, incansablemente, el país y sus instituciones científicas. 

Las mujeres científicas en esta isla conforman un universo de prestigiosas profesionales. Foto: Manuel Muñoa / Prensa Latina

«Queda mucho por forjar. No podemos ser complacientes y creer que hemos avanzado a un punto y podemos aminorar el ritmo de trabajo; no nos perdonarían no hacer todo lo que se pueda hacer. Hay muchos resultados que introducir y generalizar, nuevas formas de colaboración y gestión que explorar».

Con este talante de apasionada consagración, ella prestigia, en sí misma, al sector de la salud pública, donde las mujeres representan el 69,6 por ciento; el de las ciencias, la innovación y la tecnología (53,5 por ciento); al de la investigación (42 por ciento), y al ámbito científico (48 por ciento).