G20: Divisiones en la cumbre por el impuesto a los ricos
especiales
La cumbre del G20 de Finanzas y economía en Río de Janeiro ANSA
El G20 liderado por Brasil está tratando de dar un primer tímido paso para gravar el patrimonio de al menos tres mil multimillonarios en todo el mundo, pero el camino es cuesta arriba, el grupo está dividido y llevará años. Lo que deja una ventana abierta es un párrafo del documento de conclusiones de la cumbre de Ministros de Finanzas y de Bancos Centrales, que afirma la voluntad común de "considerar primeras acciones en esta dirección".
Sin embargo, tuvo sabor a poco, con países como Alemania y Estados Unidos en contra.
"No es necesario", dijo la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.
Pero sigue siendo un resultado para aquellos, como Brasil, que están decididos a no darse por vencidos."Esta semana será decisiva", anunció el ministro de Finanzas brasileño, Fernando Haddad.
Se dará un "impulso a la agenda" sobre la propuesta de gravar el 2% de la riqueza de los ricos -presentada por el economista francés Gabriel Zucman- que, según las proyecciones, podría recaudar hasta 250 mil millones al año, aproximadamente 5 veces el importe que los 10 mayores bancos multilaterales han dedicado a combatir el hambre y la pobreza en 2022.
Por otra parte, según el último estudio de Oxfam, la riqueza media de un miembro del 1% más rico a escala global aumentó en casi 400 mil dólares frente a los 335 dólares (sólo 9 céntimos al día), recaudados en promedio por un representante perteneciente al 50% más pobre del planeta, mientras que, en 2023, 733 millones de personas padecían hambre: una de cada 11 personas en el mundo Se trata de "una construcción muy delicada y no se realizará de la noche a la mañana", insistió Haddad, quien aprovechó la ocasión para recordar que "los pilares de la OCDE tardaron al menos una década".
"Todos somos conscientes de que se trata de una competencia de cada país, difícil de superar con planes globales, pero creo que las dificultades no socavan el compromiso común", indicó, por su parte, el Comisario europeo Paolo Gentiloni.
"De hecho, en el documento de conclusiones de este G20 habrá una voluntad común de considerar primeros pasos en esta dirección", añadió.
Las iniciativas preliminares podrían referirse, por ejemplo, a la puesta en marcha de mecanismos de intercambio de información, en particular en el capítulo inmobiliario.
Según el ministro italiano Giancarlo Giorgetti, la cuestión está estrechamente relacionada con el expediente sobre la fiscalidad internacional en la agenda del G20, que prácticamente todavía está en alta mar.
Y si la propuesta cuenta con el apoyo de Francia, España y Sudáfrica, no funciona para Alemania y Estados Unidos.
"No hay necesidad de negociar un acuerdo internacional para gravar a los superricos", dijo Yellen. "Las políticas fiscales son muy difíciles de coordinar a nivel mundial. No vemos la necesidad y no creemos que sea deseable. Creemos que cada país debe garantizar que su sistema fiscal sea justo y progresivo", sentenció.
Añadir nuevo comentario