Milei será presidente: Ultraderecha gana en Argentina

Antes de conocerse los resultados oficiales de las elecciones presidenciales de este domingo en Argentina, el candidato oficialista del gobierno peronista, Sergio Massa (Unión por la Patria), reconoció su derrota ante al ultraderechista Javier Milei (La Libertad Avanza).

El evento resultó muy tranquilo, acudió cerca del 77% de los más de 35 millones de argentinos convocados a votar entre el peronista y actual ministro de Massa, y el economista de ultraderecha Javier Milei, quien irrumpió en la escena política hace escasos dos años y ha prometido un cambio drástico en el país.

La victoria de Milei fue amplia, con el 55,69% de los votos, por 44,30% de Massa.

Este balotaje presidencial que ha hecho virar a la segunda economía de Sudamérica hacia un gobierno de derecha, mostró que pudo más el hartazgo social por una inflación descontrolada que hizo inclinar los votos hacia Milei, que el temor que irradia su figura, lo cual hubiera favorecido la continuidad del peronismo en el poder.

Todo el espectro de la derecha estuvo junto a Mileón principalmente Juntos por el Cambio y su derrotada candidata en la primera vuelta, Patricia Bullrich, y del expresidente Mauricio Macri, quien ha endeudado a su país hasta el tuétano, al tiempo que era acusado de haber desviado millones de dólares del préstamo sin precedentes otorgado por el Fondo Monetario Internacional a instancias del entonces presidente norteamericano, Donald Trump.

En fin, las elecciones tuvieron como trasfondo un profundo malestar social por una inflación de 142,7% interanual que empeoró los niveles de pobreza —que afecta a 40,1% de la población—, el flagelo de la inseguridad y la sistémica corrupción política. Ese escenario ha generado en gran parte de la población sentimientos de rechazo y desmotivación por la política.

En este contexto los electores argentinos apostaron por Milei, quien carece de experiencia en la gestión pública, por lo cual el país sudamericano inicia un nuevo ciclo político en manos de un economista ultraliberal que denuesta el papel del Estado, ha prometido un drástico recorte del gasto público, la dolarización de la economía y la alineación con Estados Unidos e Israel, además de romper con China y Brasil.

Si hubiera ganado Massa —un moderado al que se elogia por su sagacidad política, pero de resultados poco alentadores al frente del Ministerio de Economía—, supondría la continuación en el poder del peronismo, que ha gobernado mayoritariamente en los últimos 20 años, y el mantenimiento de políticas intervencionistas, así como los vínculos comerciales con socios tradicionalmente izquierdistas como Brasil y China.

PROGRAMA DE MILEI

Entre las ideas que el ahora presidente ha promovido públicamente, destacan como los principales ejes la reforma económica, la competencia de monedas que podría culminar en una dolarización, la unificación del tipo de cambio, la reducción de gastos estatales y la privatización de empresas públicas.

En términos tributarios, las reformas contemplan la eliminación y baja de impuestos, así como las retenciones y derechos de exportación y todo tipo de aranceles de importación para insumos.

En el ámbito laboral, la flexibilización es central. Incluye el fin de las indemnizaciones y su sustitución por un seguro de desempleo con el objetivo de reducir los costos laborales para terminar con la informalidad.

En el plano de la salud, se generaliza el cobro de las prestaciones que actualmente recibe la población en forma gratuita o subsidiada. Y en la educación, el sistema de váuchers o cheques para distribuir los fondos a los padres de modo que se financie la demanda en lugar de la oferta, así como la eliminación de la obligatoriedad de la educación sexual integral.

LIBRE PORTACIÓN DE ARMAS Y MILITARIZACIÓN DE CÁRCELES

Milei ya lo había advertido: la desregulación de tenencia de armas de fuego para los ciudadanos es una de las medidas que figuran en su plataforma electoral.

También se incluye la militarización de establecimientos penitenciarios “a fin de recomponer el sistema”.

Entre otros puntos de seguridad, se evalúa estudiar la baja de la edad de imputabilidad de los menores, prohibir el ingreso de extranjeros con antecedentes penales y la deportación inmediata de aquellos que cometan delitos en el país.

Polémico y provocativo, las declaraciones públicas de Milei agitaron la conversación pública. Él puso muchas propuestas sobre la mesa informalmente en reiteradas oportunidades, aunque en su plataforma brilla por su ausencia la que se refiere al libre comercio de órganos.

A esto también se refirió en la discusión de candidatos presidenciales televisada. “No proponemos la venta de órganos, decimos es que hay 7 000 personas esperando un trasplante y 300 000 potenciales donantes, hay algo que no funciona en el medio y que genera un montón de corrupción”, argumentó, aunque no explicitó cómo se resolvería esta problemática. 

El INCUCAI, el ente que coordina los trasplantes de órganos en el país, respondió en un comunicado que Milei desconocía el funcionamiento del sistema, y defendió la transparencia con que este funciona, destacando que el instituto fue elegido por la Organización Mundial de la Salud como uno de los tres centros colaboradores en esa materia en el mundo. Cualquier persona que conozca un hecho ilegal vinculado con la donación y el trasplante puede denunciarlo, y al ser un representante del Poder Legislativo “tiene la obligación de hacerlo”, dijo el Instituto.

Sin embargo, hay quienes dudan ―incluso asesores cercanos al economista― que de lograr ser presidente pueda poner en práctica lo que dice.

Tras la primera vuelta electoral, La Libertad Avanza quedó conformada como la tercera fuerza legislativa en el Congreso y, si bien está tejiendo alianzas con parte de los integrantes de Juntos por el Cambio, ese acercamiento entre partidos generó rupturas tanto hacia adentro del espacio político fundado por Macri, como resquemores dentro del espacio del propio Milei.

Lo cierto es que más allá de las idas y venidas de cada uno de esos acuerdos, el ultraderechista deberá trabajar por conseguir apoyos para cada una de las reformas que quiera impulsar.