En su nuevo álbum, Chick Corea juega con el piano y sus fans
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El pianista y compositor de jazz Chick Corea posa en Clearwater, Florida, el 4 de septiembre del 2020. El nuevo álbum doble de Corea, "Plays", estará disponible el viernes 11 de septiembre. (Mike Carlson/Invision/AP) (Mike Carlson/Mike Carlson/Invision/AP)
Si tienes mucha suerte, un día Chick Corea te hará un retrato. Y como es un músico formidable, será un retrato hecho completamente de notas musicales.
A Corea le gusta invitar voluntarios al escenario durante sus conciertos como solista, sentarlos cerca de su piano y crear poemas sinfónicos espontáneos totalmente subjetivos sobre la persona.
“Empieza como un juego — tratar de capturar algo que veo en música”, dice. “Mientras juego, los veo un par de veces como haría un pintor. Trato de ver si están de acuerdo con lo que toco. ¿Piensan que es realmente un retrato de ellos? Usualmente sí”.
Dos de estos retratos vívidos se incluyen en su nuevo álbum doble, “Plays”, que captura a Corea en varios conciertos armado solo con su piano. Ha dado conciertos en solitario desde 1971 y le gusta la pureza del instrumento.
“Como a un corredor le gusta correr simplemente porque se siente bien, a mí me gusta el piano simplemente porque se siente bien”, dice. “Puedo cambiar velocidades e ir en otra dirección o a otra canción o a lo que sea que quiera. Es un experimento constante”.
Con 23 premios Grammy, Corea se ha ganado el derecho a hacer lo que le plazca. En 1968, reemplazó a Herbie Hancock en el grupo de Miles Davis y tocó en los emblemáticos discos “In a Silent Way” y “Bitches Brew”.
Formó su propio grupo avant-garde, Circle, y luego fundó Return to Forever. Ha trabajado en muchos otros proyectos, incluyendo duetos con Hancock y el vibrafonista Gary Burton. Ha grabado e interpretado música clásica, repertorio popular, solos originales, latin jazz y homenajes a grandes jazzistas.
El nuevo álbum doble es una mirada al corazón musical de Corea, con canciones sobre niños que escribió hace décadas, así como piezas de Mozart, Thelonious Monk y Stevie Wonder, entre otras. Es música que está viva para él ahora, independientemente de la era en que fueron compuestas.
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“Mi amor por Mozart es ahora. Mi amor por Stevie Wonder y Miles Davis es ahora”, dice vía telefónica desde su casa cerca de Tampa, Florida. “Así que cuando llevo eso al escenario y lo mezclo, es totalmente natural para mí. Es como pienso”.
Bernie Kirsh, quien grabó y coprodujo el álbum, ha trabajado con Corea desde 1975 y dice que su amigo combina técnica extraordinaria, generosidad de espíritu y sentido de libertad.
Kirsh ha trabajado con muchos músicos y sabe que pueden ser bruscos. En la primera canción grabó con Corea, algo salió mal con la consola. Kirsh estaba preparado para “una respuesta no exactamente muy amigable”, pero Corea le dijo tranquilo: “OK, hagámoslo de nuevo”. Y Kirsh entonces lo supo: “Esto va a ser una maravilla. Y ha sido una subida realmente maravillosa todos estos años”.
Además de sus interpretaciones de grandes compositores y los retratos musicales, Corea también incluyó en el disco dos ejemplos de otro atractivo en sus conciertos: el improvisador invitado.
Corea invita a alguien del público al escenario — puede ser un niño de 4 años que simplemente quiere tocar unas teclas del piano, puede ser un músico profesional que desea ir nota por nota con Corea — y juntos improvisan.
“Es bastante peligroso, pero eso es lo divertido”, dice. “Cualquier cosa puede pasar cuando la gente sube”.
Las últimas ocho canciones del álbum las escribió en la década de 1970 en honor al espíritu de los niños. Originalmente las escribió para relajarse después de estar en el ruedo, buscando capturar el brillo frente a ellos.
“Tienen toda la vida por delante. Ven las gotas de rocío en la flor. Ven el sol”, dice. “Y tienen esta sinceridad inocente y hermosa con todos y con todo. Es algo que todos tenemos por dentro enterrado en alguna parte. No se ha ido, sólo se ha trancado un poquito”.
Últimamente, Corea ha estado ocupado con dos encargos: un concierto para trombón para la Filarmónica de Nueva York, y un concierto para percusión para la Orquesta de Filadelfia.
“Me intereso en algo y sigo ese interés. Así es como sale mi música”, dice. “Siempre he seguido mi interés. Ha sido mi estilo de vida exitoso”.
También comenzó a dar clases online: creó la Academia Chick Corea para dar su visión sobre la música, compartir las opiniones de otros, responder preguntas y conversar con invitados. Espera que sus alumnos exploren su libertad de expresión y piensen por sí mismos.
“¿Tiene que gustarle a todo el mundo lo que me gusta a mí? No. Lo que hace que el mundo gire es que todos tenemos gustos diferentes”, dice antes de agregar lo que podría ser un lema para este gigante del jazz: “Nos reunimos y colaboramos”.
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