El Prado de La Habana y de todos los cubanos (+ Fotos)
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Fotos: De la autora
Caminar El Prado es una «vieja» costumbre de los cubanos, sobre todo de los habaneros.
Como una línea recta que abre su cauce, así es el Paseo del Prado. Nace a las puertas del mar, a la sombra del Morro, y dirige sus huellas hacia el centro de La Habana, donde casi tropieza con lugares emblemáticos: el majestuoso Capitolio, el Gran Teatro de La Habana, el antiguo hotel Inglaterra.
Inspiración de compositores, cobija de enamorados, ofrecimiento para el descanso, ese es el llamado Prado, no solo de los habaneros, sino de todos los cubanos.
Al final o al comienzo, según la ubicación, se encuentra una tarja hermosa que resume su historia en breve síntesis:
«El Nuevo Prado o Alameda de Extramuros fue construido por el capitán general Marqués de la Torre en 1772 y, sucesivamente, mejorado durante los siglos XIX y XX, para solaz y esparcimiento de los habitantes de la ciudad de La Habana. Tuvo sucesivos nombres, como Paseo de Isabel II, y ahora, Paseo de Martí, pero se ha impuesto la denominación popular: El Prado».
Aquí les dejo algunas instantáneas de la vida cotidiana de este lugar, de sus alrededores y lugares aledaños, donde cada día florece algo nuevo.
Importante obra en restauración: la escuela donde Martí estudió.
Los leones del Prado tipifican el Paseo.
En camino hacia el Capitolio; atrás, el hotel Telégrafo, recuperado hace unos años.
Vista lateral del hotel Parque Central, una joya de la hotelería en la capital.
Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso (a la izquierda) y el legendario hotel Inglaterra (a la derecha), ambos ubicados frente al emblemático Parque Central, a pocos pasos de donde El Prado termina.
Obsérvese atrás, en lo alto, la cúpula del Capitolio, en fase de reparación. La instalación es, en la actualidad, la sede del Parlamento cubano.
El Paseo del Prado también sirve de cobija a los enamorados.
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