Beso a la flor en pleno vuelo, maravilla de la naturaleza

Leer artículos sobre naturaleza, apreciar imágenes donde ella sea la protagonista, por lo menos en mi caso, significa imaginarme en otro ambiente, más libre, colorido y fresco, más ahora por el distanciamiento físico y social y el estrés asociado a la pandemia.

Así fue cuando me tropecé con un artículo de la revista National Geographic dedicado a los colibríes. Lo primero que me vino a la mente fue la imagen del zunzún cuando liba el néctar de un lirio, o una rosa, o cualquier flor en un jardín cubano, lo mismo de un cactus o marpacífico.

Tan placentero, admirarlo de cerca y en silencio. Ojalá tuviéramos visión en cámara lenta. El vuelo del zunzún maravilla con su destreza y los colores de su plumaje. No hay quien lo perciba y no detenga su paso para apreciar la hermosura natural de esta pequeña ave.   

En América Latina existen 47 especies de colibríes. De esta ave fue descubierto que es la única de todo el reino animal que tiene la capacidad de volar en varias direcciones. Pueden ir hacia adelante, atrás, arriba, abajo, o permanecer en un mismo lugar.

De acuerdo con la revista de investigación National Geographic en su versión en español, para el estudio se tuvo en cuenta el comportamiento de cinco colibríes en cautiverio de la familia Calypte anna, que suelen identificarse por el color rojo de sus cabezas.

Otro resultado curioso del experimento fue que el volar de reversa por estas aves representa un consumo de energía similar al del vuelo normal, aunque estos dos vuelos significan un consumo menor que permanecer volando en un mismo lugar.

Y el hecho de que casi siempre los sorprendamos libando el néctar se debe al súper consumo de energía que tienen producto de que usan mucha para volar. Según la publicación, estos diminutos pájaros buscan flores para alimentarse cada dos minutos.

Perteneciente a la familia colibrí, que tiene más de 300 especies, el Mellisuga helenae, que todos conocemos por el nombre de zunzuncito o colibrí zunzuncito, habita en Cuba y en la Isla de la Juventud y es considerada la especie más pequeña de los colibríes.