Senadores de EE.UU. fustigan alto costo de prisión de Guantánamo
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Influyentes senadores demócratas fustigaron hoy al Departamento de Defensa por el elevado costo de la cárcel estadounidense de Guantánamo, considerada la más cara del mundo y que este año requerirá 454 millones de dólares para mantenerse operativa.
"Este es un derroche masivo de dinero", dijo la legisladora Dianne Feinstein, al anunciar la nueva cifra ante una audiencia en la Cámara alta sobre la situación y las posibilidades de cerrar el penal, abierto en una territorio ocupado a Cuba hace más de un siglo. Según el documento oficial, el Gobierno desembolsó 400 mil 700 millones de dólares desde la apertura del centro hace 11 años y hasta 2012 pasado el gasto anual era de 177 millones de dólares.
El líder adjunto de la mayoría demócrata en el Senado, Dick Durbin, calificó de "fiscalmente irresponsable" destinar tanto capital a la prisión cuando el país impuso drásticos recortes presupuestales al Pentágono y a otros sectores para lidiar con la crisis económica imperante en los últimos años.
En similares términos habló el presidente del Comité judicial, Patrick Leahy, quien además consideró vergonzoso que aún continúe abierto el reclusorio, donde están encerrados de manera indefinida 166 extranjeros capturados al amparo de la autoproclamada guerra antiterrorista de Estados Unidos.
Esta es la primera audiencia del Senado sobre el tema desde 2008.
La huelga de hambre que mantienen numerosos presos desde hace casi seis meses posicionó otra vez el tema del improvisado penal en la opinión pública internacional, sacó a la luz nuevas controversias y, en consecuencia, obligó al presidente Barack Obama a retomar su promesa incumplida de cerrarlo.
El mandatario levantó en mayo pasado la moratoria para transferir a los reos a Yemen y designó al abogado Clifford Sloan para renovar los esfuerzos de clausurar la prisión.
Pero el Partido Republicano bloqueó los planes de Obama con un proyecto de ley que impide al Departamento de Defensa construir o modificar las prisiones del país para reubicar a los 166 reos.
Esa normativa, que pasará en el verano a votación en ambas cámaras del Congreso, pretende evitar que el Pentágono destine fondos para transferir a los privados de libertad a sus países de origen, pero sí le autoriza 247 millones de dólares para remodelar el centro militar. De acuerdo con datos del Gobierno, el complejo carcelario de Guantánamo tiene una nómina de mil 300 soldados y personas que trabajan como intérpretes, cocineros, asesores culturales y psiquiatras.
La principal tarea de los oficiales es controlar a los presos cada tres minutos como mínimo y solo por eso cobran un sueldo promedio de dos mil 900 dólares al mes.
El presupuesto de la cárcel está muy por encima del asignado a los penales estadounidenses de máxima seguridad, los cuales gastan al año alrededor de 70 mil dólares por cada interno.
Cada recluso de Guantánamo le cuesta a los contribuyentes de la Unión al menos 903 mil 614 dólares anuales.
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