ARTE EN CUBA: Las inquietantes historias de Lancelot Alonso

Lo importante es el rostro, la expresión, el cuento que el artista descubre o inventa. Lo importante es la persona y lo que la persona inspira. Es el punto de partida de la fabulación, de una historia verdaderamente onírica.

El contexto suele ser secundario, muchas veces un mero escenario. Y se recrea con unos pocos trazos. La "complejidad" está en el ser humano.

Lancelot Alonso es nuevamente el cronista, el mediador invisible entre sus personajes y el espectador. Pero obviamente no es un mediador pasivo e inocente. Crea universos para sus criaturas. Líricos, inquietantes, fantásticos... Es el flujo de una imaginación que desborda.

Estos pueden ser rostros que el artista vio de pasada, personas con las que se cruzó antes de seguir adelante. Lancelot los ha hecho parte de su propia historia. Ha "descargado" sus propias obsesiones, sus miedos y esperanzas, sus ensoñaciones.

Desde los ojos de estas personas, el artista nos mira.

En la plataforma ArteMorfosis hay una selección de piezas del artista: https://goo.su/Voh0Czg