Ante la OMC, Argentina denunció las trabas comerciales de EE.UU.

Argentina denunció ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) la prohibición del ingreso de limones argentinos a Estados Unidos. Rechaza así las trabas comerciales de ese país.

El Gobierno formalizó su denuncia contra las trabas comerciales con el objetivo de iniciar un diálogo, que permita ponerle fin al conflicto. Argentina acumula siete procesos ante la OMC, tres como demandante y cuatro como demandado, en el plazo de tres meses.

Argentina afirmó que la prohibición de las importaciones de dichos limones en los últimos once años "carece de justificación científica y configura una prohibición a la importación incompatible con las normas del Acuerdo MSF y del GATT 1994". "Estados Unidos incurre en discriminación contra los limones frescos" y que esta medida le impide recibir los beneficios que de las eventuales exportaciones a Estados Unidos se derivarían", acota la denuncia.

La semana pasada, el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, se refirió a relación comercial entre ambos países y afirmó que “durante la última década el intercambio comercial bilateral se duplicó" un 107,7 por ciento, hasta alcanzar 13.172 millones de dólares en la actualidad.

Al mismo tiempo, recalcó que las cifras marcan que la relación comercial favoreció a los Estados Unidos, ya que "el déficit de la balanza comercial de Argentina con el país del Norte aumentó un 548,1 por ciento en la misma década (de 636 millones de dólares a 4.122 millones de dólares) y un 41,9 por ciento en el primer semestre de 2012 comparado con 2011, según coinciden las mediciones nacionales y estadounidenses”.

“Esas estadísticas contrastan con cualquier acusación de proteccionismo en nuestra contra” enfatizó en la ocasión Arguello, y agregó: “Para quienes hablan de restricciones, nunca en nuestros casi 200 años de historia bilateral hemos comerciado tanto”.

Asimismo, el embajador argentino aclaró que “aunque Estados Unidos presenta quejas ante la OMC, mantiene medidas que afectan a intereses directos de Argentina y, en general, que distorsionan como potencia que es todo el comercio global”. “No sólo impide el ingreso de nuestros limones y nuestra carne, sino que usa subsidios internos, regulaciones o exigencias técnicas como una herramienta de aliento a su debilitada economía”, apuntó.