Bloqueo de Estados Unidos lacera la Nefrología cubana
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El bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por Estados Unidos hace casi seis décadas ha limitado a Cuba el acceso a la tecnología para hemodiálisis, una de las más caras que asumen los presupuestos de salud en cualquier país del mundo.
La doctora Yamilé García Villar, jefa del Centro de Medios Diagnósticos y Tecnología del Instituto de Nefrología doctor Abelardo Buch, en esta capital, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que las bramas o filtros que permiten que la sangre pase por los dializadores tienen un alto costo.
Cuba se ve obligada a adquirir la tecnología para la hemodiálisis, fundamentalmente en países de Europa, entre ellos, Alemania, lo cual se hace más costosa, así como también el material gastable muchas veces hay que comprarlo en naciones europeas, lo cual encarece extremadamente un producto por transportación debido a la lejanía.
La especialista de Nefrología y jefa del centro de Medios Diagnósticos y Tecnología de la referida institución del Ministerio de Salud Pública (Minsap) señaló además que para reutilizar los hemodializadores se esterilizan las máquinas de hemodiálisis con desinfectantes como el ácidoBperacético.
También con otras soluciones químicas muy potentes desincrustantes, cuyo traslado no permiten hacerlo en cualquier tipo de transporte; debe ser vía marítima y ello demora y a veces pone en tensión la vitalidad del sistema, señaló.
Por tal motivo el país ha tenido que tomar medidas para disminuir el costo de todos los insumos y dentro de ellas están reutilizar los dializadores, en aras de aumentar su vida útil, subrayó la entrevistada.
Pese al incremento de la COVID-19, Cuba mantiene la vitalidad de los servicios de hemodiálisis en los cuales se atienden a más de tres mil 500 pacientes en hemodiálisis crónica, afirmó a la ACN el Doctor en Ciencias Jorge Pérez Oliva, jefe del programa nacional de Enfermedad Renal, Diálisis y Trasplante del Minsap.
Existen 56 servicios de hemodiálisis en toda la nación con un programa de desarrollo de la especialidad y en los próximos dos año completarán 64, auguró el Profesor Titular del Instituto de Nefrología y presidente de la Sociedad Cubana de la especialidad.
Calificó de muy meritorio el trabajo desarrollado por los especialistas de esa rama en la nación, donde han estado inmersos en todas las etapas de desarrollo de los protocolos de tratamiento para mejorarlos; en las investigaciones sobre COVID-19, y en lo más sagrado: mantener la vitalidad de los servicios de hemodiálisis y de trasplante renal.
Los pacientes crónicos sospechosos a la COVID-19 se han trasladado a otros centros hospitalarios con condiciones para continuar la hemodiálisis, así como también a los casos positivos se les garantiza ese método sustitutivo de la función renal, precisó el catedrático.
Al igual que en el resto del mundo, en Cuba cada año se incrementan los pacientes que necesitan de diálisis, por lo cual el doctor Pérez Oliva reiteró la importancia de la prevención y mantener estilos de vida saludables.
Significó el avezado nefrólogo que según estimados el costo de una hemodiálisis oscila en unos 100 dólares por paciente, por cada sesión de tratamiento que se realiza tres veces a la semana y al año suman 156, aunque Cuba lo ofrece de forma totalmente gratuita, incluido el traslado de los pacientes hasta en los lugares más recónditos de la geografía nacional.
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