Las confesiones de un reguetonero de barrio

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Las confesiones de un reguetonero de barrio
Fecha de publicación: 
3 Diciembre 2013
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Se hace llamar Dorian el Olwo y es un joven cubano comprometido con su tiempo y su medio social. Hace, según sus palabras, “reggaetón de barrio” y lee a Neruda y a Malcolm X. Conversó con Cubasí en el tono franco y auténtico de sus canciones sobre las inquietudes, sueños, contradicciones y experiencias que podrían ser las de muchos…

¿Cómo comenzaste a hacer reggaetón?

Estaba en la secundaria, en noveno grado  y no atendía a la profesora, me daba por escribir palabras y empezar a rimarlas, me gustan los versos, en esa época leía algo de poesía, sobre todo a Neruda… pero bueno, no escribía nada serio, o sea, tenía eso de la rima y lo usaba para divertirme, muchas veces para dar chucho con los socitos de la escuela.

¿Y cuándo la cosa se empezó a poner seria?

Un día, un muchacho que estudiaba conmigo, se llama Lázaro Pérez, que cantaba con un grupo que había en Jagüey me dijo: “oye, vamos a hacer una canción” y así salió una canción para los Cinco Héroes, el tema nos motivó y fue la primera cosa seria que hice.

Más adelante cuando entré en el Servicio también nos poníamos a cantar, yo seguía escribiendo y un día Yoanny, un colega mío me dice: vamos pa casa de Míster Rey, el de Los Confidenciales, el que canta Aceite y agua,  y fuimos. Hicimos una canción con él y gustó así que a partir de ahí he seguido escribiendo.

¿Formas parte de algún grupo, de algún proyecto?

Estuve en un proyecto que se llamaba Los Marqueses, hicimos nueve canciones, las cosas salieron mal y me fui de ahí, hice un grupo solo, @.Cuba con el Yoa (Yoanny). Melodía, después él quiso hacer otra cosa porque su onda es más light, más suave, son canciones más románticas, entonces yo me quedé haciendo mis canciones solo…

¿Y cuál es “tu onda”?

Más de barrio…

¿Qué significa eso?

Es más repa, es más fuerte, tiene temáticas y palabras más duras, habla más de las verdades, no de fantasías. Yo busco la forma de que la gente entienda que lo que estás diciendo es real, existe y no se trata de decir malas palabras, sino de hablar en el lenguaje de mi gente, de los que me rodean, por ejemplo ecobio, acere, qué volá, la cosa está caliente, la jugada está que arde, cosas así…

¿Te sientes vocero de un grupo social?

Me siento vocero de los intereses, las preocupaciones, de la gente que me rodea porque formo parte de ellos, ellos a lo mejor no tienen cómo expresarse, pero yo lo hago con mis canciones, me motiva narrar la historia de alguien, no sé, de un tipo que de buenas a primeras se volvió “malo” y nadie entiende porqué, explicar eso, hacer la historia de una muchachita que un día salió para la calle y empezó a prostituirse por ejemplo, me motiva hablar de esa gente que todo el mundo mira mal o critica, pero nadie se pregunta cuál es su historia y son personas que existen, que están  ahí  al lado de tu casa, entonces trato de hacerlo de una forma que el público lo entienda, lo vacile, lo baile, pero a la misma vez está escuchando un mensaje para pensar.

¿Entonces el reggaetón es para ti un modo de comunicar?

Sí, en realidad a mí lo que me gusta es el rap, el hip hop, siempre Eminem, Obsesión, Anónimo consejo,  todo lo que me cayera de ese género que es para eso, es una manera de comunicarse, pero con el reggaetón te sigue más gente, porque tú bailas, tiene otro ritmo, entonces lo que hago es buscarle otro flow, otra cadencia a las palabras, otra rima, otra onda…

¿Cómo ves la evolución del reggaetón en Cuba, hacia dónde va un género que en los últimos tiempos cada vez son más los que lo hacen y cada cual como quiere?

Creo que si el reggaetón sigue como va, si siguen saliendo gente haciendo las barbaridades que están haciendo ahorita nadie va a oír esto. A mí me cuadra el reggaetón que hacen Gente de Zona, Los desiguales, “quimba pa que suene” ese, no me cuadra, “chúpamela y baja”, no entiendo eso, no tiene nada que ver conmigo.

