Amor y arte iluminan el cielo de Bahía Honda
especiales

Olga Prieto Armas perdió la cubierta de su terraza por el impacto del huracán Ian, pero no la fe en el amor y la solidaridad; bastó la palabra "tremendo" para demostrar hoy su agradecimiento a los integrantes del proyecto A Cuba hay que quererla, por su obra altruista.
Prieto Armas reside en la comunidad El Caracol, ubicada en el Consejo Popular Luis Carrasco, en el norteño municipio artemiseño de Bahía Honda, muy dañada por el meteoro, hasta donde llegaron este sábado científicos, niños, deportistas, cubanas y cubanos de credos y profesiones diversas a modo de ciclón con fuertes vientos de esperanza.
De eso se trata la iniciativa A Cuba hay que quererla, surgida en 2021, en el contexto de la COVID-19, la promoción en las redes sociales de la solidaridad, de la ayuda entre cubanos, todo lo contrario al odio, al individualismo.
Amado Riol Pirez, uno de los puntales del proyecto, refirió a la Agencia Cubana de Noticias que la primera acción consistió en una donación a casas de niños sin amparo familiar de Matanzas, en aquel momento azotada por la pandemia, luego a médicos y hospitales.
Les dijeron locos al principio, pero esa aparente locura sumó a otros, cuenta con el apoyo de muchos artistas y de cubanos en España, Bélgica y Mérida, en México; estos últimos, destacó, también contribuyeron con la donación hecha hoy a Bahía Honda, consistente en ropa, calzado, juguetes, material de aseo y médico.
Matilde Izquierdo Núñez, de 72 años de edad, tiene un problema en la cadera, pero hace de todo en su hogar; no pudo ocultar su gratitud al sostener nuevas prendas de vestir que les fueron entregadas como parte del donativo.
Igual sentimiento mostraron Eriosdani Izquierdo Cabeza y su familia al recibir ropa para todos, algo que compensa al interior los daños al techo y a los colchones causados por el huracán, el 27 de septiembre pasado.
Hubo más que donaciones este sábado en Bahía Honda. Una céntrica zona del consejo popular acogió una jornada cultural que contagió a los lugareños, pues, como aseguró el cantautor Raúl Torres, líder del proyecto, a Cuba hay que quererla, pero con el pueblo, de ahí que nombraran a esta acción solidaria como Operación Fidel.
La Colmenita de Romerillo y una pequeña agrupación musical del Centro Médico Psicopedagógico La Castellana, ambos de la capital cubana, así como Duani Ramos Álvarez, cantante del grupo Moncada, conformaron parte del elenco que iluminó con amor y arte el cielo de Bahía Honda.
Para Pablo Márquez Márquez, residente en la demarcación, después del sufrimiento ocasionado por el huracán, compartir con personas que promocionan la solidaridad constituye un impulso a seguir adelante, a no perder la fe en la buena voluntad y en altruismo que identifica a los cubanos.
Añadir nuevo comentario