Una compañía, dos bailarines, un destino
especiales
En Acosta Danza asumen la temporada que comienza este viernes en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso como el fin de una etapa de trabajo. La compañía fundada por el célebre bailarín y coreógrafo Carlos Acosta se ha establecido ya como una de las principales agrupaciones cubanas, con presencia habitual en la cartelera del principal escenario para la danza en el país.
En los salones de ensayo se trabaja frenéticamente, pues las piezas escogidas para terminar el año conllevan un particular trabajo de conjunto. Para abrir, Satori, de Raúl Reinoso, una pieza que se estrenó en la pasada temporada. Y como cierre de esas noches, la versión de Carlos Acosta de una de las más representadas historias de la ópera, el ballet y el cine: Carmen.
Julio León en Satori. Foto: Kike/ Cortesía de Acosta Danza
No hay estrenos en esta ocasión, pero como si los hubiera, porque Reinoso ha seguido trabajando en su pieza y son notables algunos cambios. Y Carmen, que exige de un cuerpo de baile, contará con la participación, por primera vez junto al elenco habitual, de alumnos de la Academia de Danza adjunta a la compañía.
Pero el atractivo mayor, sin dudas, será el debut en esa obra de dos primeros bailarines del Ballet Estatal de Baviera: la inglesa Laurretta Summerscales, que ha bailado en grandes teatros de todo el mundo; y un viejo conocido del público cubano más asiduo: Yonah Acosta, que por cierto, es sobrino de Carlos Acosta, aunque su éxito no ha dependido nunca del parentesco.
Summerscales deslumbró a la crítica británica y de otros países de Europa por su fuerza y dominio técnico, mientras que Yonah le ha sacado partido a su formación en Cuba y a partir de ahí, ha adquirido experiencia trabajando con coreógrafos y maestros internacionales.
Laurretta Summerscales (en el centro) durante uno de los ensayos.
En un descanso del ensayo, ofrecieron declaraciones a CubaSí:
—¿Qué ha significado para ustedes venir a Cuba y bailar con Acosta Danza?
Laurretta Summerscales: Yo me siento muy honrada por estar aquí. Cuba tiene un gran nombre, mucha reputación el mundo de la danza. Los bailarines cubanos son extraordinarios, algunos son grandes figuras en el mundo del ballet. Yo vengo con mucha humildad, a compartir con excelentes bailarines. A pesar de su corta edad, Acosta Danza es una compañía muy importante, partiendo de la celebridad de su director y su fundador, y por el éxito de sus presentaciones. ¿Cómo no me voy a sentir privilegiada?
Yonah Acosta: Primero que todo tengo que darle las gracias a Carlos, a la compañía por la bienvenida que nos han ofrecido, que ha sido impresionante. Ha sido un gran honor regresar a bailar en mi país. Hace siete años que no bailo en Cuba. No porque no quisiera, sino porque he tenido mucho trabajo en Europa. Así que volver a mis raíces, al país donde nací y me formé, es para mí un privilegio. Es también la oportunidad de mostrar al público todo lo que he aprendido en estos años. Yo estoy muy contento. Y espero que a la gente le guste lo que haga…
Yonah Acosta se graduó en la Escuela Nacional de Ballet y fue bailarín del Ballet Nacional de Cuba.
—¿Qué retos ha implicado esta coreografía en específico?
LS: Para mí es un poco complicado, porque soy inglesa, nada que ver con la nacionalidad del personaje de Carmen. Pero yo quiero ser un camaleón. No me voy a ser muy rígida: Carmen se puede hacer de muchas maneras, yo quisiera encontrar una que me convenza… pero es probable que nunca la encuentre. Lo importante es el camino, la búsqueda. Por eso quiero ser flexible: quiero que mi personaje me sorprenda, aunque todos los días parezca distinta. Quiero descubrir distintos “sabores” y que el público los disfrute conmigo.
YA: Primero que todo, es una historia y un personaje nuevos para mí. Nunca había bailado Carmen, en ninguna de las versiones para el ballet. El reto mayor para mí es el estilo. Escamillo es un personaje muy apuesto, muy fuerte: el clásico torero. Eso es lo que más me preocupa. La técnica no es que sea fácil, pero es lo que uno hace todos los días. A mí lo que me interesa es mostrar la madurez de una interpretación.
Carlos Acosta en uno de los ensayos de su versión de Carmen. Foto: Lester Vila/ Cortesía de Acosta Danza
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