Creo que la evolución del reggaetón  lo están salvando temas como el que tiene Gente de Zona con Descemer Bueno, con Kelvis Ochoa, que hacen una fusión ahí que lo enriquece y a la gente le gusta.

¿Y por qué prolifera tanto esa otra versión del reggaetón que no nos gusta?
¿Y por qué prolifera tanto esa otra versión del reggaetón que no nos gusta?

Simple y llanamente porque hay dinero para hacer una buena producción, tienes dos o tres gente que te apadrine que también tienen dinero y sales por ahí para allá y ya, estás pegao… imagínate que para hacer una producción más o menos buena en estos días tienes que tener por lo menos doscientos dólares y ya eso no basta, porque aparte de la buena producción que hacer un buen video para que la gente lo vea y para eso no hay dinero, necesitas por lo menos mil o dos mil dólares, estamos hablando de un video que puedas meter en los Lucas, por ejemplo y ahí no hace falta que tú tengas papeles, ni que te conozcan, ni nada de eso, con dos mil dólares tú estás colado en Lucas sin problemas.

Hay gente en La Habana que por ese dinero te hacen las producciones o los videos y después te los promocionan y tienen entrada a Havana Show, a PMM, a Hectico Dj, Tony la espuma, a toda esa gente…

Hemos conversado sobre el tipo de reggaetón que te interesa, sin embargo, tienes alguna que otra canción o video que coquetea con los códigos negativos dentro del género. ¿Por qué?

Mira, yo tengo una canción, por ejemplo, que dice “súbete la blusa y enséñame las tetas”, algo que no tiene nada que ver con lo que realmente me gusta, pero a veces te pones a buscar algo que esté fuera de lo normal, intencionalmente buscas algo que levante ronchas, para llamar la atención, a lo mejor no es lo más correcto, pero desgraciadamente funciona, porque lo que estás buscando es que la gente se fije en ti, que te vean, ya después haces una buena y sorprendes, la gente dice “mira, este fue el que hizo la otra vez la locura aquella”

A veces buscas hasta que te prohíban, que te pongan el dedo y te censuren, por ejemplo, Los Aldeanos mientras estuvieron censurados todo el mundo los oía, ya los dejaron salir, viajar, presentarse, ahora cambiaron por completo las letras de las canciones, ya están haciendo otra cosa, ahora le cantan a la luna, al hijo, a la jevita, al socio, son otra cosa, ya no están nada más que en la crítica.

¿Y no hay algún mecanismo a través de las casas de cultura, los movimientos de aficionados para sortear todas esas dificultades…?

Seamos realistas, por lo menos en lo que es el reggaetón eso no funciona. Yo pertenecí a la Casa de la Cultura de Cárdenas, estuve ahí una tonga de años explotándome: ve para el Cárdenas rapeando, ve para Jagüey, entonces tienes que cantar lo que ellos quieren y no estoy hablando de que te dejen ponerte a decir malas palabras y a hablar mal de las mujeres ni nada de eso, pero tampoco te pueden prohibir que tú escribas de los temas y con las mezclas y los ritmos que te interesan.

Por otro lado, mientras estuve ahí quise estudiar algo de música, para superarme y me decían que no porque mi voz no daba, que no daba para solfeo, que yo no servía para cantante y nunca pude entrar a ningún taller de composición que es lo que más me gusta, escribir y nada, nunca tuve esas opciones allí. Ni siquiera en la escuela de Instructores de Arte donde estuve estudiando danza y me le acercaba a los profesores de música para aprender a tocar algún instrumento, el piano, la guitarra, pero ahí me decían que no, que no podía cambiar ni hacer las dos cosas…

Y entonces, cómo queda el barrio, pregunto parafraseando a Aurora Basnuevo. Ningún país como Cuba está preparado para garantizar que sea el talento y no don dinero quien seleccione en materia cultural, tenemos escuelas de arte en cada provincia, casas de cultura en cada municipio, hemos formado miles de instructores de arte, los medios de difusión masiva no tienen dueños que los lastren con sus intereses comerciales, al menos esa ha sido la voluntad y el esfuerzo de este país por más de cincuenta años.

¿Se vale emprender una cruzada contra un género que goza de una popularidad indiscutible? ¿Qué haremos, botar el sofá para evitar que se siente el peor reggaetón? A estas alturas de la tecnología sería inútil. ¿Qué tal si dinamizamos las estructuras que puedan revertir el triste camino que va tomando y lo convertimos, realmente, en música de barrio?

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