Los colegios electorales abrieron hoy sus puertas en Uruguay, en jornada en la que poco más de dos millones 700 mil ciudadanos están habilitados para votar.

Lo harán por la presidencia de la República, los curules del Parlamento y dos plebiscitos constitucionales.

Uno de los primeros ciudadanos en ejercer el voto fue el expresidente José Mujica, quien se recupera de las secuelas provocadas por un tratamiento de radioterapia contra cáncer de esófago.

Llegó en silla de ruedas y listas electorales en mano.

Dijo a la prensa que las democracias deberán tener cambios sustantivos.

Si no cambia, subrayó, la democracia institucionalmente va a estar enferma.

Argumentó que es imposible que los Parlamentos representen a todos los intereses y sectores de la sociedad. Lo demostró la epidemia de la Covid, acotó.

Opinó que la campaña electoral «estuvo un poco distraída» y consideró que faltaron temas, entre ellos como aumentar la producción, cárnica y de granos, rubros fundamentales de exportación.

La seguridad ciudadana y mejor distribución de la riqueza resultarán clave para el próximo gobierno, apuntó.

Los colegios, en más de siete mil circuitos, estarán abiertos hasta las 19:30 hora local, aunque podrán extenderse otra hora más si persisten filas de votantes en un país donde el voto es obligatorio por ley.

A nivel departamental Montevideo tiene, con un millón 25 mil 544 inscritos, el mayor registro electoral y resulta el principal bastión del opositor Frente Amplio, que busca regresar al poder.

Será una jornada que pondrá fin a la incertidumbre que pesa en la mayoría de los resultados de diversas encuestadoras, a despecho del señalado favoritismo del candidato del opositor Frente Amplio (FA), Yamandú Orsi.

Esta noche también se conocerá el resultado de sendos plebiscitos que añaden dos papeletas a la votación.

Uno, impulsado por el gobierno y los partidos que conforman la llamada Coalición Republicana, aboga por los allanamientos nocturnos policiales en los hogares, proscritos desde la primera Constitución uruguaya de 1830.

El otro, apoyado por la central sindical PIT-CNT, los partidos Comunista y Socialista, y organizaciones sociales, aboga por cambiar la ley de seguridad social, sobre todo del régimen provisional.