Cocodrilos otra vez presionados
especiales
Como mismo ocurrió en semifinales, Matanzas ha arrancado la final de la pelota cubana con par de derrotas ante Granma, lo cual vuelve a poner las cosas bien complicadas para imponerse en este duelo.
A diferencia del cruce anterior, los Cocodrilos no han asociado los descalabros a la defensa, aunque en el segundo desafío sí hubo un par de jugadas puntuales que marcaron el resultado final.
Primero fue un roletazo al campo corto que debió servir para doble play, pero la bola se le levantó a último momento a Erisbel Arruebarruena y no pudo ser fildeada. Por tradición esto se anota como error, aunque en honor a la verdad, el fildeador no puede hacer más que apelar a sus reflejos cuando el terreno está duro.
La otra fue en un toque de bola que se le escapó al joven receptor Eldris Pérez por quitarle la vista a la pelota, y provocó que se llevaran las bases, en vez de sacar al menos un out. En ambos casos, costaron carreras.
Pero el principal problema de la nave yumurina ha estado a la ofensiva, anulada casi completamente por la efectividad del pitcheo de los Alazanes.
Se sabía que Lázaro Blanco serían un escollo bien difícil, y el mejor abridor del país en los últimos años tuvo solamente un par de errores, que terminaron ambos más allá de las cercas, pero en definitiva los suyos vencieron 3x2.
Luego el veterano Leandro Martínez los dominó completamente hasta que en un lanzamiento le empataron el choque a tres y tuvo que salir por molestias físicas.
Sin embargo, la mejor noticia para el manager Carlos Martí han sido los dos salvados brillantes de Carlos Santana, para proteger la ventaja mínima en el noveno episodio.
Igualmente, la pesadilla principal del mentor Armando Ferrer son los primos Roel y Raico Santos, que en vez de santos son unos verdaderos diablos. De sus muñecas salieron cinco de las seis carreras del segundo choque, y siempre son un problema tanto en el cajón de bateo como en las almohadillas.
Un momento crucial en el choque fue cuando los granmenses empataron a cinco, porque el lanzador Naikel Cruz había lanzado más de 10 rectas y seguía empecinado en la velocidad (quizás por orden del alto mando de los actuales monarcas de Cuba), y Raico le conectó con facilidad.
Otro lastre para los matanceros ha sido el corrido de las bases. El primer día fue enfriado un corredor en tercera por no deslizarse, a pesar de que el coach se lo pedía a gritos, y en el segundo el hombre de la antesala no se fue para el plato para romper un doble play en el noveno, cuando los suyos necesitaban una carrera para al menos ir a extrainnings.
En fin, que los saurios están obligados nuevamente a una épica remontada, si quieren mantener el título más ansiado del deporte cubano.
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