Un 'fango asesino' que puede matar en segundos toma playas de Francia
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En Francia, algunas playas se han visto inundadas por toneladas de algas verdes tóxicas que, según los expertos, tienen el potencial de matar a una persona en cuestión de segundos.
Durante décadas, era habitual la presencia de algas verdes en las costas de la región de Bretaña, en el noroeste del país, pero últimamente la situación ha empeorado, obligando a las autoridades locales a cerrar al público seis playas, informa el diario The Guardian.
Los ambientalistas afirman que la proliferación del sargazo está relacionado con los nitratos y fosfatos provenientes de fertilizantes agrícolas y desechos de la ganadería de la región, que con las lluvias van a parar en el mar.
Las algas, al mezclarse con la arena forman una especie de fango y tras su descomposición, debajo de la capa superior seca se acumula sulfuro de hidrógeno, un gas tóxico.
André Ollivro, un activista ambiental que lidera una campaña contra lo que se conoce como el 'fango asesino' costero de Francia, advirtió que ese gas podría matar a una persona "en segundos". Una exposición a concentraciones de entre 500 y 700 partes por millón (ppm) de sulfuro de hidrógeno puede provocar la pérdida de conocimiento, paro respiratorio y la muerte si la persona no se retira del lugar, mientras que una exposición a 1.000 ppm o más puede resultar letal en pocos minutos.
"La contaminación a menudo es invisible a simple vista, especialmente si se trata de nitratos o pesticidas", dijo por su parte Sylvain Ballu, un científico que monitorea las algas verdes. El sargazo ha hecho que la "contaminación invisible sea extremadamente visible, maloliente y peligrosa", agregó.
Según un reporte publicado anteriormente por France 24, la situación con las algas empeoró debido a las "excepcionales" temperaturas que en los meses recientes azotaron ese país. En los últimos años, al menos tres personas y decenas de animales han muerto por inhalar los gases tóxicos en esa región.
Inicialmente, las autoridades locales decidieron eliminar ese fango mediante un proceso de tratamiento, pero tuvieron que cerrar temporalmente las instalaciones donde se realizaban esos procesos debido al fuerte olor que emanaban las algas descompuestas.
Entretanto, algunos granjeros de Bretaña aseguran que culparles de la proliferación del sargazo es "injusto", y sugieren que la causa del problema son las aguas residuales que las localidades costeras arrojan al mar.
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