DE LA HISTORIA OLÍMPICA: Londres 1908, KO a la deportividad

IV Juegos: nocaut a la deportividad inglesa. Es un desparpajo olímpico ¡Cómo sufre Coubertin durante Londres 1908! La rivalidad entre británicos y norteamericanos parece una guerra. Pero, desde antes, los anfitriones planifican sus trampas: no permiten jueces extranjeros y los suyos son, en su mayoría, ciegos para la labor foránea y demasiados imaginativos para el quehacer de los del patio sobre todo en ciclismo, atletismo y  esgrima.
      
Desde antes, el progenitor del olimpismo actual tuvo que hacer acopio de paciencia  ante un alud de intrigas con funcionarios y dirigentes británicos en la primera fila. Roma iba a ser la sede, Londres se interpuso: quiso hacer coincidir la justa con la Exposición Franco- Británica, conmemorativa de la Etente Cordiale, firmada por el rey Eduardo VII y el presidente galo Loubet en 1904.
       
De nuevo, el daño de la exposición a las lides del músculo aunque en esta ocasión el certamen dura oficialmente del 13 al 25 de julio; hubo deportes, como el tenis, efectuadas sus competencias en abril, que se adelantaron  y en octubre se celebra una especie de olimpiada invernal, llamada los Juegos de Invierno.  Acuden  2 059 deportistas (27 mujeres) de 22 naciones en 21 deportes.

En las contiendas ciclísticas arrasan los de Gran Bretaña…gracias a los jueces en gran medida. Y cuando sus muchachos perdieron, como en los mil metros, con entrada triunfal del francés Maurice Schilles, descalifican a todos los participantes  injustamente con tal del que el galo no obtenga el galardón dorado En esgrima, situaron a los franceses en un mismo poule para que se eliminaran entre sí;  ante la protesta, el cambio. Los árbitros eso sí, llevan recio  a los extranjeros aunque no pueden evitar que la calidad de Albert guíe a los galos a vencer en espada individual y por equipos.
 
En los 400, después de un feo espectáculo en la final, de agarre entre los contendientes, aprovechan los jueces para descalificar al inocente: el de mayor calidad, el norteamericano Carpentier, para asegurar el oro al inglés Halswell cuando se vuelve a tirar la batalla. 

Sin embargo, no pueden con la potencia estadounidense en el campo y la pista: Smithson en 110 con vallas con 15 segundos  y Bacon en 400 con vallas con 55 quiebran las primacías mundiales. El martillista Flanagan logra su tercer triunfo consecutivo en el clásico ahora con 51.92 metros; Sheppard es el uno en los 800(1:52.8) y los 1 500 (4.03.4);  Ewry, dos doradas en los saltos sin impulso. Harry Porter tiene su magia para vencer en salto alto: 1.metro y 90 centímetros, los garrochistas Cooke y Gilbert comparten el puesto cimero (3.71),  el primero estrena su pértiga de bambú. .
 
Son de esa delegación, también, el señor de la longitud, Irons (7.48) y el mejor maratonista, Hayes: 2 horas, 55 minutos, 18 segundos y 4 décimas;  Rose en la bala(14.21), y Sheridan en disco(40.89). Nota: por primera vez un negro integra la delegación de Estados Unidos: John Taylor del equipo de relevo triunfador en 1 600 metros.200-200-400-800 con plusmarca del orbe: 3:29.4.
    
El más veloz: el sudafricano Reginald Walter con 10,8 en cien lisos. En la piscina lo es  Danields con 1: 05.6 en los 100 libres. Damas doradas; en tenis, las inglesas Lambert Chambers (sobre yerba) y Eastlake Smith (pista cubierta);  en tiro con arco, otra británica, la Newall.
 
Encabezó el medallero, Inglaterra con 145 premios (56-51-38).En segundo, los Estados Unidos con 47(23-12-12).