ONU da espaldarazo en París a proceso en Libia
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El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, reiteró su entusiasmo en el apoyo a occidente en el proceso de reconstrucción y futuro de Libia, con tácito reconocimiento al papel de la OTAN.
La conferencia o cumbre efectuada anoche en el Palacio del Elíseo de París pareció entonar proclamas triunfalistas acerca del balance de varios meses de bombardeos de la OTAN al territorio de la nación norafricana.
No escondió el tono amenazante: estaremos en Libia el tiempo que sea necesario, sin renunciar a los ataques aéreos, para garantizar el desarrollo de la democracia, advirtió el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy.
Sarkozy, al lado del primer ministro británico, David Cameron, y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dejaron ver que son los que llevan las riendas del experimento, con el espaldarazo de Ban Ki-moon, la Liga Arabe y la Unión Europea.
Ban adelantó que el organismo multilateral enviará una misión civil a Libia "tan pronto como sea posible" para colaborar con las nuevas autoridades en la reconstrucción del país. Un equipo de la ONU especializado en ayuda humanitaria trabaja ya en el país.
Sin embargo, tras bambalinas -aunque no tanto- el reparto del botín de guerra dominaba el interés del debate en el Elíseo, con especial acento en "garantizar la democracia" para evitar que en Libia se repitan los problemas de Iraq o Afganistán.
La danza de los millones comenzaba a reflotar en el ambiente, con cifras entre 50 mil y 110 mil millones de dólares que serían desbloqueados para entregar al Consejo Nacional de Transición (CNT) de Libia.
Igual, los contratos petroleros para los que Francia, el emergente de turno, Italia, el histórico, y Gran Bretaña y Estados Unidos -que no se pierden una- se preparan con los dientes bien afilados.
"Asistimos en el Palacio del Elíseo a la consumación del reparto del petróleo y todas las riquezas libias, en manos mayoritariamente de empresas occidentales", comentó a Prensa Latina una periodista española.
Suráfrica fue el ausente más notorio de la conferencia parisina, al declarar sin rodeos su desacuerdo con los bombardeos de la OTAN y la política de guerra para resolver un conflicto interno.
En cambio, Rusia, China, Brasil e India, los cuatro también con posturas críticas a lo ocurrido con Libia, decidieron enviar emisarios al encuentro. Igual se sumó Argelia, dispuesta a reconocer un futuro Gobierno de Trípoli.
El resumen de la cumbre aquí dejó cuatro aspectos como esenciales.
La continuación de las operaciones militares de la OTAN, "el tiempo que sea necesario", y el descongelamiento de los fondos para ser entregados al CNT.
Además, instar a los líderes del CNT a impulsar un proceso de reconciliación nacional y perdón, y a la comunidad internacional a reconocer a los rebeldes como las únicas y legítimas autoridades de Libia.
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