Las diversas tradicionales del Año Nuevo en el mundo

Cada país del mundo, aunque comparta algunas similitudes, celebra el período de festividades con rituales únicos y costumbres particulares.
Estas celebraciones reflejan las tradiciones culturales, históricas y religiosas propias de cada comunidad, además de representar una forma de expresión y socialización.
    
Para explorar estas tradiciones, los expertos lingüísticos de Babbel han seleccionado algunas de las costumbres más originales e interesantes asociadas a estas festividades.
    
Adiós al 2024, entre maletas vacías y herraduras.

El Año Nuevo es un momento de transición lleno de simbolismo, y las tradiciones con las que los diferentes países celebran el inicio del nuevo año reflejan deseos universales como felicidad, buena fortuna y prosperidad.
    
Algunas prácticas son comunes a varias culturas, como compartir alimentos simbólicos (las lentejas en Italia, las 12 uvas en España y América Latina) o elegir ropa interior de un color particular, como el rojo en Italia y China, o el amarillo en Venezuela. First-footing, Escocia: aquí, la víspera de Año Nuevo se conoce como "Hogmanay", y una de las tradiciones más significativas es el "first-footing", que se refiere a la primera persona que cruza el umbral de la casa después de la medianoche.
    
La costumbre dicta que el "first-footer" debe ser un hombre de cabello oscuro que no haya ingresado a la casa antes de la medianoche. Aunque hoy en día es más común que lleve como regalo galletas o whisky, en el pasado se regalaba carbón, símbolo de calor y felicidad para el año venidero. 

Maleta, Colombia: los amantes de los viajes seguramente disfrutarán de la costumbre colombiana, también común en otros países de América Latina, de llevar una maleta vacía por la casa o el vecindario a medianoche en la víspera de Año Nuevo. El objetivo es asegurarse un año nuevo lleno de viajes, aventuras y prosperidad. 

Tinanvalanta, Finlandia: una antigua tradición finlandesa, también presente en otros países escandinavos y que data del siglo XVIII, consiste en fundir pequeñas herraduras de lata con una cuchara especial, arrojarlas al agua fría y luego interpretar la forma que adopta el metal para predecir cómo será el nuevo año.
    
Un ancla podría indicar estabilidad, un coche que se gastará mucho dinero, o un tiburón, amenazas y peligros. Este es un ejemplo de "molibdomancia" (del griego "mόλυβδος" - "plomo" y "μαντεία" - "adivinación"), "tinanvalanta" en finlandés, una forma de adivinación realizada con la fusión de plomo en un líquido frío. 

Home dels Nassos, España: el "Home dels Nassos" (traducible como "el hombre de las narices") es una figura del folclore catalán que tiene tantas narices como días tiene el año. A partir del 1 de enero, cuando tiene 365, pierde una cada día hasta el final del año. 

En la víspera de Año Nuevo, los niños son enviados a buscar al "hombre de las narices", esperando encontrar a alguien con cientos de narices, cuando en realidad, al llegar al último día del año, cualquier transeúnte podría ser este personaje misterioso. 

Hoppe ind i det nye år, Dinamarca: una de las actividades más singulares de Dinamarca para celebrar el Año Nuevo es el ritual supersticioso de "saltar hacia el nuevo año" ("hoppe ind i det nye år"). 

Esta tradición consiste en que, al sonar la medianoche, las personas se coloquen de pie sobre una silla o un sofá y, en el último campanazo, salten. El salto representa simbólicamente el paso hacia el nuevo año: una forma divertida de desearse suerte y felicidad.