VOCABLOS: Iridiscencia
especiales

Imagen tomada de Internet
Desde hace muchos años mi papá me regaló una bola de Swarovski, es un cristal facetado que tengo colgado en una ventana de mi cocina donde le da la luz del sol después del mediodía y llena la estancia de colores, de pequeños arcoíris que se mueven porque el viento juega con ese prisma de cortes perfectos y de un brillo como de diamante.
Hoy supe que ese fenómeno óptico se denomina iridiscencia, por lo tanto ese cristal, como tantos otros materiales y cuerpos vivos, tienen propiedad iridiscente y permite que la luz se modifique cuando incide en esas determinadas estructuras físicas y se encuentre en el ángulo exacto con los rayos del sol y nuestra visión.
Qué palabra tan bonita: iridiscencia. Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), proviene del latín iris, -ĭdis 'arco iris', precisamente por reflejar, brillar y producir destellos de colores. Los sinónimos que podemos utilizar o los términos que más se le acercan al adjetivo iridiscente son irisado, tornasolado, nacarado, brillante.
Imagen tomada de https://ecoosfera.com
De acuerdo con varias fuentes, su origen etimológico en la palabra griega ἴριϛ íris coincide con el nombre de la diosa de la mitología que personifica el arcoíris y que destaca por ser la mensajera de los dioses que dejaba una estela de colores luminosos tras su paso.
La iluminación lo es todo para este suceso de interferencia de la luz, y si observamos podemos encontrarlo con más frecuencia de lo que creíamos. Por ejemplo, en las burbujas de jabón, en el aceite derramado en el pavimento, en los discos compactos, en las alas de algunos insectos como moscas y mariposas, en peces, aves o serpientes, también en hongos y plantas como el helecho Selaginella Willdenowii, comúnmente llamado “azul”.
En todos los casos la luz se refleja o modifica de manera distinta, con tonos intensos que nunca pasan desapercibidos, justo como el atrapasol de cristal en mi ventana al crear un ambiente único y llenar la estancia de colores, de pequeños arcoíris móviles, gracias a su composición de ‘oxido de silicio y plomo, y sus cortes precisos. Para el Feng Shui esta iridiscencia significa armonía, serenidad, y que posee la capacidad de disolver la energía negativa y aliviar el estrés, nada mal ¿cierto?
Para la gente común es belleza.
Añadir nuevo comentario